Bullying (Editando)

Capítulo 78

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Respiro profundo, sintiendo el liquido espeso derramarse por su cabeza.

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Empezó a temblar, apretando la bandeja de comida en sus manos mientras escuchaba a las tres chicas carcajearse en su cara.

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¿Cuántas probabilidades habían de ganar si se le enfrentaba? Pocas. ¿Podría encestarle un puñetazo en la cara y dejarle marca, antes de que las demás la hicieran añicos? Claro que sí. ¿Valdría la pena ser sancionada? Lo valdría.

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Abrió los ojos, enfocando sus pupilas en la morena delante de ella. Apretó la mandíbula. Sentía el cuerpo caliente de ira. Las personas a su alrededor miraban la escena, algunos reían, otros seguían comiendo.

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Soltó la bandeja y se lanzo hacia adelante.

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Ángela le dio con el puño cerrado a Cassandra justo en la mandíbula.

- ¿¡Qué mierda!? -Los ojos sorprendidos de Jana observaron el cuerpo de Cassandra tambalearse, cayendo al suelo con Ángela encima de ella.

- ¡Maldita enferma! -Ángela escuchaba los gritos de las amigas de Cassandra, pero sus puños no se detenían, ni siquiera cuando la chica debajo de ella usaba sus manos y movía su cuerpo para quitársela de encima.

- ¡Suéltame loca! -Le chillo Cassandra arañándola en los brazos. Ángela no se detuvo, incluso aunque gruño por el dolor recibido. Las patadas de Cassandra eran feroces, Irina y Jana intentando quitarla también eran fuertes.

- ¿Ves lo que duele? ¿¡Lo ves!? -Gritaba Ángela. No sabía de donde había sacado tanta fuerza para no dejarse derribar por las tres chicas, pero ahí estaba; sentada encima de su némesis y moliéndola a palos.

Le dio otro golpe con la mano abierta en la mejilla. Eso le dejaría marca.

Sentía que estaba drenando todos los golpes y heridas que le habían hecho, todos los hematomas, todo el daño emocional y físico que había tenido Ángela desde el primer día de clases.

También le dio gracias a Daniel ­-El amigo de Niall- por haberle enseñado a defenderse, y unos que otras maniobras de ataque.

- ¡Te voy a matar! -A Ángela no le importaba ni siquiera si lo decía en serio. Ella le creía, pero en ese momento solo le importaba golpearla lo más que pudiera.

- ¡Ahhh! -Chillo entonces llevándose las manos hacia el mechón de cabello que le estaban jalando, arrastrándola por el piso- ¡Suéltame!

Sentía el cuero cabelludo ser estirado y Ángela volvió a chillar de dolor cuando la levantaron del suelo jalándole el mechón.

- ¡Basta! ¡Basta! -Pidió, lagrimas amenazando con bajar por sus mejillas.

Alzo la vista. Jay le estaba sonriendo de una forma tan macabra que Ángela tembló de miedo.

- Tu... -Sus ojos se movieron hasta Cassandra, quien ya se estaba levantando del suelo- ¿No te importa tu vida verdad?

La chica estaba roja, con marcas de manos en la cara, con un rasguño en la mejilla y aun así, su sonrisa era incluso más aterradora que la de Jay.