Capítulo 75

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Capítulo 75


Esto era horrible. Ciertamente el dolor no era insoportable, pero era horrible y tener que disimularlo era todavía peor.

¿Cómo disimulas que no puedes levantarte de la cama sin quejarte? ¿Cómo disimulas que no puedes levantarte de la cama sin ayuda porque el dolor es terrible? ¿Cómo disimulas que te cuesta respirar? Y agregando los dolores de cabeza y la falta de sueño, era prácticamente una pesadilla.

Luego de esa paliza que le dieron el martes no fue más al instituto. Porque no podía dormir de la incomodidad, mover el cuerpo le era doloroso, respirar era doloroso, la jaqueca era dolorosa y encima tener el cuerpo todo golpeado era doloroso.

Teresa discutió con Ángela porque no le gusto que no fuera el resto de la semana a clases y le pareció sospechoso que su hija dijera que era porque estaba enferma. Ángela supo que fue una asquerosa excusa porque a ella no le importaba si estaba enferma, igual iba a sus clases. Así que se gritaron mutuamente y Ángela le soltó algunas palabras como deja de meterte en mi vida y déjame en paz. También se arrepintió de eso, porque nunca le había faltado el respeto a su madre de esa forma, pero había estado tan frustrada, nerviosa y alterada que grito lo primero que le vino a la mente para hacer que su mama retrocediera.

El viernes, libre de exámenes, evaluaciones y entregas de trabajos, Niall fue a verla.

— ¿Te sientes muy mal? —Ángela asintió desde la cama y Niall no tuvo más remedio que acercarse a ella— ¿Fuiste al médico?

—No. —La chica suspiro cuando sintió a su novio recostarse a su lado. Niall le toco la frente y frunció el ceño.

— Bueno... no tienes fiebre. ¿Qué sientes? —Ángela resistió el impulso de voltear los ojos. ¿Cómo le iba a decir que le dieron una paliza y el cuerpo le estaba pidiendo abandonar el mundo?

— Siento algo aquí... —Ella se descubrió un poco la cobija. Como tenía una blusa larga no se preocupo por que su novio viera algún hematoma. Aunque ella lo sabía, sabía que tarde o temprano el se enteraría. Se toco el esternón de un costado, no muy fuerte— cada vez que me muevo o respiro mucho me duele horrible.

Ayer tuvo una crisis a mitad de la madrugada, porque tenía varios días sin dormir y estaba sumamente cansada, pero cada vez que se movía en sueños, se despertaba por el dolor.

— ¿Podrá ser que algo está funcionando mal dentro? —inquirió Niall. Ángela encogió los hombros. Probablemente tenía algo roto pero el rubio no tenía que saber por qué motivo— ¿Quieres ir el lunes al doctor?

Ella asintió. De verdad quería ir a ver que tenía y poder deshacerse de esa incomodidad.

— Está bien. Entonces el lunes te llevare.









Y Ángela se quedo dormida esa tarde con Niall a su lado, como la cama era muy pequeña, no había espacio para moverse y eso la ayudo a descansar profundamente.

— Así que cuéntame Ángela. ¿Cuál es el motivo de tu consulta? —Ángela giro cuidadosamente su cabeza hacia Niall, quien esperaba su respuesta. Había pensado que Niall no entraría a la consulta pero cuando lo hizo ella trago grueso.

Volvió a mirar al doctor.

— Me... he dado un golpe y me duele mucho. —No le costaba tanto hablar como respirar. Pero era molesto. No miro en dirección a su novio, pero sabía que tenía el ceño fruncido.

— Bien... ¿puedes decirme cuando fue?

— El martes —Respondió la chica aun de pie. El doctor le pregunto donde era el dolor y ella le señalo.

Bullying (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora