Capítulo 76

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Capítulo 76

— ¿Cómo te has sentido, Ángela?

— Muy bien doctor. Ya casi no siento dolor. —Ángela sonrió, satisfecha del pronto resultado que estaba obteniendo del tratamiento, solo tenía tres semanas de haberlo comenzado y podía respirar sin dificultad, hablar y caminar propiamente. Aun le dolía un poco cuando se giraba.

— Levanta los brazos por favor. —La chica acato para su revisión y el médico la toco en el lugar afectado. Le preguntaba lo mismo de siempre, con la única diferencia que ahora no se quejaba tanto y el dolor era casi nulo. — Veo que está todo bien, entonces.

Ángela suspiro de alivio.

—Si sigues así estarás en perfectas condiciones más rápido. —Y Ángela estaba deseosa de que así fuera. Estar todo el tiempo en la casa era un suplicio para ella y estaba impaciente por ir a trabajar de nuevo.

Su jefa no tuvo problema con darle un reposo, había entendido a la perfección la situación, pero Ángela quería con toda su alma ir a trabajar, muchísimo más de lo que quería ir al instituto.

— Lo entiendo. Muchas gracias doctor, de verdad. —El señor en su asiento sonrió, dándole esa mirada de aprobación que a Ángela la hacía sentir reconfortada.

— Hasta la próxima visita, señorita Ángela.

Ella se despidió y salió del consultorio. Niall la esperaba dentro del auto y cuando subió al asiento copiloto le mostro el récipe con los siguientes medicamentos.

— Esta vez quiero comprarlos yo. —Niall volteo los ojos, cansado de esta discusión. Ángela también estaba cansada. No se había opuesto a que el pagara la primera y segunda consulta, tampoco que pagara los exámenes de rayos equis pero ¿incluso la tercera consulta y los medicamentos?

— Jesús... hasta cuando con eso. —Puso el auto en marcha.

Ángela rio divertida.

— Voy a comprarlos yo. Para eso trabajo ¿Recuerdas?

— Ese dinero lo gastas todo en las cosas de la casa. Puedo pagar unas simples medicinas. —Su novia negó.

— Pero me sobra un poco, no son tan caras. —Ella giro el rostro hacia él con un puchero en su boca— Vamos... déjame hacerlo, no me gusta sentir que me aprovecho. ¡Y ya sé que no lo hago! Pero igualmente...

Niall inhalo profundo.

— ¡Está bien! Cristo... vamos a que compres esas medicinas.

El trayecto no era realmente largo pero el tráfico estaba por las nubes y los semáforos parecían ponerse todos en rojo cuando ellos pasaban. En uno, Niall se atrevió a preguntar

— ¿Ha ocurrido algo estas semanas? —Todavía se preguntaba si lo que hizo dos días atrás era bueno o era malísimo. Amenazar así a un loco mental no era la mejor forma de prevenir que dejara de meterse con Ángela, pero Niall había estado tan molesto que no pudo resistirlo.

— Absolutamente nada. ¿Ves? Dije que lo iba a solucionar —Niall la miro dudoso. No estaba muy seguro pero quería que así fuera.

Ángela lo había resuelto de la manera más sencilla posible: extorción. Por primera vez en la vida ella amenazo a Cassandra diciéndole que si no la dejaba en paz aunque sea para sanar la herida, contaría todo a todas las autoridades, tenía las pruebas. Cassandra solo la miro apretando los dientes. No pudo decir nada y estuvo tranquila durante las siguientes tres semanas.

Pero había una trampa. Niall también interfirió

Tres días después de que el descubriera los golpes, le mando un mensaje a la morena por primera vez en tres meses. Él ni siquiera accedió a verla, solo la encaro por mensajes.

Bullying (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora