Capitulo 47

1.9K 69 17
                                    


Capitulo 47

Caminar por los pasillos nunca le había provocado tanto terror como esta vez. Durante toda la semana las horas, los minutos y los segundos que pasaba Ángela en la escuela se hacían cada vez peor. Tal y como le había dicho Cassandra, estuvo ocupándose de que ella la pasara mal en todo momento.

Apenas había entrado al salón de clase el miércoles cuando todos ya estaban sentados en sus asientos y el único vacío era el de ella. Ángela los miro a todos y cada uno y se preguntaba porque se quedaron callados cuando ella llego. Pues la respuesta la obtuvo de inmediato cuando se fue a sentar en su silla y esta estaba toda cubierta de una masa pegajosa como la baba de un caracol, volvió a alzar la mirada y se encontró con esos ojos de los que tanto tenía miedo, Cassandra estaba sonriéndole

-¿te gusta el arreglo que le hice a tu puesto? -la sangre de Ángela ardió al igual que las risas de sus compañeros resonaron en el salón. De repente sintió inexplicables ganas de golpearla justo en la nariz, tan fuerte que empezara a sangrar y le costara respirar, se imaginó disfrutando de verla enrojecida por la falta de oxígeno en su cerebro, Ángela aparto esos pensamientos de su cabeza y resoplo

-se nota que no tienes nada mejor que hacer que fastidiarme, bravo Cassandra, eres la mejor -experto sonriéndole de medio lado, por primera vez varios de los alumnos se rieron de la ofensa hacia Cassandra, haciendo que esta dejara de sonreír.

-maldita... te voy a...

-buenos días señores -el profesor James había entrado por fin al salón antes de que Cassandra se parara del asiento.- veo que están todos sentados... ¿señorita Ángela? ¿Su asiento?

-¿puedo buscar otro? Es que este está dañado.

-claro que sí, vaya y no se tarde mucho -Ángela salió del salón luego de dejar su bolso y se paró en el pasillo un momento, y respiro fuerte.

<<¡Carajo! ¿En serio esto no terminara jamás?>> pensó fundida en enojo. Había sido un completo error esa charla de madres que tuvieron el día anterior, Cassandra jamás la dejara hasta que salgan del instituto, y Ángela no sabía si podría seguir soportando eso todos los días.

-¡¿Por qué demonios me pasa esto a mí?! -y sin darse cuenta encesto un puñetazo en uno de los estantes de vidrio partiéndolo. Ángela se asustó, pues había hecho demasiado ruido y además tenía los nudillos sangrando. Apretó el puño y se aventó hacia las escaleras para evitar que salieran y la vieran en la escena del crimen. - ugh...

Le dolía la mano, sentía la palpitación de las venas y las escuchaba. Apretó los dientes y limpio el poco de sangre que surgía de sus nudillos con el doblez de la blusa. Luego entro en un salón de clase del segundo piso

-buenos días profesor, ¿tiene un pupitre que le sobre? -pregunto aguantando el dolor. El profesor asintió y Ángela se llevó el pupitre con dificultad, pues tenía una mano medio mala y el objeto era pesado. Cuando llego al salón con la frente sudada y cansada se dio cuenta, de que su bolso no estaba.

-¿es en serio? -Murmuro para sí misma.- ¿pueden madurar y darme mi bolso de una vez?

Todos se voltearon a verla, incluido el profesor

-¿pasa algo? -pregunto este

-sí, tomaron mi estúpido bolso -dijo harta de que jueguen a la pelota con ella.

-señores por dios... están en último año, denle el bolso a Patterson por favor. -ordeno pero ninguno dijo nada y nadie se movió. Varios segundos después- está bien, tienen examen la próxima clase.

Bullying (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora