El duendecillo del libro y la copa roja

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AUTOR: Crismary / @CrismaryCastro23

Todas las historias comienzan con un "Había una vez", la mía, empieza distinto ya que no fue una vez sino muchas veces que hubo un algo... En realidad un alguien. Esa noche no pude dormir, ni la siguiente ni las posteriores a esa, mi sueño había sido expropiado como un cruel castigo por algo que no tenía cavidad en mi mente, una entidad yacía como juez que dictaba mi condena y la de muchos, era el abogado del demandante, el testigo en contra, el jurado que sentenciaba....

Sí hubo un comienzo, en un día cualquiera o más específico, en una noche cualquiera donde el cansancio de una jornada de trabajo duro y agotador se cernía en mi estado de ánimo, estaba agotada, mis tareas mentales se resumían a un "mañana lo hago" ya que solo quería dormir, quería derretirme en mi cama hasta que el amanecer, o la crepitante alarma de mi teléfono, me despertasen.

Recuerdo sumergirme en los brazos de Morfeo con el gusto de haber finalizado un díamás de vida, sin dejar de cumplir con todas las obligaciones que concierne a un adulto, caía tranquila en la penumbra de mi mente, dispuesta a darle un descanso merecido a mi cuerpo y apagar por momentos la lista rutinaria e interminable de oficios por hacer. Recuerdo la mente en blanco, la calma y la paz.

Dirán "normal, a todos nos pasa lo mismo" claro que a todos nos pasa y es ahí, mi querido amigo, donde el momento se vuelve temeroso, intranquilo y lleno de ansiedad ¿Por qué? Porque también a ti y a cualquiera le puede pasar, mi primera advertencia si aún quieres seguir leyendo...

Si he de ubicarme empezarían por esa calle, era una calle como cualquier otra en cualquier ciudad, con personas que caminaban a sus destinos, carros circulando y una enorme nube anunciando tempestad en la lejanía del cielo, para huir de la lluvia que se aproximaba, me metí debajo de un portal con otras personas, el aguacero había empezado y todos nos quedamos ahí, observándola en silencio. Recuerdo aquella curiosidad nada ajena a mí de ver a los lados y descubrí que detrás de mí había una puerta familiar.

No pude evitar acercarme y como si fuera una invitada importante, esta se abrió ante mí sin yo haberla tocado, el interior era oscuro y frio razones por la cual nadie se acercaría, pero mi querido amigo, la curiosidad del hombre nos lleva a salir de nuestro confort para adentrarnos en lo desconocido, eh ahí el talón de Aquiles de los humanos, nuestro comienzo, nuestra perdición.

Sin temor a nada pero con el corazón tiritando de miedo, entré a esa sala oscura dispuesta averiguar lo que había dentro al fin y al cabo las puertas seguían abiertas y si quería podía devolverme, aun así seguí caminando y la sala adquirió en color de las luces que se fueron encendiendo dejándome ver el pasillo de aquel lugar de mi infancia, mi escuela. Una risa triste se escapó de la comisura de mis labios, ¡Como extrañaba ese lugar! Y a mis compañeros de clases, a mis profesores, a las monjas...si, estudié en una escuela católica y aun no se me olvida las caras de las imágenes, frías, carentes de emoción y tacto pero en sus ojos se escondía algo más que cal y pintura, en ellos veía el castigo por mis pecados cada vez que me enviaban a confesarme, cuando me sentaba sola a esperar que me buscaran y de repente sentía la sensación de que me observaban, y ahí, en el otro extremo del patio, estaba ella, la estatua blanca de la virgen cuyos ojos azules eran los únicos que adornaban tan blanca escultura, posados en mí, esperando a que yo me fuera.

Seguí caminando por el pasillo adornado de cuadros que representaban la pasión de Cristo, estaban en relieve dándole más realismo al sufrimiento y cuando lo tocabas, una sensación de dolor se introducía por tus dedos hasta llegarte al corazón; corrí para alejarme de ese pasaje de agonía y al fin pude ver la puerta de madera, atravesándola con premura, escuchaba los cantos gregorianos de la misa de las 6 AM, la sala era rectangular y el piso de cerámica vieja, contrastaban con las paredes terracota y las columnas de marfil.

Concurso Halloween 2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora