El juego eterno

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AUTOR: Damian / @DamianMHelders

Cielo oscuro. Luna brillante. Y solo nosotras en el paisaje. Así se veía el ambiente.

-¿No crees que es algo sombrío?-. Preguntó Sonia a Lisa.

-Vale la pena por la tradición ¿no?-. Respondió Lisa.

Era una tradición de cada año para nosotras, venir al parque de diversiones que solíamos ir cuando éramos más pequeñas, cada año lo hacíamos. El último año que fuimos, solo recuerdo que el lugar estaba casi en ruinas, me entristecía, pero nada nos pararía para no seguir con la tradición de los años.

El lugar estaba mas sombrío que la noche, algunas atracciones hasta le salían plantas y enredaderas, al pasarnos por un lugar la cabeza de un payaso gigante me llamo la atención, realmente parecía espeluznante.

-Aquí ¿no?-. Dijo Samanta señalando lo que parecía ser un viejo patio de comidas.

-Está perfecto-. Respondí.

Enseguida Olivia sacó las cervezas del pequeño bolso.

-¿Un brindis?-. Dije

-Por la tradición-. Dijo Samanta alzando su botella.

-Por la tradición-. Gritamos al unísono.

Me daba una nostalgia venir y ver todo silencioso, antes, este lugar estaba lleno de niños y familias felices, muchas luces, y ahora, todo simplemente se desvaneció, aún no se porque el parque terminó así.

Cloudsland, ese era el nombre del lugar.

Lo que normalmente hacíamos era brindar por nuestra amistad, y hablar de todo lo que hacíamos cuando íbamos al lugar.

Ingresamos a una de las atracciones, que obviamente estaba destruida y la tienda de circo estaba completamente destrozada, su color naranjo y rojo había desaparecido con el musgo.

Al entrar sentimos un escalofrío enorme, estaba todo oscuro y solo una grieta en la parte superior de la tienda, dejaba al descubierto la luz de la luna, que daba con el escenario. Nos sentamos en las bancas para mirar el escenario y charlar.

-¿Te acuerdas cuando Sonia vomitó aquí?-. Dijo Lisa a carcajadas, todas reímos a su merced.

-¿Y cuando Samanta empezó a lloriquear por que le asustaban los payasos?-. Todas reímos.

Mis ojos se centraron en el escenario, que estaba vacío e iluminado por la luna, excepto el fondo de él que se veía todo oscuro. Giré mi cabeza para ver a ellas, solo se reían, me gire al escenario y algo no estaba en su ubicación, apareció un balón rojo, el cual había sido manipulado. Me empecé a acerar a él, en cuanto lo recogí, me di cuenta que algo estaba escrito en él.

"Tomen este balón como regalo. . . Por la tradición"

Mi corazón palpitó, parecía una broma de ellas, pero mi mente dudaba de eso.

-Por favor chicas no hagan pendejadas, no aquí-. Dije exaltada.

-¿De que hablas Daisy?, ¿Qué pasa?-. Sonia aclaró.

-Díganme que no han puesto esta broma-. Dije cabreada.

-Por su puesto que no-. Dijeron todas al unísono.

Fruncí el ceño, mire hacia abajo, ¿Quién envío esto?, nadie sabía de nuestra tradición excepto nosotras, la idea de que estuvieran mintiendo para que la broma siguiera me vino a la cabeza, pero solo desvaneció cuando vi sus rostros. Estaban anonadadas, me miraban con extrañeza, asustadas. . . ¿a mi?, No, no a mi, sino, detrás de mi.

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