AUTORA: Rocio / @RocíoEspínola0
En medio de un bosque, vivían en una casa de madera, un señor y sus dos hijos. El señor se llamaba Leonel Castillo, y sus hijos, mellizos, se llamaban Sam y Samanta.
El señor Leonel, tenía 36 años, era un hombre alto, de tez blanca, cabello negro y ojos azules. Él era una persona buena y amable, en especial con sus hijos, sin embargo, ocultaba un gran secreto.
Los chicos, tenían 16 años, ambos eran altos, pálidos, de cabello marrón y ojos negros. Ellos eran muy calmados y sonrientes, aunque, carecían de recuerdos sobre su pasado, puesto que, no podían recordar nada antes de tener 10 años y vivir en el bosque.
Hoy, es martes 31 de octubre y son las 6:30 de la mañana, por ello, igual que, cada vez que llegaba esa fecha, Sam y Samanta se levantaban temprano, se bañaban, vestían, luego bajaban a la cocina, tomaban dos manzanas verdes, las lavaban y salían de la casa. Ellos iban al establo, mientras comían las manzanas y al terminarlas, tiraban los requechos en el bote de basura. Ambos se acercaron a dos caballos marrones y mientras los acariciaban, los llamaron.
-Alarius, ¿Dormiste bien? ¿Tienes ganas de dar un paseo?-Le pregunto Samanta a su caballo
-¿Y qué hay de ti, Arón? ¿Tienes ganas de dar un paseo?-Le pregunto Sam a su caballo. Ambos animales relincharon, dando a entender a los hermanos que si querían caminar un rato.
Los chicos, ensillaron a los animales y se subieron a sus lomos, los guiaron fuera del establo, y comenzaron a cabalgar por el bosque.
Después de un rato, llegaron a un lago, los chicos se bajaron de sus caballos, y estos empezaron a tomar agua. Sam y Samanta, por otra parte, se treparon a los árboles y comenzaron a columpiarse de las lianas. Estuvieron así un buen tiempo, pero cuando se aburrieron, se bajaron y se sentaron en el suelo.
-Ya no puedo ocultarlo más, ¿qué es esta ansiedad que siento solo este día?-Se preguntó Samanta
-No lo sé, pero yo también siento lo mismo.-Dijo Sam-Es como si hoy pasara algo importante y no pudiésemos recordarlo, y gracias a eso, sentimos un vació.-
-Si es así, no tienes ni idea del vació que siento ahora Sam, me siento más sola que nunca, como si todo lo que quisiera saber, estuviera en mi pasado, y por pasado, solo tengo un vació, ya que, no recuerdo nada.-Se expresó Samanta.
-Yo estoy igual, es como si tuviéramos grabado el dolor de nuestra antigua vida en nuestra alma y ella no nos dejase verlo. Pero ¿qué podemos hacer? ¿A quién podríamos pedirle ayuda para recordar, si no hay nadie?-Le pregunto Sam a su hermana.
En ese momento, el agua del lago se agito, los caballos relincharon espantados y corrieron, dejando solos a los dos chicos, quienes extrañados, se quedaron inmóviles.
Desde dentro del agua se asomó una cabeza humana, o eso pensaron los chicos, por lo que, decidieron acercarse a ella, sin embargo, al ponerse muy cerca, notaron que en lugar de pies, debajo del agua había una cola, y asustados retrocedieron.
-No tengan miedo-Dijo la criatura-Yo soy su amiga, ¿Acaso no me recuerdan? Soy Serene, Príncipe Elías, Princesa Elizabeth.-
Ambos chicos se quedaron estupefactos por lo que decía esa criatura, pero después de unos segundos, Samanta recordó algo y la miro sorprendida.
-Eres una sirena...Serene, la Reina del Clan de las Sirenas, ¿Cierto?-Pregunto confundida Samanta y ella asintió-Te vi en un sueño hace mucho, pero no deberías existir, los demonios no existen.-
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Concurso Halloween 2015
Aktuelle LiteraturEn Octubre, la pared que separa nuestro mundo del de los horrores inenarrables se fisura y deja la puerta abierta a toda clase de espantos hacia nuestro plano, siendo el 31 del mismo mes el punto en el que la brecha se hace mas delgada. ¿Qué mejor a...