La cena estaba finalizando, Frank pagó la cuenta aunque me negué a que pagara todo, sin embargo no le importó y pago el... ya me iba a vengar. Todo había salido bastante bien, supongo que después de todo podría darle una oportunidad a este chico, al menos como amigo.
Al salir una brisa penetró en mi piel y automáticamente los pelos se me pusieron de punta, Frank lo notó por lo que colocó su chaqueta sobre mis hombros y me dedicó una seductora y encantadora sonrisa; Dios este chico sí que sabe sonreír, cada una me derretía como hielo al sol, podía asegurar que cualquier mujer caería rendida a sus pies con el tan solo hecho de sonreír.
-Eli- llamo, y por el tono de su voz parecía que lo hacía hace rato; Salí de mis pensamientos- ¿Qué tanto me mirabas?- soltó una carcajada.
-Nada, nada- la sangre se acumulaba en mis mejillas- Lo siento.
-Vamos, está haciendo un poco de frio ya- me abrazó por la cintura y me acercó al auto.
El viaje pasó rápido, hablamos de cosas sin sentido y la verdad, me agradaba estar con él. Llegamos a la puerta del instituto y bajo para abrirme la puerta, tenía ganas de besarlo no cabía duda; pero eso no pasó, él me abrazo apresuradamente y subió al auto. Me dejó algo desconcertada y a la vez triste... al parecer, el no tenía el mismo deseo que yo de besarnos. Entré a mi habitación y me deje caer en un profundo sueño.
Era de mañana, la luz quemaba en mis ojos. Me levanté y me higienicé como cada mañana, pero cada vez que estoy en la habitación siento el vacio que Emmett dejó, todos los recuerdos que alguna vez fueron reales ahora solo son memorias. Lo odio.
Tomé mi bolso y salí a desayunar a cualquier lugar que estuviera abierto, no quería quedarme en esa habitación por mucho mas. Me senté en una mesa al lado de una ventana que tenía vista al parque, hombres corriendo, madres hablando y niños jugando. Recordé cuando mi madre me llevaba a los parques, y subía a los columpios una y otra vez, hasta que mi madre cansada de empujarme, me compraba un caramelo para que me fuera a casa; sonreí al recordarlo. El celular sonó, sacándome de mis pensamientos: "Hoy, 21 horas, tu y yo, cena en el río. No acepto 'no' como respuesta"- Frank
Toda la tarde me la pase viendo televisión, otra parte tocando la guitarra, honestamente me aburría. Los exámenes finalizaron por lo que prácticamente las vacaciones habían venido a mí, iba solo para charlas finales. En una semana, libertad.
20:45, diablos, no había hecho nada, debía cambiarme y maquillarme; Prácticamente, hacer magia. Estuve lista, no sé cómo, pero lo estaba, ser mujer es muy complicado.
Bajé lentamente las escaleras, y recuerdos vinieron a mi mente; y por un segundo vi a Emmett parado en la puerta, esperándome y luego me di cuenta que era Frank el que estaba ahí; y la verdad, quería que fuera Emmett.
No logró dejarlo ir, una parte de mi simplemente lo necesita, porque sin él no puedo ser yo pero otra parte de mi no lo quiere ni ver, simplemente no puedo. Y después estaba Frank, que aunque no lo conocía hacía mucho él siempre había estado para mí. Deje de pensar en el momento que las manos de aquel castaño tomaron mi cintura.
-Hey, te ves realmente hermosa- me dedicó una cálida sonrisa.
-Tú no te quedas atrás- le sonreí como pude, intentando borrar aquellos pensamientos que me ataban.
-Iremos a comer a orillas del río, ¿te parece?-
-Seguro, es perfecto- Lo miré a los ojos y jamás me había percatado de cuan hermosos eran, tenían un brillo único. Eran perfectos.
Nos encaminamos a su auto y subimos en silencio y así fue el viaje, no de esos silencios incómodos en donde queres desaparecer, sino esos silencios en donde se dice todo. Al llegar, Frank tenía preparada la cena, y la vista era genial. Volteé mi mirada y vi dos figuras borrosas, que de a poco se iban aclarando en mi mente...
¿Era Emmett? ¿Con Lio? Estaban hablando, y no de esas charlas que terminan mal... más bien, como amigos. ¿Qué diablos sucedía? Vi como Lio estrechaba sus manos con Emmett y fue entonces cuando todo se volvió oscuro y ya no podía ni ver ni sentir más nada y el frío empezaba a envolverme y penetrar en mi piel.
Frank sonreía con malicia, una punzada de dolor desde mi pecho hacia cada punto de mi cuerpo. Un cuchillo ensangrentado.
Y ese fue mi último recuerdo.
FIN...
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Claro de Luna
RomanceEli es una chica soñadora, con un corazón algo sensible y susceptible, aprende a amar rápido pero olvida difícilmente, después de que su mejor amigo Lio, del cual estaba enamorada, se olvidara prácticamente de ella; Eli trata de rehacer su corazón y...