Capítulo II

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Las clases comenzaban a las 7 de la mañana, realmente temprano. Me desperté a las seis y media, desayuné y me fui. Emmett había dejado una nota:

"Me fui a mi clase de danza contemporánea llego a las 11 si no estoy cocina para ti que luego me hago algo de almorzar"

Mi clase de guitarra era la primera, tome mis cosas y fui al salón. Era pequeño, pero éramos solamente diez alumnos, mi profesor era bastante bueno y chistoso me agradaban sus clases. Luego de ello me esperaban las clases de piano en un conservatorio, el estudio era enorme para dos personas solamente, eran clases particulares. Estábamos el profesor y yo, quien me dijo que tenía que preparar una melodía para su clase. Pensé en la canción que mi padre me tocaba de niña: "Claro de Luna" una hermosa melodía de piano, bastante difícil pero podría hacerlo.

Ya era el mediodía, al llegar Emmett estaba esperándome para almorzar, preparé la salsa y comimos ravioles. No cruzamos una sola seña en toda la comida así que para romper el hielo le hable yo:

-¿Cómo te fue en tu primer día?

-Bien, solo que nadie me entendía, pero el profesor dijo que lo hice bien-siguió comiendo, no pregunto nada sobre mí ni nada. Creo que no le caigo muy bien, me sentía incomoda.

Sé que deben preguntar por Lio, pero él no volvió a hablarme, ni una mail ni mensaje ni llamada, absolutamente nada. Estaba como desaparecido. Lo llamé yo porque creí que necesitábamos hablar. La llamada no duro mucho solo me dijo que lo mejor era que no habláramos más que iba a ser lo mejor para los dos. Cuando me dijo eso mi vida se cayó, no podía creer que mi amigo me dijera eso. Lloré toda la noche como una tonta, estaba muy mal.

Eran las 11 p.m. y Emmett se acerca, me abraza y solo me dijo que todo estaría bien, que no debía llorar por alguien a quien no le importas más. El había leído mis conversaciones por Facebook con Lio. Pudo consolarme me sentí mejor, sabíaque todo estaría bien. Era cuestión de esperar a que Lio se acostumbrara a la idea de que no me vería por un tiempoy por ahíel quería olvidarse de mí, así que no cuestiono su opinión, si él quiere olvidarse de mi no lo molestare mas, lo dejare ir. Recién pude dormirme a las 2 de la mañana, y me levante como a las cinco, no tenía mucho sueño así que prepare el desayuno para mí y mi compañero. No fue el gran desayuno pero me esmere, hice tostadas, exprimí unas naranjas, prepare café y un bizcochuelo esos que van en la heladera. En una hora estuvo todo listo.

-Veo que te has levantado temprano y preparaste el desayuno-señalo Emmett

-Sí, no dormí demasiado tenía muchas cosas en la cabeza, en un rato me iré a practicar para mi clase de piano.

-Bueno,mis clases hoy terminan a las 11. Yo me encargo del almuerzo-se dio media vuelta y se fue a cambiar.

Terminé de desayunar, me cambié y peiné. Fui al conservatorio a empezar a practicar, ese solo de piano no lo tocaba hace años, estaba fuera de práctica. Cuando comencé a tocar, ya iba por la mitad de la melodía, sentí que alguien me observaba fijamente. Me voltee a ver quién era, y era Emmett.

-Me asustaste-dije con mi mano en el pecho, tratando de tranquilizarme.

-Lo siento, solo que no puedo creer lo rápido que tocas el piano, lastima no poder oírlo-agacho la cabeza, supuse que deseaba escuchar la melodía.

-La música no solo se escucha, se entiende. Mira, lee la partitura y has la melodía en tu cabeza-le acerque las hojas y el observó atentamente.

-Es muy bonita. Claro de Luna, cuando yo oía siempre con mi madre la escuchábamos-me dejó sin palabras, quería saber cómo perdió la audición pero no me atrevía a preguntar no lo creía correcto.

Claro de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora