Respira (Crónicas de la mafia #1)

Capítulo 24

LEO

Hoy creo que ha sido uno de los peores días de mi vida sin ninguna duda. Tan pronto Benja tuvo síntomas de mejoría pude relajarme un poco, pero ver a Helena en mi casa fue...como un chute de adrenalina que necesitaba con urgencia.

Conseguí dormir cuatro horas del tirón porque necesitaba descansar un poco, mi padre se encargó de analizar el dinero y efectivamente, Helena tenía razón. Había veneno en un fajo de billetes, Benja se infectó al tocarlo con la mano y después lo extendió por su cuerpo cada vez que tocaba alguna parte.

- No me puedo creer que los Escassi  nos hicieran esto - dice mi padre negando con la cabeza.

- Voy a matarlos a todos - digo entre dientes.

El me mira y me toca el hombro mirándome serio.

- No harás nada hijo, primero necesitamos saber que pasó y por qué intentaron hacernos daño, también tenemos que seguir investigando como el coche que en teoría transportaba a ese hombre sabía que estabais  allí.

Demasiadas cosas saliendo mal, es hora de planear esa reunión.

- Hoy mismo quedaré para esta semana con mi amigo para que me cuente que cojones pasa en Nápoles - le digo.

- Haz lo que creas conveniente hijo. Fabio - dice mirándole - vuelve a casa de los Ferragni y averigua si saben algo sobre esto, es obvio que alguien está contra nosotros y debemos de descubrir quien es antes de que vuelvan a atacarnos.

Salí del despacho de mi padre y fui a mi habitación a darme una buena ducha, me puse unos vaqueros oscuros y una camiseta cuándo escucho que alguien llama a mi puerta.

- Pasa - digo en alto.

Alexia entra y viene corriendo a darme un abrazo.

- Quería hacerlo antes pero pensé que te gustaría hablar con Helena - dice guiñándome un ojo.

- Estoy bien, enserio - digo abrazándola de nuevo.

- Ya me enteré de lo sucedido, mi padre está como loco, vuelve un día antes de la fiesta de Otoño - dice sonriendo al hablar de mi tío - le he mandado un mensaje a Benja y hablamos un rato, está mucho mejor.

- Me alegro - le digo despeinándola - si, también me mandó un mensaje antes.

- ¿ Que tal te fue con Helena ? - me pregunta.

Fatal, sería una buena respuesta pero quiero saber por qué estaba allí.

- No lo sé muy bien , no sé ni que hacía en casa - digo mirándola de reojo para ver que dice.

Ella va hacia la puerta de mi habitación y se gira.

- Pregúntaselo tu mismo - se marcha riendo.

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Colarse en casa de Helena es lo más fácil del mundo, solo espero que David mantenga su puesto de trabajo durante años, porque entonces tendré que pagar a otra persona por su anonimato.

Bien, Helena estaba en la piscina cubierta, donde supuse que estaría, cuando tenía un mal día solía nadar hasta cansarse para dormir toda la noche del tirón.

Me colé en la zona de la piscina sin que me viera y ahí estaba, nadando de espaldas a mi, sonreí y me quité la ropa con rapidez y la dejé al lado de una tumbona, quedé en calzoncillos porque tampoco quería ir de lanzado.

Me tiré a la piscina y vi por debajo del agua como se giraba hacia mi, subí a la superficie y ella gritó del susto.

- ¡ Leonardo ! - grita dándome una palmada en el brazo.