HELENA
Al día de hoy lo llamaría " un día de sonrisas y lágrimas " porque tuvo de todo, al llegar a mi casa lo primero que vi fue a Mircella tocando las narices a Agatha. Pero ella es toda una profesional y no contestaba, se dedicaba a limpiar por casa sin responderle.
Si las miradas matasen creo que ahora mismo estaría bien muerta porque Mircella no para de mirarme mal, pero vamos, que me da igual, ella verá lo que hace, una tontería más y la pongo de patitas en la calle, que ella y su madre se busquen una casa y dejen a mis padres en paz. Mi tío Lorenzo era hermano de mi padre y siempre fue muy bueno conmigo, pero la tía Marga era... una amargada, un nombre muy adecuado para ella. Supongo que ella y Mircella se parecen, ambas se dedican a gastar el dinero de la familia y a vaguear, sin embargo Teo era muy distinto, siempre fue muy independiente aunque estuvo perdido durante mucho tiempo y la relación con su padre se enfrió a lo largo de los años, supongo que por eso mi padre lo atrajo más hacia el.
Lo que no me esperaba ni de broma, era ese momento en la piscina con Leo, creo que iba a besarme si no nos hubieran interrumpido, sonrío como una tonta mientras termino de secarme el pelo, no sé que me está pasando pero siento demasiadas cosas y tengo mucho miedo... miedo a enamorarme de Leo y que todo sea un juego para él, miedo a que lo que haya sucedido aquella noche sea un obstáculo para... cualquier relación que podríamos tener, miedo a que nuestro mundo nos destruya, en fin, tengo miedo a todo lo que tenga que ver con el supongo.
Me meto en cama y me dejo caer en las manos de Morfeo.
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Esta mañana hablé con Benja, está perfectamente y eso me alegra un montón, quedamos en vernos mañana por la noche en Troya.
- ¿ Vamos a ver el vestido ? - pregunta mi madre contenta mientras deja su vaso de agua en el fregadero de la cocina.
- Claro, aunque creo que iré a Elie Saab directamente, me sigue gustando - digo algo cohibida, hace siete años que no me compro ninguna prenda cara, solo el bolso Givenchy que tanto me gustaba hace unos meses.
Mi madre sonríe y me coge del brazo.
- Iremos con Federico, que tu padre no saldrá de casa.
Al llegar a la tienda veo el vestido largo perfecto, morado de una asa y escote corazón, con una abertura en la pierna derecha que casi llega hasta la cadera, discreto, elegante y sexy.
- Pues sí que terminamos rápido - dice mi madre mientras lo pagamos.
- Ya no soy tan indecisa - digo sonriente.
- Y... ¿ Con quién vas a ir a la fiesta ? - pregunta de reojo.
No sé si estoy preparada para hablar sobre Leo, siempre le he contado todo a mí madre pero no sé qué opinará sobre esto, pero bueno allá voy.
- Voy a ir con Leonardo - digo mirándola.
Ella sonríe y me da la bolsa con el vestido.
- Me parece muy bien vita mia, supuse que algún momento este día llegaría - dice algo melancólica.
Salimos de la tienda y vamos a nuestro restaurante favorito a merendar.
- ¿ Te parece mal ? - pregunto nerviosa.
- No, no para nada - dice cogiéndome la mano - pero suponía que esto pasaría, cuando Valentina y yo quedamos embarazadas hablábamos lo típico entre amigas, si son niñas que sean las mejores amigas del mundo, y si uno es niño y otra niña que sean novios, y cuando nacisteis Leonardo y tú... pues imagínate que ilusión para nosotras - sonríe al recordarlo - pero desde que tu tío Lorenzo desapareció y tú tuviste el accidente las cosas entre nuestras familias cambiaron, Valentina y yo dejamos de hablarnos y tu padre y Carlo también.
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Respira (Crónicas de la mafia #1)
General FictionHelena Ferragni empieza su último año en la universidad como estudiante de medicina , lleva una vida tranquila en Estados Unidos desde que su madre la mandó lejos de Roma y de los problemas . Sin embargo , ya no es tan fácil huir cuando tienes que...