LEO
Me metí en mi Lamborghini y conduje directamente hacia casa de Benja, le dije que esa misma noche iría a Nápoles a investigar por mi cuenta y como buen amigo que es, no me dejó ir solo, como siempre me decía " Tío, si caemos lo haremos juntos " nuestra amistad se había intensificado a lo largo de los últimos años, y más que un mejor amigo, era como mi hermano. El es un coco de la tecnología y podría trabajar en cualquier empresa importante, pero dice que de momento prefiere dedicarse a " mi mundo ".
Le veo esperando fuera y apagando su cigarrillo en el muro de su casa, entra sonriendo y lanzándome un paquete de donuts de chocolate.
- Los vi en la cocina y no pude evitar cogerlos, Nápoles queda a dos horas y media en coche, seguro que me entra el hambre - asiento riendo y al momento me cuenta como le va con Ivy.
La ciudad nos recibe en calma, demasiada para mi gusto.
- No entiendo como trajiste el " Lambo ", como te lo roben... me reiré toda la semana - dice Benja mientras apago el cigarrillo.
- Si se atreven a tocarlo recibirán una bala entre ceja y ceja - respondo con una sonrisa.
Entramos en un bar conocido por todos los delincuentes y nos sentamos en unos taburetes altos al lado de la barra.
- Este antro es horrible, no sé si atreverme a beber algo aquí - dice Benja rascándose el mentón y jugando con su barba, siempre lo hace cuándo está nervioso y eso es lo último que quería, necesito que nos vean seguros.
- No cogerás ninguna enfermedad, no te preocupes.
La camarera nos mira con deseo pero yo no quería impresionar a nadie, tenía a la novia más impresionante del mundo y no tenía ojos para nadie más. Benja tampoco la miró, simplemente se pidió una cerveza.
- ¿ Y que hacemos aquí ? no me contaste cuál es el plan - pregunta.
La camarera se acerca y nos deja las cervezas delante de nosotros, le entrego un billete de 10€ y ella me da el cambio con rapidez.
- Toma guapo - me dice sonriendo.
- No gracias, quédate el cambio - digo sonriendo lo justo.
Ella me guiña un ojo y me repasa con la mirada por última vez.
- ¿ Ves al hombre que está sentado en la mesa de la esquina ? - le digo a Benja sin mirar hacia donde dije.
- Si, el de la cazadora ¿no?
Asiento con la cabeza.
- Trabaja para un amigo, ve a junto de el y dile que quieres comprar armas para llevar a Francia, yo no puedo ir a junto de él, no quiero que me describa más tarde.
- Por supuesto - responde serio, se toma un buen trago de su cerveza y camina con paso decidido hasta el.
Saco el móvil y hago como que estoy mirando algo, dudo si mandarle un mensaje a Helena, pero a saber que pasa por su cabeza si le mando algo tan tarde, no quiero preocuparla.
Benja se sienta al lado del hombre y comienzan a hablar, eso es bueno, termino mi cerveza y le doy la vuelta a la cámara enfocándoles. Mi amigo se levanta después de diez minutos con una sonrisa y estrecha la mano del hombre despidiéndose de el. Sin moverme vigilo como sale del local y como Benja se acerca a mi despreocupado.
- Listo, en media hora quedamos en el puerto, concertará una cita con el vendedor - dice esto último más serio.
- Con el vendedor...entonces es cierto que alguien está vendiendo armas aquí - digo intentando no elevar la voz. Conoceré a la persona y yo mismo le ejecutaré, pero después del baile volveré a por Romeo, tiene mucho que explicarme.
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Respira (Crónicas de la mafia #1)
General FictionHelena Ferragni empieza su último año en la universidad como estudiante de medicina , lleva una vida tranquila en Estados Unidos desde que su madre la mandó lejos de Roma y de los problemas . Sin embargo , ya no es tan fácil huir cuando tienes que...