HELENA
Acabo de olvidar completamente lo que hice hoy, Leo se acerca a mi con paso arrogante y con una sonrisa que volvería loca a cualquier mujer y hombre. ¿ Qué pretende hacer ? sabe perfectamente que no llevo ningún arma aunque debería empezar a llevarla. Romeo se separa de mi y se sienta riéndose.
Si Leo quiere jugar, jugaremos.
Se agacha y empieza a tocar mi pierna derecha lentamente hasta llegar a mi muslo sin dejar de mirarme, después hace lo mismo con la pierna izquierda pero esta vez las separo completamente, el deja de tocarme y me mira sorprendido sonriendo de lado. Se levanta y comienza a subir ambas manos por mis caderas por mi vientre y al llegar a mis pechos le paro las manos.
- Para - me acerco hasta su boca sin dejar de mirarle y le susurro en el oído - no llevo sujetador.
Me separo de el moviendo las caderas y sentándome al lado de mi viejo amigo.
- Romeo ¿ Qué tal todo por Nápoles ? hace años que no voy - digo como si el " cacheo " que me hizo Leo no significara gran cosa.
Mi amigo nos mira sonriendo.
- ¿ Por qué cojones no os acostáis ? me crispan estas cosas, Helena, con el debido respeto yo ya lo hubiera hecho contigo hace mucho tiempo - dice tranquilo.
Me río porque no conozco a nadie con más chicas a sus espaldas que Romeo, bueno, no sé como estará el ranking de Leo, ni quiero saberlo.
- Helena - escucho que me llama Leonardo - ¿ A qué has venido ? estamos hablando de cosas importantes - dice un poco más seco y sentándose en la cabecera de la mesa.
Estiro mis piernas encima de la mesa y eso capta su mirada, las recorre lentamente hasta llegar a mis muslos, ahí vuelve a mirarme a los ojos.
- Vi antes a Romeo entrar y decidí saludar, tu escolta de fuera tampoco se negó mucho, sabían quien era.
El asiente.
- Tengo que haceros una pregunta - vuelvo a hablar.
Ellos se asombran y asienten otra vez para que siga hablando.
- ¿ Quién creéis que me fallará de mi familia ?.
Si antes estaban sorprendidos ahora no sé como están.
- ¿ Cómo te va a fallar alguien de tu familia Helena ? Los Ferragni estáis muy unidos - replica Romeo.
Miro hacia Leo, su mirada ahora es de enfado.
- Nadie va a hacerte daño.
- ¿ Por qué ayer Fabio me dijo que si viera algo en mi casa que me pareciese raro fuese a junto de ti ? - pregunto sin dejar de mirarle.
El no se mueve y mira hacia el ordenador durante unos segundos.
- Supongo que porque sabe que yo no te lastimaría - dice despacio.
- Creo que sobro en esta conversación - Romeo se levanta y yo le toco el brazo para que se vuelva a sentar.
- Antes del baile tendré mis respuestas Leonardo, me he cansado de esperar a que tú me cuentes que pasó esa noche, he decidido buscarlas por mi misma.
El se levanta de golpe y tira la silla al suelo.
- Te dije que lo dejaras estar Helena, así lo que estas haciendo es buscarte problemas, y tal y como están las cosas en nuestras familias deberías parar - dice cabreado.
- ¿ Por qué no te despediste de mi cuándo me fui a Estados Unidos ? - le reprocho.
El me mira furioso, respirando cada vez más fuerte pero no responde.
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Respira (Crónicas de la mafia #1)
General FictionHelena Ferragni empieza su último año en la universidad como estudiante de medicina , lleva una vida tranquila en Estados Unidos desde que su madre la mandó lejos de Roma y de los problemas . Sin embargo , ya no es tan fácil huir cuando tienes que...