HELENA
Mi madre nos regaló a mis amigos y a mi, una sesión de Spa, estuvimos por la mañana recibiendo masajes por todo el cuerpo y cremas que dejaron mi piel tan suave como la de un bebé, olía a vainilla con chocolate, creo que no podría sacarme este rico olor hasta mañana.
Por la tarde tuvimos peluquería y nos maquillaron también para la fiesta, las familias mas poderosas de Italia estarían en ella, y mi madre quería que todos estuviéramos fantásticos, al salir del Spa la noté un poco nerviosa y aproveché a preguntarle al llegar a casa, no quería que me contase algo delante de mis amigos, ellos estaban alucinando con su estancia aquí.- Mamá, ¿ estás bien ? te noto un poco nerviosa y creo recordar que a ti estás fiestas no te hacían sentirte así - comiendo a decir.
Ella me mira y me sonríe con ternura.
- Es que estos años me sentí rara yendo al Baile y no hablar con Valentina, para mi fue duro que nos dejásemos de llevar - contesta apenada y esta vez con una sonrisa triste.
- Estoy segura que ella también te echa de menos mamá, igual esta noche por fin habláis - digo esperanzada.
- Es su decisión, no puedo hacerle nada - la abrazo y ella suspira - vete a junto de tus amigos y comenzar a vestiros, yo iré a calmar a tu padre, creo que no quiere admitir que el primer novio de su hija sea Leonardo Corleone - dice riendo.
Si, era mi novio pero solo había recibido un mensaje de él en todo el día.
Primero se vistió Ben ya que se iría con Benja e Ivy, cuando mi amiga se terminó de vestir le coloqué un collar en su cuello, ese vestido lo pedía a gritos, además, quería que estuviera tan guapa que Benja se quedara con la boca abierta.
- Es precioso Helena, me siento responsable llevándolo, lo cuidaré muchísimo - dice abrazándome.
Alguien llama a la puerta y la abro rezando para que no sea ni Mircella, ni su madre, ambas se habían ido de casa a primera hora de la mañana para pasar el día juntas, o eso habían dicho, pero la casa estaba feliz sin ellas.
- Helena, ya vinieron a buscar a tus amigos, el chico está esperando dentro de su coche en el portal - me dice Agatha con una sonrisa.
- Dile a los de seguridad que le dejen pasar, y que entre hasta la puerta principal, es el novio de Ivy y hay que tratarle como se merece - digo con una sonrisa y mirando a mi amiga que por primera vez la veo ilusionada por un chico.
- Esto es como ir a los Oscar - dice Benja riendo y cogiendo de la mano a Ivy, ambos bajan y me quedo sola en mi habitación.
Ya vestida decido ir a la habitación de Teo, hoy se encuentra un poco mejor y me gusta pensar que parte de esa mejoría fueron por mis cuidados, llamo a su puerta y le digo quien soy para que me deje pasar.
Al entrar le veo con su vista pegada a su tablet.
- Que susto, pensé que eras mi madre o mi hermana, iba a hacerme el dormido - levanta la vista y me mira. Sus ojos se abren de par en par y sonríe - Madre mía... estás increíble Helena - dice haciendo girar su dedo para que de vueltas y verme mejor.
Doy una vuelta y le veo asentir.
- Dios mío, a tu padre le va a dar algo cuándo te vea así vestida - dice riendo.
- Ya me ha visto menos...vestida, en mi época joven - digo con una sonrisa y poniendo mi mano en su frente para ver la temperatura.
- No tengo fiebre tranquila - dice mirándome embobado.
- Me alegro entonces, venía a hacerte una pequeña visita.
La puerta se abre y aparece mi madre ya vestida con una sonrisa de felicidad.
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Respira (Crónicas de la mafia #1)
Ficción GeneralHelena Ferragni empieza su último año en la universidad como estudiante de medicina , lleva una vida tranquila en Estados Unidos desde que su madre la mandó lejos de Roma y de los problemas . Sin embargo , ya no es tan fácil huir cuando tienes que...