Pov Ryuu
Porque será que Takahashi siempre sabe lo que necesito, no sé cuánto tiempo más pueda retener estos sentimientos que llevo dentro; me siento tan feliz, estoy literalmente en una montaña rusa emocional.
Estoy enamorado de cada una de sus peculiaridades, sus ronquidos al dormir, sus extrañas expresiones para cada ocasión, su amabilidad, su enorme corazón, la forma en que me mima y me protege, sus cenas quemadas, los chocolates que intenta esconderme debido a su vergüenza, sus preocupaciones, su orgullo que de vez en cuando juega en contra de sí mismo. Lo amo, lo amo tanto; que mi garganta está cansada de tantos nudos que le provoca no poder admitir mis sentimientos, mi pecho de latir tan rápido, mi estómago de revolotear, y sobre todo mi mente, que tiene que enfrentarse a cada una de mis estúpidas decisiones que siempre me lleva al fracaso.
Takahashi me está haciendo tan feliz, pero eso al mismo tiempo me está volviendo infeliz. No me basta con solo quererlo, quiero más, sé que estoy siendo egoísta, pero ya no me siento conforme con solo mirarlo desde lejos. Quiero un embriagador y empalagoso amor del que no pueda salir fácilmente...
Era domingo, por lo que no teníamos que trabajar, era perfecto, ya que debíamos arreglar las cosas con Takahashi. Había logrado ahorrar un poco de dinero, por lo que decidí usarlo para ir a una cena. Al principio se negó, pero luego de insistir en que necesitábamos conocernos mejor, acepto, pero tuvo la condición de que no teníamos que ir a un lugar lujoso.
Me encontraba bastante nervioso, no sabía que ponerme, hacía demasiado calor y sería mi primera "cita", aunque de seguro que él no la tomaba como tal. Takahashi pidió que fuera en un lugar más casual, por lo que intenté ser discreto sin verme mal: me puse una musculosa negra, junto a una camisa a cuadros, un jean negro y unas borceguies de cuero; de seguro moriría ahogado por el sudor, pero estaba tan nervioso que no podía pensar correctamente.
...
Pov Takahashi
Ryuu me invito a cenar, era domingo, no podía usar ninguna excusa, y más ya que estábamos viviendo juntos; diablos esto se está pareciendo cada vez más a una cita; me moriría de los nervios si fuera en un lugar lujoso y tuviera que usar un traje, por lo que casi le rogué que fuera en un lugar casual.
¿Qué se debe usar en un almuerzo? ¿Y en una cita casual? Me estoy pareciendo cada vez más a una mujer que tiene una cita con el chico que le gusta, aunque es casi lo mismo. Tomé un abrigo bastante grueso, un jean y las zapatillas más limpias que tenía. Podría explotar de los nervios que sentía.
Tarde un rato en llegar al lugar elegido, nunca lo había visto; pero según Ryuu era el lugar de un conocido, por lo que me sentí un poco más confiado.
Dejé mi camioneta en el estacionamiento, y empecé a caminar hacia la entrada, cuando vi a varias chicas y chicos mirando fijamente a un lugar, me dio curiosidad, por lo que lleve mi mirada hacia ahí; ¿Qué rayos era eso? Brillaba mucho; cuando mi vista se aclaró, descubrí que era Ryuu; no es que tuviera brillos, si no que aquellas ropas casuales le sentaban perfectamente, haciéndolo ver con una apariencia algo rebelde pero no dejando de lado su parte tierna.
La gente que lo miraba parecían perros hambrientos en busca de alimento; me daban bastante desagrado, en especial porque aquellas miradas estaban dirigidas hacia él.
Levanté mi mano lo llamé y corrí hacia él; al hacerlo, Ryuu me mostró aquella sonrisa de la cual estoy perdidamente enamorado, lográndome congelar por algunos segundos, pero de igual manera él vino hacia mí. Haciendo que la mayoría de las miradas se alejaran.
Entramos en lo que parecía un restaurante familiar, Ryuu me dijo que me sentara, que él iría a saludar al dueño; me senté en un sillón al lado de la ventana mirando hacia el exterior. Pasado un rato Ryuu se sentó en la mesa, pidió disculpas por la tardanza y empezamos a ver que pediríamos; había una gran variedad de comidas, era difícil elegir, todas parecía deliciosas; creo que mi confusión se notó demasiado, ya que Ryuu que estaba en el sillón de enfrente se sentó a mi lado intentando ayudarme, logrando exaltarme aún más.
En el almuerzo tuvimos una larga y agradable conversación, es muy divertido estar junto a él, puede lograr que cualquier tema aburrido se vuelva divertido siempre y cuando salga de su voz... Ryuu parecía no tener fondo, comía y comía sin parar, cuando no pudo más con el almuerzo pasó al postre, pero los cocineros y los meseros parecían estar acostumbrados, ya que todos lo miraban con cariño y les resultaba algo chistoso.
Por fin; la bestia ya se había llenado. El calor comenzó a aumentar, pero a Ryuu no parecía afectarle demasiado, mientras que a mí me estaba matando.
Decidimos dar un paseo por aquel barrio, Ryuu miraba con nostalgia cada cosa que pasaba por sus ojos, lo que me resultaba bastante gracioso. Seguimos así hasta que llegamos a una cancha de básquet, donde el intrépido Ryuu decidió meterse a jugar, me invito, pero estoy muy viejo, ya no tengo su misma energía. Hablando de eso, ¿Qué edad tiene?
Parecía un experto, sus movimientos estaba en un total acorde con el balón, pero lo que más me sorprendió fue su rostro, mientras se movía tenía una cara de seriedad total, la cual nunca había visto en él... Termino el juego y Ryuu vino disculpándose nuevamente ya que se había metido demasiado en el juego, asentí sin problemas, había sido entretenido descubrir aquella nueva faceta suya. Ató su camisa en su cadera; estaba totalmente traspirado, odio admitirlo, pero me resultaba bastante erótico.
Luego de que bajara el sol volvimos la posada, donde me tire cansado al sillón, mientras que Ryuu se fue a tomar un baño. Preparé la cena, pero no me extraño que a Ryuu no le entrara nada más por la boca, en especial considerando que hizo ejercicio menos de media hora después de comer.
Más tarde empezó a vomitar, pobre, parecía destrozado, algo le debía haber causado un malestar bastante grave. Le aconsejé que durmiera en mi habitación, ya que quedaba más cerca del baño; pero Ryuu con un leve rojo en sus mejillas se negó.
En el medio de la noche me levante con ganas de ir al baño, me sorprendí al encontrarme a Ryuu dormido al lado del inodoro, fue una escena bastante cómica pero algo triste al mismo tiempo. Lo tomé en brazos y lo llevé a mi cama, no quería dormir en el suelo ya que yo tampoco me sentía del todo bien, por lo que terminamos durmiendo los dos con las espaldas enfrentadas.
Fue una pésima idea, ya que toda la noche sentí como mi corazón latía rápidamente, al darme la vuelta noté como un fuerte rojo se adueñaba de toda mi cabeza mientras su inocente cuerpo se pegaba a mí en busca de calor.
A la mañana siguiente a duras penas ambos fuimos al trabajo, le aconsejé que se quedará pero no quiso ceder. Ryuu evitaba mirarme a los ojos, no lo culpo, llevarlo a mí misma cama, fue un acto bastante descuidado de mi parte.
El trabajo lo sentí más arduo de lo normal, el malestar de la noche anterior no se había disipado aún, pero no podía quejarme, ya que Ryuu se encontraba en un peor estado que el mío.
Terminamos la jornada de trabajo y me quedé esperando a Ryuu en la entrada de la construcción; pensé que estaba tardado demasiado; cuando noté como corría hacia mí no pude evitar que una gran sonrisa se posicionara en mi boca. Diablos, es tan lindo.
Mi camioneta se había roto, por lo que estábamos esperando a un taxi, tuvimos una agradable conversación, en realidad fueron quejas sobre lo cansado del trabajo, pero no dejaba de ser tranquila y relajante. Hasta que nuestra conversación fue interrumpida.
-Hinata!!!- Se escuchó como una voz femenina llamaba a ese nombre.
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Al descubierto [Yaoi/Gay]
Romance¿Qué sucede cuando dejas tu corazón al descubierto? Portada hecha por: Xironic • La historia me pertenece por completo. • No copiar ni completa ni parcialmente. • Historia de género lgtb.