Cicatrices

2.5K 202 8
                                    

Pov Takahashi

Ayer fue un día de los más extraño, comenzaba un viaje de trabajo juntó a mi jefe y un compañero, no sé como pero todo termino muy mal.

Me levante temprano a la mañana y los dos ya estaban levantados Ryuu me miraba como siempre alegre y emocionado, mientras que el jefe parecía que no había logrado sacarse la molestia por lo ocurrido en la noche anterior. Nos subimos al auto y por fin llegamos a la construcción, nos dieron algunos trabajos; como siempre, debido a mi gran tamaño terminan dándome los peores trabajos y los más cansados, el jefe se quedó hablando con el supervisor de aquella construcción, y Ryuu como siempre se movía erráticamente por todos lados haciendo su trabajo; me tocó ayudar a levantar algunas paredes, estaba totalmente traspirado, pesaba mucho; o eso es lo que pensaba, cuando escucho la voz del pequeño, me voltee y lo vi llevando una pesada viga sobre el hombro, quede algo shockeado, sabía que era fuerte, pero no pensé que pudiera hacer trabajos tan complicados con su pequeño cuerpo. Pasaron algunas horas más, sentía que el día no terminaría nunca, pero la luna quiso tomar su protagonismo, y por fin pude sentarme, estaba prácticamente bañado en traspiración, pero por en cambio Ryuu no parecía tener muchos problemas. ¿De dónde diablos salía la fuerza de este chico? Al llegar a la posada de aquella ciudad no sentamos a descansar, Ryuu comenzó a preparar una cena, el jefe decidió darse una ducha, y yo senté mi destruido cuerpo en el sillón. El silencio se hacía aburrido, Ryuu estaba metido en sus propios pensamientos, por lo que decidí romperlo.

-¿Cómo puedes tener tanta fuerza siendo tan pequeño?- Dije entre suspiros.

-¿Crees que por qué sea pequeño no pueda tener fuerza?- Dijo algo enojado

-No, me gusta esa parte tuya, tu lindo y pequeño cuerpo, es totalmente opuesto a tu personalidad.

-Mm!?-Vi como un fuerte escarlata se adueñaba de todo su delicado rostro hasta sus orejas.

-Agh- Debo aprender a cerrar mi bocota, no debería avergonzar así a los jóvenes, un momento, ¿por qué debería avergonzarse?

El ambiente volvió a quedar en silencio, pero esta vez era incómodo, bastante. Nos quedamos así unos minutos, en ningún momento Ryuu se volteó, y el rojo de su rostro no parecía querer cesar. Rompió el silencio el jefe, que luego de la ducha, nos comentó que tenía que ir a hablar con el supervisor de esta construcción sobre nuestro siguiente trabajo.

Cenamos en completo silencio, en ningún momento Ryuu me miró a los ojos, ¿le abre echo algún mal? Luego de la cena, él se sentó a leer un libro en el sillón, parecía que el silencio era bastante aburrido, ya que el raramente leía. Me senté a su lado con intenciones de hacer las pases, pero Ryuu no quiso mirarme, pasaron algunas horas, me desperté luego de una muy breve siesta, queriendo irme a mi cama, pero sentí un aire fresco en mi cuello, Ryuu estaba completamente dormido sobre mi hombro, su entre cortada y leve respiración la sentía tan dulce cuando se encontraba en mi cuello.

-Jejeje es muy liviano- Dije susurrando.

Será mejor que lo lleve a su cama antes de que ocurra algo como lo de hace una semana, sé que no tengo buena relación con su yo dormido.

Mientras lo cargaba hasta su cama, vi como sus grandes y hermosos ojos azules estaban entrecerrados, y el pequeño soltó una risa algo burlona, pero muy tierna.

-Jejeje, eres tan cálido- Dijo el pequeño descarado.

...

Pov Ryuu

Este viaje me ha traído tanto, buenas como malas experiencias, mi jefe descubrió mis sentimientos hacia Takahashi, pero mi relación con éste, está evolucionando lenta pero hacia un buen futuro.

Muchos de los que me ven trabajar, se preguntan el origen de mi extraña fuerza, no es muy difícil de explicar, pero no es de mi agrado hablar del tema: desde niño mis padres siempre fueron abusivos, al cumplir los 7 años, ya estaba haciendo trabajos de obra para la casa, limpieza, cocina, hacía las compras, incluso, cuando no tenían suficiente dinero, me mandaban a trabajar; pero, aunque me maltrataran física y verbalmente, nunca lloraba, estaba tan acostumbrado que aunque sintiera dolor físico no podía llorar. Hasta que, a los 15 años explote y decidí escapar, en ese momento fue cuando me encontré con Takahashi. Ahora soy un joven de 17 años, que disfruta de un trabajo bien pagado, y grandes compañeros que me aprecian y no me maltratan, tal vez no pueda contarles de mi homosexualidad, ni pueda decirle a Takahashi mis sentimientos, pero, con lo que tengo ahora soy más que feliz.

Eh tenido alrededor de mi vida, tanto mujeres como hombres que se me han confesaban, pero estaba tan harto de todo, y tenía tanto trabajo, aparte de que me daba miedo que conocieran a mis padres; incluso ahora tengo miedo de que me encuentren y que me obliguen a volver a aquellos días de trabajo forzado y soledad. Además de que nunca llegue a enamorarme hasta que me encontré con Takahashi, sentí como mi corazón volvía a latir de una manera errática que no había sentido nunca, y como me llenaba de una sensación de calidez que invadía cada parte de mi cuerpo, él fue mi salvación, le debo todo lo que soy ahora, por eso, lo mejor es que no le confiese mis sentimientos, sería como desechar toda la amabilidad que él me brindó.

La gente suele mirarme raro o con desagrado, y la verdad, no las culpo, que alguien que tiene una apariencia como la mía, tenga este tipo de trabajos, no es lo normal, ni siquiera mis compañeros ni me jefe saben mi verdadera edad, y ese si es un secreto que no se lo contaré a nadie ni dejaré escapar; porque si el jefe se enterara, y me despidiera, me quedaría sin nada, solo, y me vería obligado a vivir en las calles, o peor aún, a volver con mis padres.

Luego de otro agotador día de trabajo, el jefe nos invitó a unas aguas termales, reclame mi rotundamente odio hacia aquellos lugares, pero mis comentarios no parecieron de mucha importancia, por lo que fui totalmente en contra de mi voluntad forzado a ir.

...

Pov Takahashi

Llegamos a las aguas termales, no sé porque Ryuu no quería venir, pero una ocasión como esta en la que el jefe nos pague una visita, no sucede todo el tiempo, por lo que no podía permitir que se quedara.

Entramos en una gran vestidor, tome unas toallas, y me senté a relajarme, también lo hizo el jefe el cual parecía tan agotado como yo, tal vez él no tenga que levantar paredes, pero el trabajo en la oficina está lleno de estrés y cansancio, por eso lo respeto tanto. Paso un rato y ambos notamos que Ryuu no se había metido, nos preocupamos, así que salimos a buscarlo, nos empezamos a desesperar al no encontrarlo por ningún lado, no estaba en ninguna parte del baño, ni en el vestidor, tomamos rápidamente nuestra ropa y lo buscamos por todo el gran edificio.

-Diablos, ¿Dónde se metió este niño?

Llamamos muchas veces a su nombre, pero nadie respondía...

Luego de mucho buscar, lo encontramos sentado al lado de la máquina de bebidas escuchando música muy fuerte mientras tomaba una bebida energética. Estaba tan cabreado que lo tome del brazo con fuerza y lo llevé al vestidor, Ryuu comenzó a quejarse, diciendo que parara, que no quería entrar, pero metido en mis pensamientos le saque la camisa, y me voltee para tomar una toalla, me di cuenta que algunos hombres lo miraban fijamente, ¿Qué sucedía? Al voltearme, note multiples cicatrices, tenía dos de bala, una en la parte alta del codo del brazo derecho, y la otra en la zona del hígado, también tenía otra que parecía muy vieja, era una quemadura de cigarrillo, entre otras las cuales no les pude encontrar un origen fijo.

Quedé boquiabierto, la imagen del niño el cual creía era tan inocente y frágil, se rompió en un instante.

-Ryuu, eso es?

Él no se atrevió a levantar la mirada, solo se dignó a inclinar su cabeza, cuando logre ver sus ojos, aunque no directamente, vi una mirada vacía, sin sentimientos, que me dejó un escalofrío recorriendo mi espalda, en ese alegre chico, esa mirada, se veía completamente extraña, me dejaba un sentimiento de pena y lastima hacia el pequeño niño.



Al descubierto [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora