Gracias...

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Pov Ryuu

Sé que no debí haberles contando la verdad... Pero como estaba mejorando mi amistad con Takahashi me estaba destruyendo el mentirles; sentía la presión de una relación con mentiras; se estaba creando un nudo en mi garganta que no me dejaba respirar, todo lo que decía tenía que ser revisado cuidadosamente para que no se escapara nada. Amo a Takahashi, lo amo demasiado, no puedo pretender que él me aprecie y me corresponda si yo no soy sincero.

Se lo que sucederá; me da mucho miedo, pero no puedo contenerlo más. Como un regalo del cielo llegó Akira, no solo su llegada me alegro inmensamente, ella me permitió soltar mis cadenas y contarles todos mis secretos a las personas que aprecio tanto.

Recordar todo mi pasado como si fuera un cuento me trajo una tristeza nostálgica; recordé mis labios que siempre tenían que permanecer sellados ante el temor; la profunda soledad que sentí hasta que Akira llegó a mi vida, su perdida; mis tiempos en la calle, el frío, el hambre, la oscuridad. Es increíble como un simple relato sobre mi pasado pudo afectarme al punto de sufrir como lo estoy haciendo.

Luego de contar toda la historia nos quedamos en un profundo silencio; tanto el jefe como Takahashi no parecían saber que decir; y no los culpo para nada, la historia no es nada bonita; el jefe parecía estar reflexionando sobre algo, por en cambio Takahashi estaba en silencio sin mover un musculo, mirándome fijamente; me daba algo de miedo, pero sus ojos penetrantes me regalaba una sensación de comprensión que me llenaba de felicidad.

-Takahashi, señorita; nos dejan a Ry- es Decir a Hinata y a mí a solas unos minutos por favor.- Dijo el jefe.

Sentí como un escalofrío recorría toda mi espalda; estaba atemorizado. Tanto Takahashi como Akira abandonaron la habitación dejándonos en silencio.

-No quería creerlo al principio; pero reflexione sobre tu historia y; ¿Eres menor de edad verdad?-

Lo sabía... Él es muy inteligente, era obvio que se daría cuenta. Asentí torpemente sabiendo mi final. El jefe separó sus piernas y tomo entrelazo los dedos de su mano.

-Me agradas mucho Hinata; pero eres menor de edad; no puedo arriesgar a toda la compañía y al trabajo de todos por una sola persona; y aunque no lo fueras, me mentiste sobre tu identidad; si no puedo confiar en mis trabajadores. ¿Qué haré?-

Me quedé sin palabras, el jefe tenía razón; no podía cuestionarle; después de todo les mentí descaradamente a todos por mi torpe egoísmo.

-Por favor recoge tus cosas. Lo lamento; pero tengo que despedirte.-

No tenía el derecho de llorar ni rogarle; era mi culpa después de todo. Me levanté del sillón; había estado tanto tiempo sentado que mi cuerpo había quedado marcado en el negro cuero.

-Cuando seas mayor de edad; si aún lo deseas, puedes volver y charlaremos sobre la posibilidad de volver; pero ahora mismo no puedo hacer nada. Si puedes llama a Takahashi-

Caminé hacia la puerta, me detuve por un segundo para voltearme, sonreírle y decirle torpemente:

-Claro. Nos vemos jefe.- En contra de mi voluntad; dejé caer una lágrima de mi rostro.

Salí de la habitación. El sol me pegaba fuertemente en el rostro, dejándome la vista algo nublada por algunos segundos. Miré alrededor y estaban Akira y Takahashi; se les notaba el ansia que tenían por saber.

-Takahashi; el jefe te llama dentro. Vamos, Akira.- Dije intentando se lo más serio posible.

Tomé fuertemente la mano de Akira y salí caminando rápidamente. Takahashi intentó detenerme, tomándome del brazo, pero no quería llorar en frente de él; no podría soportarlo. Logré abandonar la construcción sin derramar ninguna lágrima. Pero, al salir a la calle; Akira me tomó del brazo y me llevó a un callejón, donde rompí en llanto. Ella me abrazo intentando reconfortarme; lloré hasta la última gota; me sentía destrozado, no podía más, la situación me estaba matando.

...

Pov Takahashi

Mientras esperábamos impacientados afuera de la habitación; tuvimos una conversación con esta chica Akira. Intercambiamos números telefónicos y demás. Ninguno de los dos podía con el silencio que el ambiente creaba.

Cuando Hinata salió de la oficina se le notaba desolado y deprimido; quería abrazarlo, pero mi maldito orgullo no me lo permitió; su mirada se notaba un tanto vacía, pero al borde del llanto. Me dolió mucho verlo así; cuando me dijo que el jefe me llamaba y se fue, yo estaba confundido, pero entendí algo de la situación.

Entré en la oscura habitación donde el jefe me esperaba sentado en silencio. Me coloqué enfrente de él esperando a que entablara la conversación; pero, empecé a escuchar unos quejidos. ¿Qué sucedía? Me acerqué al jefe; me sorprendí muchísimo al ver como unas lágrimas caían de sus ojos.

-Y-yo lo salve de la calle, lo quería como al hijo que nunca tuve; y a-ahora que tengo que dejarlo ir, me regala una sonrisa t-tan llena de tristeza, que me hace querer correr ha-hacía él y abrazarlo.- Decía mientras intentaba aguantar las lágrimas.

Quería mantenerme firme; pero no pude evitar comenzar a llorar fuertemente; amaba a Ryuu, y ahora él desaparecería de mi vida seguramente para siempre; no podía soportar la idea de una vida sin él, era demasiado aburrida y solitaria. Se me empezó a contraer el pecho, se me armó un nudo en la garganta que no me permitía decir una palabra, estaba simplemente destrozado.

¿Qué podría hacer sin él? Me devolvió la esperanza en el amor que había perdido; llenó de luz todo lo que antes fue oscuridad; su sonrisa llegó hasta mi corazón logrando hacerlo latir nuevamente. Lo amo demasiado.

Luego de dejar caer muchas lágrimas, logramos tranquilizarnos; bajamos hasta la puerta, donde Ryuu nos esperaba con el bolso con sus pertenencias. Algunos trabajadores que se llevaban bien con él lo despedían con fuertes abrazos; ya no volvería a ser lo mismo en el trabajo.

El jefe y Ryuu quedaron enfrentados; Ryuu le pidió a Akira que sostuviera su bolso; tomo velocidad y le dio un fuerte abrazo al jefe.

-Gracias... Gracias por todo lo que has hecho por mí, nunca podré compensártelo gracias.- Decía mientras las lágrimas bajaban rápidamente por sus ojos. El jefe quiso evitarlo, pero termino llorando de la misma manera nuevamente.

-Gracias a ti Ryuu.- Se separaron un poco.- ¿Tienes donde quedarte?- Preguntó

-Si... Volveré a mi pueblo natal e intentaré terminar con mis estudios, me quedaré en la casa de Akira- Dijo Ryuu frotándose los ojos.

Al fin; quedamos solo Ryuu y yo. ¿Qué me diría? ¿Me abrazaría también? Quería rogarle que se quedara; pero era un acto muy egoísta; no podía impedir su partida ya. La mayoría de los chicos ya se habían vuelto a trabajar; solo quedábamos Akira el jefe y yo.

No llegamos a estar tanto tiempo juntos; pero él logró adentrase en mi vida y en mi corazón más rápido de lo que ninguno pudo hacer.

Ryuu se me acercó tímidamente, se veía muy lindo; aunque no puedo decir nada, estaba muriendo de los nervios y de la tristeza por su perdida.

Intrépidamente me tomó por la camisa haciéndome encorvar y me dio un tierno y dulce beso.

-Te amo Takahashi...


Al descubierto [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora