¿Escuchas eso?

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Pov Takahashi

¿Eh? Tardé en darme cuenta de quién era la voz, sin duda era la de Ryuu, pero era más grave. Me sentía muy feliz, era su voz, por fin podía escucharla luego de tanto tiempo, quería verlo, tenía que verlo inmediatamente.

Luego de que él gritara aquello, cortó la llamada y quedamos en silencio, solo se escuchaba el sonido del celular.

Rápidamente me levante del banco en el que me encontraba, tanto Akira como yo nos encontrábamos bastante exaltados.

-¿¿Dónde está??- Pregunté totalmente nervioso y emocionado.

Akira levantó la mirada y la giró en todas las direcciones posibles, noté que su vista se aproximaba en una de ellas y la señalo.

Tomé impulso y empecé a correr a la figura, era sin duda más alta que el Ryuu que recordaba, estaba vestida muy informalmente, y su cabello estaba largo y descuidado, ¿realmente ese era Ryuu?

-Ryuu!!! Espera!!!

Noté que la figura se tensaba y se detenía, para luego empezar a correr a toda velocidad, sin duda era él, empecé a cansarme, pero mi cuerpo no quería detenerse, por fin, por fin llegaba el día en el que podría volver a ver sus hermosos orbes azules que iluminan mis días, por fin podré ver esa sonrisa que recorre todo mi cuerpo llenándolo de una plena felicidad, ya era mi hora, no podía desaprovecharla.

En la esquina de la calle siguiente el semáforo estaba en rojo, por lo que Ryuu giró a una increíble velocidad hacia la derecha metiéndose en un callejón, intente igualarla, pero me fue imposible, ¿desde cuándo es tan ágil? Para mi suerte era un callejón cerrado, Ryuu miró en todas direcciones buscando una salida, mientras yo intentaba acercarme a él lentamente para no asustarlo. Se veía como un animal asustado, temblaba ante mi presencia, eso me trajo tanto un sentimiento de gracia como uno de tristeza, él se encontraba en ese estado por mi culpa.

-Ve-vete por favor - Dijo torpemente.

Debí haberlo escuchado, pero me encontraba desesperado, lo necesitaba en ese momento, no podía esperar más de lo que ya lo había hecho, estaba totalmente inconsciente de mis actos, mi cuerpo se movía junto a los latidos de mi corazón, ignorando completamente los gritos que mi cerebro le mandaba.

Me le acerqué y bruscamente lo tiré contra la pared, tome sus dos brazos y lo subí a la altura de su cabello, en ese momento me volví dueño de sus labios, me entrometí sin permiso en su cavidad bucal y explore cada zona de esta, mi lengua bailo junto a la suya, buscándose constantemente la una a la otra, el cuerpo de Ryuu se negaba y me rechazaba, todo menos su boca, ésta me buscaba desesperadamente al igual que la mía, el oxígeno empezaba a hacernos falta, pero ninguno de los dos quiso detenerse. Me separé de él durante un segundo para tomar algo de aire.

Diablos...

Se veía tan sexy, sus ojos se veían perdidos y llorosos, sus mejillas se encontraban totalmente rojas, y lo único que nos mantenía unidos era un hilo de saliva. No pude evitarlo, ante esa erótica imagen me volvía a sumergir entre sus labios, soltando sus brazos y tomando su cabello violentamente para que nuestra cercanía aumentara, Ryuu gimió lográndome existir aún más, coloqué su pecho contra el mío y nuestros cuerpos quedaron totalmente unidos. Lo necesitaba tanto, este acto demostró como mi cuerpo no puede vivir sin el suyo, lo necesito, me hace falta su calor, su calidez y la radiante luz que emana. Me alejé lentamente de su cuerpo y boca, mordí su labio inferior que se encontraba totalmente húmedo e hinchado, es tan lindo, me hubiera gustado que ese beso durara para siempre.

-¿Por qué?

Me alejé un poco más, no entendía la situación, ¿a que se refería con por qué?

-¿Por qué me haces esto?- Noté como una lágrima caía de sus hermosos ojos, detesto verlo llorar.

Con mi mano lo tome de su cabello y lo acerqué a mi pecho, donde sentí como sus lágrimas se deslizaban sobre mi ropa, pero no me importaba, lo tenía a mi lado y no lo dejaría escapar de nuevo.

Su apariencia había cambiado muchísimo, él es tan solo un poco más bajo que yo, su cabello se volvió largo y rebelde, tiene muchas perforaciones en su oreja derecha, su voz es más grave y amarga, y se viste un poco más sexy y maduro que antes. Pero no me importa, aún y tan cambiado, lo sigo amando como antes, si no es que más.

-¿Escuchas eso? Es mi corazón, que late rápidamente porque estoy contigo, ¿lo entiendes ahora?

(...)

Pov Ryuu

Aferrarme tan desesperadamente a esos deliciosos labios, diablos, se sentía muy bien, pero mi mente me recordaba a cada momento el insoportable dolor que sentí. Cuando por fin nos separamos para recuperar oxigeno pude notar la sexy expresión de Takahashi, no sé qué sucedió, pero lamió sus labios de manera provocativa y se unió a mí violentamente, soltando mis brazos y abrazando mi cabello, nunca me había sentido tan bien besando a alguien, pero sabía que algo faltaba, habían pasado años desde nuestro último encuentro, no sabía nada de Takahashi y él tampoco nada de mí. Ni siquiera estaba seguro de que fuera correspondido

No pude evitar preguntarme el por qué, si me había abandonado aquel día, ¿por qué me buscaba desesperadamente?, tardé demasiado tiempo en superar su partida, no quería pasar por eso de nuevo; pero sus labios se sentían como el fruto prohibido, estaba traicionando todos mis sentidos al unirme con él, pero mi cuerpo cayó ante la tentación, mi labios encontraron su ritmo y de ninguna forma se separarían, su aliento olía a un tabaco y menta que me extasiaba, sus labios eran de un dulzor que nunca antes había conocido, mi cuerpo simplemente se rindo ante tanto placer.

Sin mi consentimiento las lágrimas brotaron de mis ojos, maldición, de seguro me veía como un estúpido llorando de esa manera, pero no podía evitarlo, era demasiado para tan poco tiempo, me encontraba totalmente confundido, mi cuerpo no podía moverse y mis piernas temblaban. Mientras intentaba entender la situación Takahashi me tomó en sus brazos regalándome su calor y un hombro en el cual llorar, me aferré desesperadamente a él, me sentía tan seguro a su lado, sentía como si ya nada malo pudiera sucederme siempre y cuando me encontrar junto a él, un corazón latía rápidamente, pero debido a nuestra gran cercanía, no se pudo definir de quien provenía, probablemente era el mío. Entre mis llantos me di cuenta de que Takahashi me estaba intentando decir algo, por lo que levante mi totalmente mojado rostro y lo miré a los ojos: "¿Escuchas eso? Es mi corazón, que late rápidamente porque estoy contigo, ¿lo entiendes ahora?"

Diablos.

Salté a sus brazos sin miedo alguno, ¿sería mentira?, ¿me estaría engañando?, nada importaba en ese momento, solo quería abrazarlo y no soltarlo nunca, las palabras que quería desesperadamente escuchar desde que note los indicios de mi profundo e inigualable amor fueron dichas, y sentí como mi corazón se llenaba de un hermoso sentimiento de calor mientras mis lágrimas continuaban rodando de mis ojos y mis mejillas se tornaban de un fuerte escarlata.

No sé cuánto tiempo estuvimos abrazados, pero ninguno de los dos quiso ceder ante el reconfortante abrazo, de seguro al amanecer me arrepentiría, pero en ese momento, hasta mi mente se había olvidado de sus propios principios, esa noche, todos mis sentidos y cuerpo le pertenecían exclusivamente a él.

La luna se encontraba en su momento de máximo esplendor, y fue ahí cuando junto a Takahashi decidimos separarnos.

Me regalo una de sus sonrisas cálidas que logran que mi corazón se detenga por un segundo, como era de esperarse, me sonrojé al instante, y le devolví una torpe sonrisa, ya que me sentía tan nervioso y emocionado que ni mis expresiones funcionaban correctamente.

No importa cuántos años pasen, no creo que exista alguien más para mí que no sea este hombre tan amoroso y egoísta.







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