Luna

CAPÍTULO UNO

Eran las once y media de la noche lo que significaba que faltaba media hora para la media noche y yo aún estaba a mitad del bosque sin encontrar el camino a la aldea, muerdo mi labio inferior con fuerza tratándo de controlar el miedo, lo último que deseaba era ser controlada por el miedo, y no sabia si era mi idea o no, pero me sentía observada desde hace un rato, y deseaba con todo el corazón que solo fueran imaginaciones mías.

Sabía cada leyenda, cada historia de terror echa para asustarnos y que no estuviéramos de noche en el bosque, y menos en Luna llena.

La luna desde hace mucho era considerada un enemigo,  y era porque era considerada la madre de los animales más peligrosos, los lobos, cada noche mataban y condenaban a familias, infringian terror, y era bien sabido que si te topabas con uno ya eras hombre muerto, y en este caso, mujer muerta.

Un suspiro lleno de cansancio y desesperación sale de mi boca, miraba y no podía reconocer nada, y sentía que llevaba pasando y dando vueltas por el mismo lugar.

Siento como todos mis sentidos se ponen alerta al sentir el ruido de una rama quebrarse, aprieto mis labios con fuerza, el primer pensamiento que llega a mi cabeza es lobo, miré de reojo para ambos lados, necesitaba estar segura, no quería llamar la atención de algún depredador, y si no era un lobo estaba segura que si entraba en pánico terminaría encontrándome con uno, sentí mi respiración pararse cuando de reojo veo a un lobo, estaba escondido entre los árboles más viejos y gruesos, joder, terminaría muerta.

Trate de idear un plan pero ni siquiera traía un arma, y me maldije internamente por ello, había sido una total idiota al confiarme de esta manera, pensé que nada pasaría si me alejaba un rato, pero al final termine perdiendome al regresar, moriría como una idiota ahora.

Así que sin más que hacer decidí que lo mejor que podía hacer era correr, no me quedaba de otra, era eso o ser devorada por el lobo sin dar la lucha, y yo lucharía, no moriría sin dar pelea, así que sin esperar otra acción por parte del animal salí corriendo como alma que me lleva el diablo, y no paso ni un jodido minuto cuando sentí a algo siguiéndome, ese monstruo casi me pisaba los talones.

No quería mirar hacia atrás, tenia la mirada puesta en el frente, quería creer que si hacía eso encontraría el lugar a casa, que lo vería y estaría a salvo y lejos de las garras de ese animal, pero en un abrir y cerrar de ojos mi pie se torció por pisar mal y terminé en el suelo, un sollozo se escapó de mi boca y entre en pánico,  y cuando intenté ponerme de pie para seguir mi marcha pude sentir una mirada fija en mi, el jodido lobo estaba frente a mi, sus ojos dieron con los míos y eran tan azules que llegaron a atraparme, me recompuse enseguida, el dueño de esos ojos era un animal que pronto me devoraria, busque con la mirada algo con lo que poder defenderme, solo encontré tierra, ramas delgadas y hojas, nada que pudiera darme una verdadera ventaja, y el animal a cada paso que daba más cerca estaba mi final.

Deje de respirar cuando su rostro y dientes quedaron  a una muy  pequeña distancia de mi cara, no me atreví a pestañear, prefería ser comida rápidamente, no quería que mis partes fueran arrancadas una por una mientras aún seguía con vida, deseaba morir sin tanto dolor, aunque eso era casi imposible.

Me atreví a mirarlo a los ojos, y eran tan intensos y atrapantes que no pude apartar esta vez la mirada, mi cuerpo se empezó a sentir pesado, mis párpados se querían cerrar y yo me dejé, tal vez mi final no sería con tanto dolor, así que me dejé llevar por los brazos de la muerte sin luchar.

Y lo último que sentí fue como ese gran lobo me lamía una mejilla, finalmente si seria la cena.