Capítulo 29

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Cuando llegue al punto de guerra abrí los ojos, esto era una masacre, sin perder tiempo me puse a pelear con los vampiros que se acercaban, no dejaría a ninguno vivo.

Sentí a uno detrás de mí pero fui rápida y me di la vuelta contándole la cabeza, busque con la mirada a Duncan y lo encontré luchando contra Hunter, planee ir y luchar juntos contra él, pero primero ayudaría a mi manada, aún quedaban vampiros y lo mejor era exterminar a los más que se pudiera.

Corrí hacia un lobo que estaba siendo atacado por cuatro vampiros, y como estos estaban muy ocupados no se dieron cuanta cuando la espada que traía conmigo les cortó la cabeza, mire al lobo y este me miró agradecido, yo le sonreí y seguí ayudando a los otros, pero cuando estaba terminando una fuerza extraña se apoderó de mí y me hizo caminar hacia Hunter, él cual ni sabía de donde había aparecido, trate de buscar con la mirada a Duncan y lo encontré tirado el el suelo, casi al borde de la inconsciencia, mi corazón se paró al verlo así, y sentí un odio tan grande hacia el causante de esto, cuando llegué a su lado me sonrió mostrando sus colmillos — Que placer verte nuevamente Jazmín, yo sin perder tiempo le di una bofetada la cual no dudo en devolverme y una exclamación se escuchó detrás, en un segundo estaba de espaldas a él y un cuchillo se encontraba amenazando mi cuello — Quería hacer esto por las buenas, pero no me dejas otra opción — su voz cantarina me daba entender cuanto disfrutaba esto.

— Déjala ir Hunter — una voz débil se hizo presente y la conocí al instante, venía caminando hacia nosotros, casi ni se podía su cuerpo y un pequeño grito salió de mi garganta sin poder evitarlo, quise acercarme a él pero al sentir el filo del cuchillo no pude, me sentí tan impotente al verle — Hazme lo que quieras a mi pero a ella déjala en paz — sus ojos se veían tan desesperados y una lágrima cayó por su mejilla y yo negué con la cabeza, porque tenía que pasarnos todo esto a nosotros.

— Lamento decirte que no será posible — dijo burlándose — Para convertirme en Alfa necesito una luna y que mejor que ella — dijo acariciando mi cuello con sus dedos — Pero claro, tengo que matarte, aunque podría tenerte de exclavo de por vida, obligado a servirme a mi y a mis futuros herederos — un gruñido salió de su garganta pero estaba demasiado débil como para convertirse, yo quise llorar, gritar y muchas cosas más.

— Hunter, por favor déjala ir — se dejó caer de rodillas y pidió por mi libertar, mientras que la manada lloraba por la caída de su Alfa en la inconsciencia, el se estaba humillando ante su enemigo y a pesar de ser la peor de las humillaciones lo hacía por mi, y al no escuchar respuesta del monstruo que se encontraba detrás de mí grito — ¿Que es lo que quieres maldita sea, que es lo que quieres? — yo cerré los ojos mientras por mi cabeza pasaba una idea, una idea que aunque fuese peligrosa era la única alternativa.

Lo mire una vez más, sus ojos dieron con los míos y trate de transmitirle toda la confianza posible, quise decirle con esa mirada tantas cosas y esperaba que él las entendiera.

— ¡Levantate! — dije tratando de que mi voz sonara aburrida — El show fue bueno, hasta te daría un premio por la actuación — dije mirándolo mis uñas restándole importancia aunque a cada palabra algo se rompía dentro de mi, pero me obligue a seguir diciéndome que esto era por nuestro bien, esperaba que mis palabras causarán el efecto esperado en Hunter — ¿En serio creíste que te perdonaría por la muerte de mi hermano? — solté una carcajada salió de mi boca — Te sigo odiando Duncan — el agarre en mi cuello se estaba aflojando y sonreí internamente — Yo no te amo, no amaría al asesino de mi sangre, no pertenezco a ti — él me miraba atentamente, aunque podía ver el dolor en su mirada e internamente le gritaba que no creyera mis palabras, que no las escuchara porque yo lo amaba y todo había quedado en el pasado — No pasaría el resto de mi vida con un mounstro como tú — y eso fue suficiente para que mi corazón se rompiera y para que el agarre de Hunter en mi desapareciera, lo mire tratando de transmitirle cuanto lo amaba, que todo era falso.

— Así que al pequeño lobito le acaban de romper el corazón — dijo alejándose un poco de mi y acercándose a Duncan, lo agarró del cabello y lo obligó a mirarlo, la imagen era devastadora pero cuando Hunter me apunto me obligue a mirar la escena con aburriento, me mire una última vez las manos como si estás fueran mucho mas importante que lo que estaba ocurriendo frente a mi — Ni siquiera tú mate logró amarte — dijo volviendo a mirarle, y me dije a mi misma que había llegado el momento.

Caminé unos pasos en su dirección, a la distancia perfecta para poder contarle la cabeza sin herir ni por error al amor de mi vida — La verdad, no creo que lo haya amado, tal vez haya sido lástima, no lo sé — dije  encogiéndome de hombros, tenía que justificar mi cercanía y eliminar cualquier rastro de sospecha, y al parecer lo conseguí ya que   Hunter volvió su atención a Duncan y ya había llegado la hora, saqué la espada y sin miramientos corte su cabeza y un sin fin de exclamaciones se escucharon — ¡Larguense de este lugar si nos quieren terminar como él! — dije refiriendome a Hunter, los cuantos vampiros que quedaban se fueron rápidamente sin darle otra mirada a su líder.

Solté la espada y fue hacia Duncan, me arrodille a su lado y lo abracé, lo abracé tan fuerte, él me rodeo con sus brazos y me sentí en casa, porque él era mi hogar — Todo estará bien amor, todo estará bien — dije creyendo firmemente en mis palabras, saldriamos de esta, porque habíamos ganado la guerra y de ahora en adelante estaríamos tranquilos.

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