CAPÍTULO CUATRO

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Han  pasado dos días desde que escape del bosque y de aquella gran casa y no dejo de pensar en aquel chico de ojos azules y su forma de mirarme y aunque el miedo que tuve al saber que era un lobo no fue suficiente para dejar de pensarle y soñar con volver a verlo pero esos pensamientos se ven interrumpidos por la voz de mi madre - Hija la cena esta lista- Dijo con la voz suave y tranquila que le caracterizaba, me dirigí al comedor en donde se encontraba mi madre y mi hermano mayor.

Mire a mi hermano y este me sonrió, le sonreí de vuelta, adoraba a mi hermano mayor, era mi imagen a seguir, me senté a su lado y  después de eso nos dedicamos a comer lo que madre había preparado.

El primero en pararse de la mesa fue Joey dejándome a solas con mi madre la cual toda la comida se dedico a mirarme- ¿Qué ocurre Jazmín? -  dijo mamá mientras volvía a mirarme fijo, podía notar la preocupación en su voz.

Yo suspiré negando con la cabeza- Nada mamá,  no pasa nada ¿Por qué preguntas?- le dije tratando de sonar lo más convincente que pude, aunque la verdad seguía sin poder quitarme a ese chico de la cabeza y no sabia la razón.

- Desde que volviste del bosque te siento ida - en su voz pude apreciar lo preocupada que estaba, su mano tomó una de las mías y la apretó con cariño.

- Debo estar cansada , nada de que preocuparse - le sonrei tratando de tranquilizarla un poco, ella me sonrió de vuelta sin soltar mi mano aún.

- Sabes que puedes confiar en mi hija- dijo mirándome de esa manera que solo una madre podía hacerlo.

-¿Puedo preguntarte algo? - las palabras salieron sin poder evitarlo, y la verdad, tampoco quise hacer nada para detenerlas, ella me miró un momento para luego sonreir y asentir con la cabeza - ¿Qué significar Luna ? - mi voz salió casi como un susurro pero estuve segura que ella logró escucharme ya que sus ojos se abrieron como platos y soltó mi mano, yo la miré confundida.

- ¿ A .. A que t.te refieres con es..eso? - su voz ya no era tranquila al contrario, era desesperada y llena de miedo - ¿De donde sacaste esa palabra ? - su voz se compuso y volvió a ser suave y tranquila pero aún había rastros de terror en ella.

- La escuché entre los aldeanos, y me causó curiosidad- mentí, ella me miró fijamente y yo me encogí de hombros tratando de restarle importancia.

- Esta bien - dijo soltando un suspiro - ¿Tu sabes de los lobos y la diosa Luna cierto? - Preguntó a lo que yo  asentí con la cabeza  recordando cada leyenda, cada historia y recuerdos de los viejos de la Aldea - Toda manada tiene un Alpha y él no es nada sin su mate o su Luna como les llaman - mis alarmas sonaron al escuchar a mi madre decir eso - En resumen Luna es como se les llama a las parejas  de los Alphas - sentí como si me hubieran tirado un balde de agua fria y un escalofrío recorrió mi espina dorsal y el pánico volvió - ¿Qué ocurre hija? estás pálida - me miró preocupada y pasó sus manos por mi cara tratando de encontrar algún malestar.

Yo negué con la cabeza y traté de sonreir pero lo único que salió fue una extraña mueca, pero al parecer ella no pareció  notarlo- Sólo tengo sueño, voy a dormir - dije parándome para irme a mi cuarto, cuando estuve a punto de subir la escalera me volví a mirarla - Descansa mamá, te amo- ella me miró con una sonrisa y yo  subí las escaleras  hasta llegar a mi habitacion y encerrarme en el que sería mi único lugar para soltar lo que estaba sintiendo en este momento.

-Mi Luna, luna, por favor ábreme - escuché como alguien decía desde mi ventana, abrí mis ojos con sorpresa y pensé en la única persona que me había llamado así, como si mis pies tuvieran vida propia camine hacia mi ventana sin dudarlo, la abrí encontrándome con el chico que desde ese día no había podido sacar de mi cabeza, y al lobo.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora