Narrado por Bradley
Al llevar 20 minutos de camino noto que he dejado mi móvil en casa de Mía, puta vida ahora debo regresar y nuevamente verle el rostro a esa mujer. Medito un segundo en cuanto se llevarán Violet y la tal Sara. Parte de mi es-pera que se lleven bien, aunque sea mínimo solo así me disculparía esa mujer, pero pensándolo bien ¿desde cuándo me importa agradarle a alguien? Solo debo ser bueno para Mía.
Mientras paso frente a la Universidad de mi pequeña chica, no sé porque ni como, pero pienso en Brian. Se supone mañana debo volver a la mansión, volver a ver a Chad y al asesino, el asesino de Brian, lo más cercano a un amigo que jamás he tenido en esta miserable vida y que quien sabe si algún día volveré a tener; Siento rabia al pensarlo y no poder reclamar, no poder hacer nada para vengarle es la frustración que ahora cargo.
Anoche tuve un sueño en donde Brian me gritaba que salvara a aquella chica, sé que es lo que él hubiera querido de mí, que ella estuviera a salvo, pero ¿Cómo puedo hacerlo? Es su culpa que ahora este muerto. Sé que no podría jugármela por ella, acabaría igual o peor que Brian ¿Y Mía? Estoy a unos pasos de acabar metiéndola en líos, solo quiero que este a salvo y si debo elegir entre Mía y el mundo, la elijo a ella porque es mi mundo.
Chad tenía razón, morir es fácil, vivir con dolor es difícil, terminas anhelando la muerte a toda costa y si algo le pasara a mi pequeña chica, demonios, nunca me lo per-donaría.
Estaciono el coche frente a aquella casa blanca de tejado azul, bajo de este y mientras guardo las llaves en mis bolsillos mis ojos se encienden de furia al ver a Mía al lado de ese imbécil otra vez.
Ella no me ha notado, siento sabia al verla hablar con él y mis ojos se encienden cuando veo lágrimas en sus mejillas ¿acaso este cretino la hizo llorar?
—Ya Brett déjame, estoy bien— murmura Violet, él la toma de su muñeca y ella solo se limita a forcejear mientras se nota molesta.
—Solo quiero saber que tienes.
—No tengo nada— digo forcejando.
—Violet es por ese chico— dice un poco alterado.
Me acerco a este tomándole por los hombros y al encontrarlo tan desprevenido con facilidad cae al suelo, Violet por otro lado me ve sorprendida, pero le doy la espalda y clavo mi mirada furiosa sobre el pelinegro.
—ha dicho que la dejes.
Mi corazón se acelera por la adrenalina y lo único que se me antoja es matar a este imbécil. El chico se levanta cabreado dirigiéndose a mí con paso "intimidante" más so-lo consigue cabrearme demás.
Mía se posa delante de mí, intentando prevenir una pelea.
—Por favor, vete Brett.
El chico le ve molesto, la aparta de un empujón tirándole al suelo y provocándole un quejido, eso se convierte en la gota que derrama el vaso.
Lo tomo del cuello de su camisa gris deseándole lo peor.
—haré que te arrepientas.
Sonríe.
—Inténtalo.
Me golpea en la mejilla, dejándome un ardor sobre está, tendré un lindo morete sin embargo no espero más para volcarlo, lo tomo por el estómago tirándole al suelo mientras le golpeo directo a la cara, toma mi cuello y me asfixia quitándome encima suyo.
—Basta—dice Mía histérica, por el rabillo del ojo veo como hala de la camiseta a Brett mientras recibo golpes en mi estómago.
Logro golpear su rostro, y nuevamente solo veo golpes ir y venir.
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Amor deséame
Teen FictionLa vi en sus negras botas de cuero y diminuta falda, moviendo su cadera hacia la puerta mientras tarareaba una canción, suspiré resentido y aunque quería odiarla, maldecirla por dejarme una y otra vez, solo deseaba que volviese a mí. -vuelve pronto...