-Paulina, eh.. No sé que decirte. Me halaga tu confesión, pero es que yo estoy enamorado de alguien más.
Y no es que tengas algo malo, hemos hablado más estos meses y me encanta tu sonrisa, pero no, lo siento- la miré a los ojos y se le notaba que se estaba conteniendo para no llorar o algo.Me sentí de lo más fatal, así que la abracé y ahí fue cuando sollozó ligeramente y yo la acerqué más, no tenía que llorar, yo sólo soy un chico y ya.
Se separó de mí y entonces habló.
-Vale Alex, yo entiendo. Me gustas porque eres diferente, muy diferente y quién sea esa chica, tiene suerte, creéme.
Le sonreí y entonces salió.
Suspiré y vi que Angelie se había asomado por la puerta.
Caminó lentamente y se subió al escritorio del profesor, mientras me observaba.
Dió unas palmaditas a lado suyo y yo me acerqué.-Entonces-. Sonrió- ¿Esa chica soy yo?
Solté una risa nerviosa.
Ella giró la cabeza y me miró de nuevo.Algo me dijo entonces que podía besarle.
Y eso hice.-Sí, puede ser. Angelie, me gustaría que..- puso su dedo mis labios.
Pronunció un ligero "Shh"
Y en voz baja dijo lo que yo había querido escuchar desde hace tiempo:
"Sí, quiero ser tu novia."
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Notas a ella.
Teen FictionElla era la chica de la sonrisa rota. La que se sentaba justo a un asiento atrás. Podría decirle, mil versos, poemas, acerca de su piel blanca y su cabello negro. Pero aquí estoy, pegando rídiculos y cursis post-its en su libreta de tareas.