Me ha explicado que su madre ha conseguido un trabajo en Nueva York y que además allí vive su hermano, así que se mudaran con él.
Yo sólo la miraba y asentía.
No tenía nada que decir.
Me sentía muy mal y es que no dejaba de pensar en lo íbamos a hacer con esto.-Alex.. Eh, el vuelo es en unas horas. Me gustaría salir contigo todo el día- dijo y salimos de su habitación.
Fuimos al cine, a comer y a un parque.
Hablamos un rato y yo me iba a guardar esto, pero no lo aguanté.-¿Y qué nos va a pasar si te vas?
-Bueno... No creo en relaciones a distancia.
-Yo menos.
-Podemos intentarlo.
-Sí, podemos.
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Notas a ella.
Teen FictionElla era la chica de la sonrisa rota. La que se sentaba justo a un asiento atrás. Podría decirle, mil versos, poemas, acerca de su piel blanca y su cabello negro. Pero aquí estoy, pegando rídiculos y cursis post-its en su libreta de tareas.