Me levanté temprano y me fui en auto al aeropuerto para llegar rápido.
Angelie estaba sentada en la sala de espera con su novio y se tomaban de la mano.
Yo no sabía si eso me rompía, pero eso si que me impidió llegar hasta ella.
Al fin los anunciaron y se formaron.
Cuando dio el boleto, me vio y al instante desvió la mirada.Me deshice ahí mismo, en la puerta detrás de la sala de espera.
Yo tenía toda la intención de ir, pero al verla feliz con su novio, supe que tenía que dejarla y dejarme ser feliz de una vez.Porque estaba ya demasiado destruido. Y ella había hecho toda esa destrucción, ella con su estúpido beso y su maldita forma de dejarme a medias y desconcertado siempre.
Ya no valía más la pena luchar por más caos y destrucción que siempre traía.
Fui a su casa y grité "¿Me oíste? ¡YA NO MÁS ANGELIE!"
Los vecinos me vieron extraño y yo regresé a casa.La había superado.
(O eso quería creer).
Años después..
Me encuentro feliz, he comenzado a trabajar en lo que deseé siempre, tengo una gran casa y me va bien.
Pero no hay nadie a mi lado.Angelie ha escrito y escrito más y más libros.
Antes creía que era una tortura, pero la verdad es que yo ya no prestaba tanta atención.Esta mañana mientras desayunaba, anunciaron su boda.
Me di cuenta que mi intento de superarla había sido fallido y no sé exactamente si fue el jugo o la invitación que me acababa de llegar para la boda, pero uno de los dos me puso mal.
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Notas a ella.
Teen FictionElla era la chica de la sonrisa rota. La que se sentaba justo a un asiento atrás. Podría decirle, mil versos, poemas, acerca de su piel blanca y su cabello negro. Pero aquí estoy, pegando rídiculos y cursis post-its en su libreta de tareas.