Le besé y me había sentido mal pero a la vez bien.
¿Cómo puedes sentirte bien con algo y al mismo tiempo herirte tanto?-Alex, perdóname, pero no sabes cuánto tiempo he esperado para besarte de nuevo.. Sólo.. Perdóname ¿Sí? No fue broma cuándo dije que te olvidaras de mí y es que yo comenzaba a querer a mi actual novio y no quería herirte y que te lo hayas tomado así, me hirió más... En serio, perdón.
Creo que todo esto fue un gran error- comenzó a llorar y entró rápido a su casa.Me dejó ahí parado afuera de su casa, desconcertado, como la noche en la que terminamos, como siempre lo hacía cuando estábamos juntos.
Comencé a caminar a casa y mi cabeza estaba hecha un lío.Me sentía mal por no haberme sentido mal cuando besé a Angelie.
Porque se supone que los dos nos habíamos superado ya, pero no, no fue así.Y dudo mucho que lo sea.
Dudé todo un momento y fui corriendo a casa de Paulina.
Su hermana me abrió y me dijo que estaba ocupada.Le dije que necesitaba verla, ella suspiró, se tapó la cara y me dejó pasar.
Paulina estaba sentada en la sala, con un chico y se estaban besando mientras veían un programa de música.
-Vaya, vaya ¿Qué tenemos aquí?- dije y al instante se separaron.
Paulina abrió los ojos cómo platos y se puso pálida.
El cobarde ese salió corriendo y la dejo sola conmigo enfrente.-Yo.. Alex...
-Ni te preocupes. De todas formas venía a pedirte que terminaramos, pero gracias, ya no me sentiré culpable-. Sonreí y le aventé un almohadón- ¿Por qué tan seria?
Salí de su casa y me fui a la mía.
Me dormí pensando en lo que le diría a Angelie antes de que se fuera de nuevo.
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Notas a ella.
Teen FictionElla era la chica de la sonrisa rota. La que se sentaba justo a un asiento atrás. Podría decirle, mil versos, poemas, acerca de su piel blanca y su cabello negro. Pero aquí estoy, pegando rídiculos y cursis post-its en su libreta de tareas.