Al salir de la escuela, me fui corriendo a la casa de Angelie.
Su madre me abrió y me sonrió.
-Alex, qué alegría verte. Necesito pedirte algo, ¿puedes hablar con Angelie? Creo que le vendría bien una cara conocida antes de mudarnos- Dijo dejándome pasar.
Asentí y subí las escaleras.
¿Se.. mudaban?
Toqué su puerta, y caí en cuenta que estaba abierta.
Entré y se escuchaba la regadera, escuché que dijo mi nombre.
Respondí y me dijo que saldría en un momento.-¡Alex!- Corrió y me abrazó muy fuerte.
Yo me hundí en su hombro y comencé a llorar.
-¿Por qué lloras?
-Porque te vas.
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Notas a ella.
Teen FictionElla era la chica de la sonrisa rota. La que se sentaba justo a un asiento atrás. Podría decirle, mil versos, poemas, acerca de su piel blanca y su cabello negro. Pero aquí estoy, pegando rídiculos y cursis post-its en su libreta de tareas.