Capítulo 12

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Aquella cena a solas con su hermano fue espectacular. Chris aprovecharía cada segundo que tuviera con Alex. Recordaron viejos tiempos, se rieron de los mismos chistes malos de siempre y planearon los próximos tres meses que la joven pasaría en California. Ambos hermanos pidieron helado de frutilla. Regresaron a la casa y cada uno desfiló para su respectiva habitación. Chris abrió su netbook y le escribió a Ana su magnífico primer día con su hermano. Terminó de escribir y automáticamente se quedó dormida en un cómodo sillón que estaba bajo una ventana, aún vestida con la ropa que lució en la cena.

Al día siguiente, despertó casi al mediodía. Alex había dado la orden explícita de que nadie molestara a su hermana y de que la trataran como a una princesa. La ama de llaves, la cocinera y una mucama asintieron y obedecieron al pie de la letra. Mariana les había dado las mismas órdenes.

Alex había salido a hacer unos trámites. Chris bajó a la cocina y allí encontró una amplia variedad de cosas para desayunar-almorzar, cosas a las que la muchacha no estaba habituada a comer. Picoteó algunas y subió a su habitación. Ok, ahora ya no sabía qué hacer. Tan poco tiempo había transcurrido y ya se estaba aburriendo. Optó por pegarse una ducha larga y luego, ir al patio a leer un rato.

A eso de las cuatro, regresó su hermano. Entró a la casa y la encontró muy silenciosa. Extraño...Esta bien. Hacía tiempo que no convivía con Chris, pero hábitos son hábitos! Y ella solía ser el ruido y la molestia en persona. Preguntó al personal, y la ama de llaves le dijo que su hermana estaba en el jardín, bajo la sombra de un árbol leyendo y que quiso aprovechar el hermoso día, algo cálido. Alex la buscó y la encontró a un par de metros de la piscina. Sonrió,  se echó a su lado y le puso sobre los ojos una pequeña barra de chocolate, como solía hacerlo cuando Chris era apenas una pequeña.

-Traviesa! Hasta que te encontré!

-Siempre sabes dónde buscarme y qué regalar-rió Chris agradeciendo el chocolate.

-Qué lees?

-El segundo libro de la saga de Ben Hope.

-Seguís obsesionada con esa saga? 

-Es la mejor colección de acción, policial y bélico jamás escrita. Completamente superior que películas tipo "Búsqueda Implacable" o "El Transportador".

-Hey! Esas películas son épicas, insuperables!

-Qué crees? Fueron superadas por una saga que continúa sumando libros tras libros. De hecho, por ahí que Scott Mariani  ya esta escribiendo el séptimo.

-Wow...No eres fan...Para nada!

-Qué te puedo decir? Soy una enamoradiza literaria

-Jajajajaja. Pequeña loca!-Chris le saca la lengua-Estas aburrida, no?

-Pues...Para qué decir que no si es sí!

-Pues...-imitando el tono de su hermana-Mañana regresa Mari. Lo cual significa que al día siguiente, si quieres, puedes empezar a tomar clases en la escuela donde ella esta como profesora.

-Eso sería más que genial!

-Entonces, ya esta dicho!-mira al cielo-Entremos por algo caliente...Ya esta refrescando.

-Opino lo mismo-los dos se levantan del pasto-EL ÚLTIMO EN LLEGAR ES COLA DE PERRO!!!!!

Los hermanos jugaron una carrera, como en los viejos tiempos, hasta la cocina. Allí, la cocinera les preparó una taza bien caliente de chocolate y les puso en un plato unas galletas recién horneadas. Los chicos agradecieron y se fueron al living, donde buscaron una película para ver, mientras se quitaban el calzado y subían los pies sobre la mesita ratona. Pasaron un excelente tiempo juntos, hasta que la ama de llaves les anunció que la cena ya estaba lista. Pero Alex dijo que comerían ahí mismo, acompañados por una crepitante chimenea. Era un momento que ninguno de los dos cambiaría ni por todo el oro del mundo. Eran más que hermanos, eran mejores amigos. Y eso nadie se los robaría.

Cruzando fronteras (Zacky Vengeance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora