Capítulo 28

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A la media hora, el médico apareció y le informó a Alex que Chris ya estaba estable, con el tratamiento adecuado y la fiebre bajo control, pero seguía sin recuperar la consciencia. Según él, era normal en esos casos. Hasta no acabar con la bacteria, solo había dos caminos: que la muchacha siguiera en ese estado de "coma" o...La muerte. Le dijo al hermano que se preparara para cualquier cosa, que nada estaba dado por hecho. Antes de retirarse, le aseguró que él mismo se ocuparía de la paciente, que haría todo lo que estuviera a su alcance y que no tenía caso que nadie permaneciera en el hospital, ya que las visitas no estaban permitidas, por el momento. Entonces, cuando el médico se fue, Alex le dijo a Zacky que no valía la pena que se quedara. Zacky se negó, pero tras una leve discusión entre todos, lograron convencerlo de que nadie se quedaría a pasar la noche en la sala de espera y que cuando se permitieran las visitas, él sería el primero en pasar la noche con ella. 

Matt y Brian se fueron por su parte y Johnny dejó primero a Alex en su casa y luego, a Zacky. Una vez dentro, Zacky subió a su habitación y, sin quitarse la campera de abrigo, se tiró boca abajo en su cama. Estaba exhausto, pero de pensar. Deseaba sacarse el cerebro y ya no imaginar o suponer cosas que su subconsciente estaba empeñado en hacerle ver. No tenía hambre, solo quería dormir. Como todo había ocurrido tan de golpe y Alex estaba afectado, Zacky supuso que ese día no habría ensayo. Así que sacó su celular y le sacó la alarma, pero decidió no apagarlo, por las dudas. Mejor prevenir, que curar. Tras dejar el aparato en la mesita de luz, se deslizó hasta donde estaba una almohada, se dio vuelta mirando el techo y hundió la cabeza en ese mullido cuadrado.

Se juró a sí mismo ir a ver a Chris bailar, no importa qué este haciendo él o en dónde baile ella. La tenía que ver bailar...Sentir eso cada vez que Alex le mostraba un video de su hermana danzando. Tenía que verla lucir esos hermosos trajes bordados por ella misma. Tenía que ver ese brillo en sus ojos al dejarse llevar por la música. Era como verla volar...Sentirse libre...Verla ser ella misma. Tras el último pensamiento, se quedó dormido como un tronco.

Soñó que estaba como en una especie de playa, pero donde no distinguía mar u océano. Decidió caminar para averiguar en dónde se encontraba. Había mucho sol, había viento, el cielo despejado, pero por raro que pareciera, no sentía calor. Más bien, estaba templado, agradable. Después de caminar lo que le pareció una eternidad, llegó a una zona verde. Distinguía palmeras y todo tipo de vegetación. También escuchaba el canto de las aves y...Lo que le parecía una corriente de agua. Entonces, se dio cuenta de lo muy sediento que estaba. Corrió y atravesó ese pequeño bosque. Quedó asombrado. De afuera parecía un lugar pequeño, pero desde adentro, parecía que lo verde cubría bastante territorio. Encontró la fuente del sonido a agua y descubrió que se trataba de como una especie de arrojo con una pequeña catarata. El agua estaba azul y cristalina y aquel sonido lo invitaba a darse un baño, a pesar de que no sentía calor y...Ni sudor! Refrescó su boca y cuando se disponía a sacarse la ropa para meterse, vio algo a lo lejos que le llamó la atención. Decidió ir a ver de qué se trataba. A unos tres metros, se dio cuenta de que se era una carpa, pero no una cualquiera. Parecía estar construida con alfombras "persas" (fue lo único que se le ocurrió) y por techo, como una especie de lona negra. Al momento supo que era. Una tienda beduina. Claro! Debía de estar en el desierto árabe. Ya reconocía todo. Había visto una película días atrás en el que mostraban el mismo paisaje. Guiado por su curiosidad, decidió entrar a ver qué había en su interior. Al correr la cortina que hacía de puerta, no pudo más que dejar escapar una exclamación de sorpresa. Su interior era extremadamente amplia y lujosa. Había lámparas árabes, sillones bajos con almohadones bordados en hilo dorado y mil maravillas más. Curiosamente, se escuchaba música, como un baladi lento (se sorprendía de saber ésto, ya que él no tenía la más mínima noción sobre música árabe). No sabía de dónde provenía tal melodía.

Cruzando fronteras (Zacky Vengeance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora