Capítulo 31

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*27 de diciembre del 2015*

Dos horas después, Zacky y Matt se reúnen con el resto en la sala de espera. Zacky aún seguía pálido. Florencia no dejaba de agradecer el haber donado su sangre, que no tenía por qué haberlo hecho y que su acción hablaba muy bien de él. Brian y Alex había ido a la cafetería, Johnny hablaba con Matt y Ana no paraba de tirarle corazones con los ojos al bajista.

-Bien, ya que también acabo de donar sangre para la joven, el especialista en neurocirugía y el cirujano ya están listos para intervenirla- informó Leandro, caminando hasta donde estaban ellos.

-Cómo? Usted también donó?-preguntó Zacky.

-Claro. A ti solo te extrajeron un poco (por ser tu primera vez donando) y yo, que tengo el mismo grupo sanguíneo, doné un poco más. Es mejor que sobre y no que falte.

La cara de Florencia había pasado del color normal, al blanco muerte en cuestión de segundos.

-Wow...! Qué loco!-exclamó Matt.

-Qué cosa?-preguntó Zacky.

-Que el doc, tú y Chris tengan la misma sangre! No se supone que es un tipo muy raro de encontrar?-respondió Matt.

-Sí, lo es. Es muy loco! Extráñamente loco...-dijo Leandro por lo bajo, mirando fijamente a Florencia, quien no dejaba de mirar para todas partes, en señal de incomodidad. 

En eso, llegaron Alex y Brian. Todos se pusieron a hablar animadamente, pensando en que Chris lograría pasar esta prueba sin problemas. De pronto, todos sintieron hambre y decidieron ir a "almorzar". Ya nadie tenía noción del tiempo. Así que, se fueron a la cafetería. Dejaron solos a Leandro y Florencia. Ésta no paraba de temblar. Y Leandro tenía un duda que le estaba carcomiendo el alma...

-Es cierto.

-Qué es cierto?-preguntó ella haciéndose la desentendida. 

-El AB- no es algo normal y típico de encontrar...

-Ca...Casualidades de la vida...

-Vamos! Somos grandes!-dijo seriamente Leandro, quitándose los anteojos.

-Qué quieres?

-22 años...La misma sangre...Acaso quieres que vaya al laboratorio y haga un examen de ADN?

-Ay, pero que cosas dices? Estas imaginan...

-No! No estoy imaginando nada!

-Me parece que debes ir a tu casa y descansar...

-Estoy perfectamente bien! 

Siguieron unos largos minutos de silencio. Florencia no se atrevía a mirarlo.

-Mejor voy con los demás...-dijo ella dándose vuelta y mirando el piso. Pero Leandro la tomó por el brazo, obligándola a mirarlo.

-Qué pasó? Quiero saber? Por qué no llegaste aquel día?

-Por qué remover el pasado? Deja todo como esta!-dijo ella, soltándose.

-Sabías que si llegabas, yo mandaría todo al diablo! Lo teníamos todo planeado!

-No tiene sentido hablar de ésto...

-No crees que me debes una explicación?

-No te debo nada! Las cosas pasaron...Porque así tenían que pasar...

-Todo estaba bien! Íbamos a huir! Seríamos felices! Pero...Nunca llegaste...

-Basta! No quiero hablar de ésto!-gritó Florencia ahogando una lágrima.

-Pero yo sí! Le estuve dando vueltas al asunto por 22 años! Merezco una explicación! Qué hice mal?

-No! Tú...Tú no hiciste nada mal...

-Entonces...?

Ambos cruzaron sus miradas. Aquellos ojos...Aquellos ojos que Florencia no veía desde hacía tantos años...Aquellos ojos con los cuales siempre soñaba...Aquello ojos por los cuales hubiera dado lo que sea por volver a ver una vez más. Y ahí estaba...Frente a él otra vez. Pero no! Aquel secreto se lo llevaría a la tumba!

-Mejor voy con los muchachos. Veré que ese joven se este alimentando bien...

-Él es grande! Y yo quiero una respuesta!

-Mi hija se debate entre la vida y la muerte! No puedo pensar en otra cosa!

En la cafetería, Alex había pedido un jugo de naranja para llevárselo. Iba por el pasillo, caminando con cuidado para no derramar el contenido del vaso. Estaba a punto de doblar en el pasillo, cuando sin querer, escuchó a dos personas discutir. Tardó unos segundos en darse cuenta de que eran su madre y el doctor. La voz de su consciencia le decía que volviera por donde había venido, pero su voz maligna le decía que se quedara a escuchar. Obviamente, obedeció a esta última.

-Es que acaso no te das cuenta del daño que me hiciste?-le preguntó Leandro.

-Jamás lo entenderías...

-Pues explícame! 

-...No puedo...

-No puedes o no quieres?

-...Ambos.

-En serio! Han pasado 22 años, pero sigues siendo imposible!

-No tienes idea de todo por lo que tuve que pasar!

-Si no me lo dices, jamás podría comprenderte!

Florencia calló. Se debatía entre desahogar aquel secreto que la estaba matando desde hacía 22 años o seguir guardándolo. Sabía que si lo soltaba, causaría un gran dolor a muchas personas.

-...No, no te lo diré...

-Has lo que quieras. Me cansé. Sabes? He pasado muchas noches imaginándome viéndote, abrazándote, besándote...Como tantas veces lo hicimos en el pasado. Pero...Es cierto. Diablos! La realidad puede más, no?-dijo Leandro amargamente.    

-Hay secretos que jamas deben ser revelados...

-Tú y yo jamás tuvimos secretos...Por qué ahora sí?-preguntó él acercándose a ella, hasta poder sentir su respiración mezclándose con la propia.

-La vida ataca inesperadamente y cambia todo...-dijo ella entrecortadamente, mirando intercaladamente sus ojos y labios.

-Sabías que yo podía darte más que una vida de lujos. Lo sabes perfectamente-dijo Leandro mientras le acariciaba una mejilla.

-Basta...Deja de querer saber...-ella se había rendido ante aquellas caricias que tanto ansiaba. 

-Estos 22 años fueron una horrible tortura. Al final, me había convencido de que jamás te volvería a ver...-él le besaba la frente.

-Ya ves...Nuevamente, la vida hace lo que quiere...

Acto seguido, ambos es besaron. Pero no fue un beso cualquiera. Aquel beso guardaba rencor, enojo, rabia, pasión, amor, amargura...Todo lo que ambos sintieron cuando, por decisión del destino, ya no pudieron estar juntos. En ese momento, ambos recordaron tantas cosas...Cosas que jamás tuvieron que desaparecer o romperse. Se besaron con tal frenesí...Como dos locos adolescentes. Más allá, Alex observaba ésto con el seño fruncido. Su respiración había aumentado. Su madre...Su propia madre! Cómo podía hacer ésto! Esta bien, su padre no era santo de devoción, era el peor tipo de hombre sobre la faz de la tierra, pero aquello era una locura! Ni que su madre estuviera divorciada! Decidió volver a la cafetería...Si seguía mirando no sería capaz de controlar la rabia que sentía. Era mejor esperar a que todo lo de Chris pasara y preguntarle a su madre qué había significado todo aquello. Antes de llegar a donde estaban sus amigos, tiró el vaso con jugo en un tacho, era mejor mantener las apariencias.

Después de una hora, Florencia llegó a la cafetería, se sentó al lado de Ana, quien le pidió algo para comer y tomar. Todo siguió con normalidad. Alex, no paraba de evitar a su madre a toda costa, mucho menos mirarla. Terminaron todos de comer y fueron a la sala de espera, ya no aguantaban no tener noticias sobre la joven. Pasaron dos horas más y Leandro llegó con dos médicos.

-Victoria rotunda! La operación fue todo un éxito! Ahora, solo resta esperar.


Cruzando fronteras (Zacky Vengeance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora