Capítulo 6

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-Bueno...! Nos merecemos un enorme helado cada una! -dijo Ana cuando había salido de la escuela.

-Quiero el más grande que pueda existir!

Tipo 8 p.m. las amigas se despidieron y cada cual se fue a su casa. Sin duda había sido un gran día. Memorable. Pero también se le hacía raro, ya que había nacido con mucha mala suerte. Qué más da?! Tenía la facultad aprobada y pasaría a formar parte del único ballet de danzas árabes. Después de todo, tendría un gran final para tan terrible y asqueroso año.

Llegó a su casa. Su madre aún no había vuelto del trabajo. Subió a su habitación, prendió su net, reprodujo el álbum completo "Hail To The King", de Avenged Sevenfold y se tiró en cama, muerta de cansancio. Las vacaciones estaban cada vez más cerca...No veía la hora de ya no pensar más, aunque sea por un largo rato. Tenía la vaga esperanza de no volver a la facultad el año entrante. Prefería trabajar como mucama antes de volver a ese horripilante lugar. Seguía pensando cosas absurdas, cuando la invadió por completo el sueño. Decidió dormir, pero antes, se levantó y le mandó un correo a su hermano contándole de su gran día, haciendo mucho énfasis en que había aprobado y de que ya no tenía excusa para que no viajara hasta donde estaba él. Había concluido la carta virtual diciendo "...Es más, la misma noche cuando termine la última muestra de danza podría tomarme el avión. A más tardar, a la mañana siguiente ya quiero estar abordando esa cosa. Te extraño. Ya no aguanto las ganas de abrazarte y contarte lo de Matías, así lo terminas por matar. Por otro lado, he leído por ahí que la semana que viene Avenged Sevenfold estarán pasando unos días en Las Vegas. Irás a espiarlos? Si vas, conseguime un autógrafo, por favor! Te quiero y te adoro. Tu hermana petisa".

El álbum terminó. Momento de irse a al mundo de Morfeo, que tanto andaba necesitando. Antes de apagar las luces, le tiró un beso volador al poster gigante de Zacky Vengeance que Alex le había conseguido para su cumpleaños hacía dos años. Amaba todo de él, pero esos ojos verdes...Uuuuffff!!! Cómo resistirse? "Si lo tuviera enfrente, no dejaría de mirarlo. Descansa, Baker!", fue el último pensamiento de la muchacha.

A la mañana siguiente, despertó a las nueve. Se duchó y fue a desayunar. Estaba muy emocionada, tendría su primera experiencia con un ballet. Bajó a la cocina y encontró una carta de su madre. Le había dejado dinero y le decía que tendría que cubrir a una compañera que se había reportado enferma. "Típico", dijo en voz alta. Era normal pasar varios días sin ver a su madre, pero le molestaba estar sola en su casa. Aquel silencio era insoportable y no se podía llenar con ninguna discografía de ninguna de sus bandas favoritas. Tomó un desayuno apropiado para personas que tenían gran desgaste físico, llenó su botella de agua, guardó su ropa de práctica y un libro, por las dudas. Sus amigos, los libros, jamás estaban ausentes en su mochila. En eso, un sobre cae de su mesa de estudio. Era una carta de Matías, su ex. Había olvidado que le había enviado una carta. Bah, fue lo único que el maldito cobarde le había enviado. No tuvo la cara para cortar aquella "relación" y rompió lo único que le quedaba de corazón con unas cuantas palabras vacías escritas en un simple papel. Se había conocido en Facebook. Parecía que todo iba viento en popa, el maldito innombrable le había hecho miles de promesas, las cuales jamás cumplió ninguna, jugó con su tiempo, Chris realmente se había enamorado de esa persona. Solo se vieron un día, el cual seguía siendo inolvidable. Él había prometido que volvería, pero jamás lo hizo. Siguió llenando de falsas promesas a Chris, y ella se las creyó todas, pero algo en su interior se estaba muriendo, pues sentía que estaba viviendo una historia de algún libro escrito en una red social. Y cinco días después de su cumpleaños, este sujeto le había mandado aquella carta cortando todo lo que tenía. La muchacha estaba en una cena con su familia festejando su cumpleaños. Esta de más decir que el helado no le pasó, de hecho, casi ni lo probó. Solo quería llegar a su casa y llorar...Llorar como nunca en su vida lo había hecho. Definitivamente, algo dentro de ella murió esa noche y no volvió a ser la misma. Le iba mal en la facultad, tenía muchas discusiones y estaba de mal humor todo el día. Solo lograba sentirse un poco mejor en sus clases de danzas. Sentía que había una parte de ella que jamás recuperaría. Hasta ahora, era así. Algunos chicos intentaron acercarse a Chris, pero ella los rechazaba a todos. Ahora, solo le importaba triunfar como bailarina. No tenía tiempo para seres humanos masculinos.

Miró la carta e inmediatamente fue hasta  cocina, agarró un plato, puso la carta con su sobre encima lo roció con alcohol y lo quemó. Quería borrar aquella mala, malísima experiencia para siempre. Sabía que los recuerdos nadie se los podría borrar, ni aunque se golpeará la cabeza y le diera amnesia. Miró el reloj y maldijo. Si seguía recordando a ese imbécil llegaría tarde a su primer ensayo. Fue hasta su habitación, tomó su mochila, miró la foto de Zacky y le gritó "Amore, deséame mucha suerte!", acto seguido le tiró unos de sus acostumbrados besos voladores.  



Cruzando fronteras (Zacky Vengeance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora