Capítulo 23

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Fue una clase normal. Bueno...Yessica le había gritado un poco. Según ella, el shimmie de cadera con camello frontal no estaba coordinado y le recomendó que volviera a primer año y que ni se esforzara, porque no tenía el más mínimo futuro en el mundo de las danzas árabes. "Déjala...Que hable lo que quiera...Ella no sabe lo mucho que has estado sacrificando toda tu vida...Ella no sabe todo lo que te dijo Sabrina...Tampoco sabe que fuiste juzgada por grandes maestros...Calma! Ignórala!", este tipo de pensamientos ya eran muy habituales en la muchacha. Si seguía así, podría dar clases de yoga. Su profesora provisional le había dicho que su técnica era impecable y la felicitó por haber entrado al ballet de Sabrina. Ella la conocía y sabía que Chris estaba en buenas manos. Por lo tanto, los comentarios de la tal Yessica, perdían todo tipo de validez.

Fue al vestuario y se puso su ropa de civil. Pasó por el buffet, llenó su botella de agua y se compró unas galletitas con chips de chocolate. "Lo bueno de hacer este tipo de actividad física, es que no importa si engordo, porque los árabes aman a las bailarinas que tienen carne. Después de sudar como testigo falso, puedo reponerme...Con unas sexys galletitas de chocolate", pensaba mientras bajaba las escaleras y con los dientes abría el paquete. Sin apuro ni prisa, fue caminando hasta la parada de colectivos. La tarde estaba linda, pero la joven tenía un enorme cansancio. Solo deseaba llegar a su casa, pegarse una buena ducha, ponerse el pijama y clavarse una película bélica, mientras cenaba. Pintaba que era un excelente plan. Ah! Y no olvidar el cappuccino caliente después del baño. "A Zacky le gustará tomar cappuccino?...O prefiere café?...". Su subconsciente la había traicionado...Otra vez! "No seas idiota! Es un ebrio! Como todos en la bendita banda! Claro que prefiere la cerveza sobre cualquier cosa!", le respondió a su voz interior que no dejaba de molestar. En eso, llegó el colectivo, pagó su boleto, se sentó al fondo de todo y se enchufó al celular a escuchar música.

Se bajó y caminó hasta su casa, tampoco sin prisa. Mientras iba tarareando "Falling Like the Fahrenheit", de Kamelot, buscó las llaves en su bolso, abrió, las guardó y empezó a cantar  a viva voz:

"...Let me share a memory with you

Imprisoned in the sound
Let's dream away together

Every single note is bound to send
A flower from this world to whither away a smile..."  

Iba subiendo el volumen de su canto, ella iba en su mundo. No era desafinada, pero tampoco era cantante. Pero sí interpretaba la canción con mucho sentimiento. Hasta que de pronto...

-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-Chris revoleó su bolso, celular más auriculares al carajo y se agarró el corazón.

-Perdón! No quise asustarte!-dijo Zacky.

-En nombre de Allah! Zachary Baker!!!! Qué carajo estabas pensando en tocarme así!? No...Podías hacerme una seña o algo así?!

-Bueno, pero no te enojes!-Zacky levantaba sus manos en señal de defensa al mismo tiempo que convulsionaba de la risa.

-Cómo no quieres que me enoje si casi me matas de un infarto?!

-Jajajajaja. Tranquila! No es para tanto!-no podía sostenerse más de pie y se tiró en el sillón. Le dolían las costillas de tanta risa.

-Qué no es para tanto?! QUÉ NO ES PARA TANTO?! ...Ya vas a ver!-Chris agarró uno de los almohadones y le empezó a pegar.

-Hey! No te saldrás con la tuya!-Zacky tomó otro almohadón.

Definitivamente, se había armado una guerra de almohadas. Chris nunca se había divertido con tan poco. Escuchar la risa de Zacky le parecía muy placentero...Más que escuchar la Obertura de Egmont, de Beethoven. Entre almohadazos, veía su sonrisa, sus dientes blancos y perfectos, sus ojos...Esos ojos que eran como miran un bosque en plena primavera. Adoraba perderse en su mirada. De pronto, Zacky revoleó su almohadón y le sacó a Chris el que tenía en sus manos y empezó  a hacerle cosquillas. Entre risa y risa, Chris quiso vengarse, pero no pudo. Zacky estaba encima de ella y era más grande. En eso, Zacky se la queda mirando y sonríe.

-Qué?-preguntó Chris devolviéndole la sonrisa, tan sincera como nunca antes.

-Tu sonrisa.

-Qué hay con ella?

-Es que es hermosa. Deberías sonreír más seguido. Es tu mejor accesorio-le contestó Zacky, apartando un mechón de pelo que había caído a la mitad del rostro de la joven.

Segundos de silencio. Se cruzan miradas y la respiración de ambos se aceleró. Uno del otro estaban muy cerca. Chris quería tomar impulsos para apartarlo de ella, pero ni el más minúsculo de sus músculos lograban reaccionar. Definitivamente, ésto era un viaje sin retorno y ella estaba muy consciente. Zacky le acarició suavemente una mejilla y Chris sintió muchos escalofríos, de esos que jamás había sentido. Él no le quitaba los ojos de encima y...Se fue acercando. Chris no sabía qué hacer o qué decir, pero decidió continuar con lo que él pretendiera hacer. Después de todo, pintaba que el gran Zacky Vengeance la besaría. En eso, sintió una vibración al costado de afuera de su pierna.

-Oh, disculpa!-dijo Zacky levantándose de golpe. Su celular estaba sonando. Él miró la pantalla, puso mala cara y cortó la llamada. Meaghan estaba más insoportable con cada hora que pasaba.

Chris enrojeció a más no poder. No sabía dónde meterse ni qué hacer. Mientras Zacky veía su celular ella se paró y miró el lugar. Era un desastre! Los almohadones estaban todos tirados por el piso, su bolso estaba tirado con las cosas afuera y su celular seguía reproduciendo la música que nunca apagó. Zacky la vio levantarse e ir por sus cosas. En ningún momento volvió a conectar su mirada con la de él.

-Chris...

-Disculpa, Zacky. Estoy cansada y quiero bañarme-contestó la muchacha acomodando los almohadones en sus debidos lugares.

-Te veré en la cena?-le gritó Zacky cuando ella ya había puesto un pie en la escalera.

-Puede que sí...Puede que no...-Chris conectó su mirada con la de él, le sonrió y subió corriendo a su habitación.


Cruzando fronteras (Zacky Vengeance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora