Capítulo 22

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*tres días después*

-No quiero volver!-gritó Chris a la pantalla.

-Yo tampoco quisiera en tu lugar-le dijo Ana del otro lado, en plena conversación por Skype.

-Amo este lugar, amo a mi hermano, amo la escuela de danzas, amo a Avenged Sevenfold, amo poder compartir cosas con ellos como si fueran personas normales...

-...Son personas normales que trabajan juntos para hacer felices a terceros con su asombrosa música. Eso es caridad. De hecho, los de la ONU deberían nombrarlos embajadores o algo por el estilo-contestó pensativa su amiga, mientras se rascaba la nariz.

-...Creo que alguien se esta drogando y no quiere convidar...

-...Creo que alguien me debe un autógrafo de cierto gnomo de jardín...

-...Creo que alguien me esta haciendo un planteo...

-...Creo que alguien...Me debe un video en vivo de un gnomo...

-Ok, me cansé de este juego.

-Mal.

-Bueno, amiga...Tengo que ir a entrenar-dijo Chris mirando su reloj de pulsera.

-Y yo...Tengo...Que...Ir a alimentar a las palomas en la plaza...

-Chistocita-Chris le sacó la lengua.

-Bueno...! Me aburro sin vos acá! No tengo con quien comer frutillas con dulce de leche! Entendes eso?! ES LA MUERTE!-Ana fingió un ataque cardíaco.

-No debiste meterte en las danzas árabes...Tuviste que haberte metido a estudiar actuación-le dijo Chris burlándose de su amiga.

-Ja...-Ana fue esta vez quien le sacó la lengua-Bueno, ya! no te saco más tiempo. Vaya señorita! 

-Cuidate! Saludos a tu familia! 

-Les mando! Y vos a tu hermano, tu cuñada y al sexy del gnomo, porfissssss!!!!-Ana le suplicaba del otro lado.

-Jajajajaja. Ok, también te haré llegar una propuesta de matrimonio de su parte, queres?

-Nnnneeee...Con tenerlo en mi cama es más que suficiente.

-Sos terrible!

-Dale, anda! O después me culparás a mí por haber llegado sobre la hora, señorita demasiado puntual!

-No me simpatizas...

-Usted tampoco.

-Nos vemos, locura! Cuidate!

-Usted también! Adiós!-Ana se despidió con un beso volador y Chris cerró Skype.

Cerró la netbook y la dejó sobre la cama. Se agarró el pelo en una cola alta, se puso las zapatillas, alisó su remera, agarró su bolso deportivo y salió de su habitación. Hacia dos días que había empezado a bailar donde enseñaba Mariana. Estaba fascinada. Todos la habían recibido muy bien y la trataban como a una igual. Chris estaba agradecida con eso. Ya de por sí era feo entrar a un lugar nuevo, con gente desconocida, con otra cabeza muy diferente. No la despreciaron por ser extranjera y menos de Argentina. Bueno...No. Solo una chica le hizo frente. Una tal Yessica, 25 años, estaba en el ballet de esa escuela y se creía la reina culona de todo el lugar. Era asistente en las clases de sexto año (nivel al que había nivelado Chris). Siempre tenía algo para criticarle. Obvio, Chris estaba ahí para aprender y conocer nuevas técnicas. La diferencia estaba entre criticar bien, de buena manera, y en hacerlo despectiva y maliciosamente. Desde el primer día que le estaba poniendo trabas, aunque Mariana le dijo que no se fijara en ella y que la última palabra la tenía la directora y fundadora de esa escuela super grosa.

Chris bajó las escaleras y sintió una fragancia algo conocida. Caminó hasta la cocina, donde había escuchado una carcajada. Se asomó tratando de no ser vista...Y...Allí estaba Zacky...Riendo...Con el pelo revuelto...Portando una remera manga corta, que dejaba ver parte de aquellos tatuajes que le quedaban tan bien..."Basta! Llegarás tarde!", pensó la muchacha pegándose en la cabeza. Se alejó de ahí sin hacer el menor ruido y fue hasta la parada de colectivos para ir a su clase de danzas árabes.

No lo veía desde aquella noche en el que hubo cierto acercamiento. Desde entonces, ella no dejaba de pensar en él y temía cualquier tipo de encuentro. Sentía como un revoltijo en el estómago cada vez que su hermano lo nombraba. Aquella noche se había sentido extraña...Como si flotara cada vez que el la miraba o le sonreía. Cuando se perdía en sus ojos verdes, sentía cosquillas. Podría estar una eternidad conectada a su mirada. Aún así, no quería tenerlo cerca. No podía permitirse siquiera pensar en él...Menos en la extremada locura de desear querer algo tan tonto como un beso. Su hermano era una "reciente" incorporación a una banda que llevaba años de experiencia, era una banda que gozaba de prestigio internacional y profesionalismo, Zacky y Alex habían trabado una excelente amistad, ella no era nadie para arruinar eso (si Alex se había puesto como un asesino serial cuando se entero de toda la historia con Matías y cómo terminó...). Había miles de motivos por los cuales ella no tendría que aparecer en el mismo espacio vital y visual de Zacky. No podía! No quería arruinar de ninguna manera la maravillosa oportunidad que Avenged Sevenfold le estaba brindando a su hermano.

Subió al colectivo y se puso a escuchar música, pero su mente estaba lejos de ahí. No podía pensar en otra cosa y se odiaba a sí misma. Había cosas más importantes en las cuales pensar, pero noooo! Su mente obstinada seguía queriendo estar ocupada en Zachary Baker! Peor aún: no quería volver a la Argentina sin haber sentido sus labios saboreando los de ella! ESO SERÍA IMPOSIBLE! No podía permitirse semejante cosa. Era demasiado tentador, pero no! No podía! Ni siquiera tenía la experiencia en relaciones sentimentales. Sus dos "relaciones" anteriores apenas pasaban del mes y medio y Zacky...Bueno era mucho mayor que ella y de seguro había tenido todas las experiencias del mundo. Chris, en cambio jamás imaginó siquiera en decirles que era bellydancer, nunca mostró más piel de lo que una persona normal muestra. No! Sería completamente vergonzoso para ella un beso de Zacky. Ni siquiera estaba segura de saber besar como corresponde! 

Llegó a la escuela de danzas árabes, guardó los auriculares, puso su celular en silencio y entró, tratando de dejar todo tipo de pensamiento que no fuera sobre la danza del vientre en la calle. Necesitaba máxima concentración.


Cruzando fronteras (Zacky Vengeance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora