Capítulo 40

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Cada imagen seguía viva en la memoria de Florencia. Lo sucedido jamás se lo perdonaría y menos, su cobardía. Porque pudo haber dejado todo y defender aquello que más amaba, pero no...Su inmadurez y el pánico que le provocaba su padre le impidieron luchar. Lo hecho, hecho estaba y ahora, debía hablar y pagar por su pecado. Pero tenía mucho miedo, no solo temía a que Leandro la odiara, sino era la reacción de su hija la que más le preocupaba. En el fondo, ella creía que aquel momento tal vez ocurriese, pero jamás se sentó a pensar qué pasaría realmente si todo salía a la luz.

-Mi padre se enteró de lo nuestro y me obligó a renunciar a ti-dijo Florencia entre sollozos.

-Eso ya lo sospechaba. No ayuda a entender todo ésto-contestó él muy secamente.

-Él...Yo había descubierto que me mandaría a una universidad en Praga...No quise...Fue la primera vez que discutí con él...-Florencia agachó la cabeza y secó una débil lágrima que se le escurría por su triste rostro.

-Qué tengo que ver yo en todo eso? Por qué no nos defendiste?

-Lo intenté. Esa noche discutimos horriblemente...Mamá y él gritaron mucho. Yo me escapé corriendo...Recuerdas que hubo una noche...Qué tus padres no estaban...Tú me recibiste...Y...-ella se volvió a enjuagar la cara mientras él asentía-Aquella noche...tú y yo...-sonrió con nostalgia-Lo hicimos por primera vez...Mi primera vez...Algo tan inesperado, pero tan bello porque eras tú con quien lo estaba compartiendo...

-Lo recuerdo perfectamente...-dijo Leandro con la mirada perdida y el fantasma de una débil sonrisa. 

-Al día siguiente, cuando volví a casa...mi padre no estaba. Mi madre me abrazó y me pidió disculpas por el comportamiento de mi padre y que lamentablemente no había podido hacerlo cambiar de opinión-levantó la cabeza y miró al doctor-Me quedaban cuatro meses antes de viajar a esa estúpida universidad-le di un sorbo a su té-Empecé a pasar más tiempo encerrada en mi habitación. No quería ver a nadie...

-Por eso te negabas a recibirme...Ni siquiera contestabas mis llamadas...

Florencia afirmó con la cabeza gacha.

-Pero pudimos haber hecho tus últimos meses memorables...!-dijo él casi gritando.

-Es que no quería verte mal a ti también!

-De todos modos estuve mal! ...Y sin saber el por qué exacto...

-Es algo que jamás me perdonaré...Hubo una vez que respondí un mensaje tuyo...Pero no bloqueé mi celular...Mi padre leyó todos nuestros mensajes...Se puso furioso...

-Fue esa misma tarde que nos vimos?...La ultima tarde que nos vimos...

-Sí...-dijo ella por lo bajo, mientras presionaba sus manos contra la taza caliente, tratando de calmar su nerviosismo.

-Esa tarde estabas algo alterada, pero jamás llegaste a contarme nada. Sólo...te desmayaste!

-Así es-dijo ella mirándolo a los ojos.

-Tu padre entró a mi casa por la fuerza...Te vio en mis brazos...Armó un escándalo terrible...Tu te desmayaste...Él me empujó contra la puerta...Te llevó al hospital y nunca jamás me pude volver a acercar a ti...Hasta que te volví a ver aquí...Qué diablos pasó?

-En el hospital me hicieron estudios...

-Y?

-Y...Le informaron a mis padres que yo...-Florencia empezó a llorar. Leandro estaba siendo comido por la curiosidad por la sospecha de que algo importante se acercaba. Le dio otro sorbo a la taza de té-Les dijeron que yo...

-Que tú qué!? Por amor de Dios! Termina de hablar una vez por todas!-lo dijo casi gritando, atrayendo las miradas de los comensales vecinos. Florencia ya no podía dejar de llorar.

-Lo siento...Es que jamás...-se sonó la nariz con una servilleta de papel-Jamás creí que pasaría por ésto...No así...

-Así como?

-Con Chris entre la vida y la muerte-le contestó ella mirándolo  directamente a los ojos-Lo que los médicos informaron a mis padres...Es yo...Yo...-una lágrima solitaria se perdió al caer-Yo...Yo...Los médicos...Ellos...Ellos les dijeron a mis padres que yo...

-Habla de una maldita vez!-dijo él acercándose a la silla más próxima a la de ella y la tomó de los hombros, completamente desesperado. Ella se soltó con violencia. Todos los estaban observando, olvidando toda discreción.

-Ellos me dijeron que estaba embarazada!-gritó al fin Florencia y salió corriendo del lugar. Por su parte, Leandro quedó petrificado. En el fondo temía escuchar eso, pero al mismo tiempo quería que así fuera. Realmente la había amado y jamás pudo encontrar a otra mujer que lo llenara como lo había hecho ella. Por lo tanto, tampoco había podido concretar su deseo de tener un hijo. Todavía no caía con lo que Florencia acababa de decir, tanto así que no notó que se había ido corriendo, mucho menos que todos alrededor de él estaban murmurando. De pronto, sintió más preguntas que respuestas, estaba más perdido que antes. Miró alrededor y no la encontró. Observó por la venta y la vio corriendo la calle, donde un auto casi la atropella. Ella Lloraba. Sacó dinero de su billetera y pagó sin esperar el vuelto. Salió corriendo tras Florencia, pero ella le llevaba una ventaja bastante importante. Gritó su nombre, pero ella no se detuvo. Parecía no tener un rumbo fijo. De pronto, sus pasos desembocaron en una plaza. Siguieron corriendo, un persiguiendo al otro. En un momento, ella se detuvo en un banco, se sentó y apoyó su cabeza en sus manos. Leandro se acercó y la escuchó llorar desconsoladamente. Deseó poder abrazarla y decirle que todo estará bien, que ambos podrán afrontar lo que sea si estaban juntos. Pero no...La estaba viendo y hablando con ella después de 22 años. No quería que siguiera corriendo, pero también necesitaba hablar. Solo atinó a sentarse a su lado, en silencio, escuchando su llanto. Pero el impulso fue más grande que él. La abrazó fuertemente, de esos abrazos que derriten hasta el corazón más sólido. Ella recibió el contacto sin chistar, siguió llorando en su pecho, como cuando eran adolescentes y sentían que nada ni nadie podría separarlos. De pronto, ella cesó los sollozos, se separó de él y lo miró. intentó hablar, pero ningún sonido salió de su voz. Él puso un dedo en sus labios.

-No hay necesidad de hablar. Ya lo haremos más tarde-le dijo Leandro, pero ella negó con la cabeza.

-Querías hablar. Pues lo haremos hasta terminar con ésto-se secó las lágrimas, se separó de él por completo, se levantó del banco y lo miró-Los médicos me dijeron hace 22 años atrás que estaba embarazada. Mi padre no esperó a que empezara la universidad al otro lado del planeta. En una semana tenía todo para mandarme allí. Él insistió en que abortara. Huí de donde me alojaba. Meses después di a luz...A una niña...A Chris...Tu hija.

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Hola, mi bello público! Se que los abandoné por más de un año, pero mi vida se había complicado...Tanto así que aún no escuché por completo el último álbum de nuestros esposos :'D Jajajaja. Pero calma! Volví y esta vez prometo actualizar aunque sea una vez por semana. Realmente extrañaba escribir este maravilloso fic. La gran novedad es que ya no estudio danzas árabes...Me pasé al bando de las danzas de la India. Jajajaja. Todo muy loco. Pero volví!!!! <3

Cruzando fronteras (Zacky Vengeance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora