Capítulo 4: 128 días

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-¿Qué haces aquí? -le digo abriendo la ventana y dejo que entre.

Hunter está vestido completamente de negro y eso hace que su cabello rubio se vea más claro. Su ropa se ciñe a sus músculos, y su tatuaje está tapado. ¡Cielos! ¿Qué le ha pasado? ¿Cómo se le ocurre venir? ¡¿Acaso enloqueció?!

Pienso en mis padres, ellos podrían venir en cualquier momento... O algo peor... ¿Qué pasa si sienten su presencia? No. No puedo dejar que eso pase.

-¿Te casarás? -me pregunta con ojos sin vida-. ¿Te casarás con él?

Lo que faltaba... ¿Es normal que mis ojos comiencen a escocer tan deprisa? ¿De forma tan súbita?

-Yo no quiero -digo entre sollozos, sentándome en la cama-. Yo no quiero eso.

Me hago un ovillo, agarrándome de las rodillas y siento como unos brazos fuertes me rodean, brindándome calor. Comienzo a temblar y, creo, le mojo con mis lágrimas su camisa, pero a él no le importa. Sólo me abraza y no dice nada.

-Tengo miedo -susurro.

-¿De mí?

Me aferro más a él. -Puede que sí.

Pronto lo siento tensarse y alejarse unos centímetros de mí, cauteloso. Sus ojos ámbar me estudian y puedo ver una mescolanza de sentimientos en ellos. ¿Tristeza? ¿Enojo? ¿Culpa? Vuelvo a pensar en mis palabras y quiero darme una cachetada.

-Lo siento -me dice, y se intenta parar para irse.

Sin embargo, no puede.

No puede porque le tomo del brazo.

-No es miedo por ti, es miedo por esto... Porque puedes resultar herido sólo por el hecho de venir a verme, porque ambos podemos morir. ¿Sabes qué puede pasar si nos descubren? -sollozo-. Pero es injusto, yo quiero estar contigo, y me da miedo...

-¿Te da miedo...?

-El hecho de que esté sintiendo algo que jamás sentí, y por ti.

-¿Algo? -parpadea.

-Me gusta estar contigo.

Él sonríe. -También me gusta estar contigo, Aera.

Me paro para quedar a su lado, aunque él me lleva una cabeza y media de diferencia. Me río al pensar que es la primera vez que le veo con camisa, pero que su estilo natural le sienta más... más él.

Sé que estamos equivocados. No deberíamos hablar, no deberíamos siquiera vernos, pero aquí nos encontramos.

-¿Estamos rompiendo todas las reglas, no?

-Absolutamente -dice tomándome de las manos.

Almas de cristal [#4 PRECUELA ORÍGENES CRISTAL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora