Después de un rato de observar a muchas parejas que entraban y salían del consultorio, casi me doy por vencida. Digo, ¿quién en su sano juicio dejaría a su bebé a la merced de un desconocido? Bueno, debo admitir que hay casos y casos entre los humanos; algunos verdaderamente tienen la necesidad de que su bebé esté separados de ellos, ya sea por lo económico, por la salud...
Es injusto, creo yo, que deba despegarme de ella ¡porque me quieren matar! No me están dejando con la posibilidad de elegir... Pero eso era obvio, no creo que alguna vez me hubieran dejado hacerlo. Ya no tengo elección. Aunque podría decir que albergaba una pequeña esperanza de no encontrar a nadie, sabiendo incluso que eso es imposible...
Desde que estamos acá, espiando a las personas, no he dejado de fijarme en la energía que llevan alrededor de ellos. El aura. Casi todos tenían tonos grises o marrones en ella; como agitados, negados a su situación. Muchos enteraban a los consultorios y salían llorando, o angustiados. No quise enterarme por qué. Eso hasta ver a esos dos jóvenes, que entraron con una amplia sonrisa a ver a la ginecóloga (supongo que estarían buscando ser padres), y salieron igual de ilusionados, con colores muy distintos a los demás, repletos de vida. Josha me codeó levemente para que les prestara atención, pero él no sabía que yo ya lo había hecho. Me concentré en la energía del vientre de la chica, pero no hallé señal absoluta de vida creándose.
Los ojos de Josha y Hunter esperan impacientes una confirmación después de tanto tiempo, quieren encontrar a las personas indicadas para tal asunto. Yo no. Ya lo he dejado claro: estoy actuando contra mi voluntad. Esa pareja estaría buscando un bebé en las próximas semanas, seguro son recién casados, o algo así, parecen realmente jóvenes... Me pregunto, ¿serán capaces de cuidar bien a mi nena?
-Aera... ¿Ellos qué tal? Si son, deberíamos estar siguiéndolos... ¿Tenían un bebé?
Trago saliva y siento mis ojos escocer. Me estoy traicionando a mí misma. Me estoy alejando de mi hija. Aprieto los puños. Todo sea por su bien.
-Están buscando un hijo. Son ellos. Ellos son los indicados.
-¡Pasó más rápido de lo que creí! -Anuncia Josha-. Eso es bueno, chicos. Me han informado que están muy cerca de por aquí, nuestras posibilidades de acaban. Las de la niña, parecen aumentar.
Y con esa declaración, mi mundo, mi futuro con Hunter y la última esperanza, se derriban al mismo tiempo.
Los seguimos discretamente hacia su hogar, comprobando que ellos recién se estaban mudando allí. Es una casa lo suficientemente grande como para una familia, aunque esté un poco alejada del centro. Eliana, al parecer, ese es el nombre de la mujer, está emocionada por la visita a la doctora, y él parece estar contento por ella y por el futuro que anhelan. Por un momento les envidio: ellos sí podrán tener una familia, y sí podrán estar con mi hija, ¡inclusive considerarla suya! Al rededor de nosotros ya está oscuro, se escucha el sonido de los grillos, advirtiendo que una tormenta llegará pronto, junto al rugido de algunos autos furiosos.
-Josha -digo-, ¿podríamos tener tiempo a solas? Digo, Hunter y yo... Sólo un minuto y ya... Por favor.
Josha sonríe apenado y siquiera contesta. Se marcha como una sombra silenciosa de la noche.
Me vuelvo hacia Hunter.
-Ya sabes qué pienso sobre esto...
-Es mi culpa... De no haberme acercado a hablarte, tú podrías estar en una situación mejor...
-¿Te arrepientes de habernos conocido? -le pregunto, temerosa de la respuesta.
Él achina sus ojos, estudiando mis reacciones, luego su mirada baja hacia mis labios y vuelve a mis ojos azules, que se encuentran centrados en él.
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Almas de cristal [#4 PRECUELA ORÍGENES CRISTAL]
FantasyCOMPLETA - PRECUELA DE LA SAGA CRISTAL Aeraki cumplía las reglas a la perfección, era la protegida de su familia, estaba comprometida a casarse con un ángel muy importante. Ya tenía toda una existencia planeada a la perfección... O eso pensaban sus...