Capítulo tres: "Jamás tuve la oportunidad de sentirla"

1K 129 6
                                    

"Jamás tuve la oportunidad de sentirla"

Justin seguía dando vueltas en aquella pequeña habitación que consideraba lo más cercano a su hogar. Pensando en tantas cosas, que le quedaba poco espacio en el cerebro para retenerlas. Afuera llovía con fuerza y le recordaba a la noche en la que murió su hermano, o bueno... mató a su hermano.

Corría el año de 2011, Justin escuchaba como sus padres felicitaban a su hermano por otro de sus tantos logros en el secundario. Estaba harto, de sus padres, de su hermano, de toda la hipocresía que lo rodeaba.

Comenzaba a sentir su sangre hervir, no sólo de los celos de ser el segundo, la oveja negra de la familia, sino también de lo odioso que podía llegar a ser su hermano. Él no tenía logros, todos esos logros eran mentiras, puras falsedades que sus padres creían. Porque confiaban en él.

Sabía que les pagaba a los más intelectuales para que hagan sus tareas. Coqueteaba con la joven profesora de biología para que ésta le aprobara el año. Era un gilipollas con todas las letras.

Cada vez que quería advertirle a su madre aquello, ésta comenzaba a repetir las mismas frases " Me decepciona que digas eso de tu hermano" "No esperaba semejante cosa venir de ti" y millones de cosas más que le generaban más odio en su alborotada cabeza adolescente.

Tenía problemas, muchos, demasiados en realidad. No encajaba en esta familia, ¿qué digo? Él no encajaba en el mundo. Se sentía inservible, inhumano. Jamás había tenido una novia ni un amigo, todos se alejaban de él al enterarse de su condición psicológica.

La puerta de su cuarto sonó, a pesar de la oscuridad pudo notar la figura de su madre entreabrir la puerta.

-¿Por qué está todo tan a oscuras, Drew? ¿Estás tratando de esconder el desorden? -se quejó su madre. Pero al escucharla soltar un suspiro, supo que esquivó el tema - Tu padre y yo nos iremos a la casa de los vecinos, debido a la lluvia se les ha cortado la luz e iremos a darles velas. Tu hermano está estudiando, no lo molestes.

Él era el único que parecía saber que su hermano no estaba estudiando ahora mismo. Quizás estaba vendiendo drogas o ligándose a alguna chica. Lo detestaba tanto, que no cabía en su cuerpo tanto odio.

Frente a sus padres era el hermano ejemplar, pero cuando éstos no estaban, se dedicaba a hacerle la vida imposible. Más de lo que ya de por sí era.

Su madre se adentró a la habitación y besó su frente por unos segundos - Te quiero.

Cerró los ojos y susurró un ahogado "yo también", antes de que la puerta se cerrara. Se levantó de la cama para salir de la habitación, a penas la puerta de la entrada se cerró, la música comenzó a sonar fuertemente por los parlantes.

Su hermano abrió la puerta de su habitación y salió al pasillo para encararlo. Justin se mantuvo de pie frente a la escalera, cerrando los puños y autocontrolándose para no entrar en nerviosismo.

-¿Qué haces ahí perdedor? -habló su hermano- ¡Oye! ¿Acaso estás sordo, imbécil?

El puño de su hermano voló hacia su estómago, haciendo que se encogiera hacia adentro debido al dolor.

-Eres un maldito bueno para nada. Te vi coqueteando con Fleur, idiota -le proporcionó otro rodillazo en el estómago-. ¿Acaso no te enseñaron que lo que no es de uno no se toca? ¡No, claro! Porque eres tan imbécil que ni siquiera puedes entender aquello.

Justin apretó los dientes.

Contrólate, Justin, contrólate.

Comenzó a sentir como su cuerpo temblaba de aborrezco, su mandíbula prometía romperse si seguía firmemente apretada. Y su sangre comenzaba a hervir nuevamente, volviéndolo más enfurecido.

Silent Voices |j.b|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora