"¡Te mataré, lo juro!"
Summer lo observó con la boca abierta. Él no había admitido absolutamente nada. Pero sabía que él quería hacerle daño a alguien, aunque esperaba estar equivocada. Tronó sus dedos y tomó su rubia cabellera en una coleta alta, tratando así que el sudor que se acumulaba en su nuca se secara.
Justin la miraba también. Ella era tan ingenua que le daban ganas de reír fuertemente. Él estaba loco, un completo desquiciado y eso le fascinaba. Le encantaba ser así de inmune ante las personas. Aunque no le agradara que ellos le temieran, ni tampoco que fuera una rata de laboratorio para ellos.
Podía ser un maldito psicópata, pero al fin y al cabo era una persona ¿no?
De todas formas Summer era diferente, le encantaba la forma en la que lo observaba con curiosidad. Le encantaba que él pareciera una joya exótica para ella. Le encantaba que le interesara. Ella era la única persona que parecía estar interesada en él y no lo ahogara en preguntas. Ella era comprensiva y eso lo hacía sentir un adolescente normal de nuevo.
Cuando estaba con Summer él se sentía interesante, ella realmente parecía estar interesada en lo que él pensaba o decía.
La puerta sonó tres veces, y Summer comenzó a prepararse mentalmente para los gritos de Justin. Ella estaba más que segura de que él se enojaría con ella.
Se levantó del sillón ante la atenta mirada de Justin, y abrió la puerta. Dos hombres vestidos con el uniforme celeste de la clínica la observaron con el ceño fruncido. Ella tragó saliva y se hizo a un lado.
Miró como Justin abría en grande los ojos y la miró. Sus ojos comenzaron a oscurecerse, y su mandíbula a apretarse con fuerza. Summer apretó los ojos y escuchó como Justin luchaba contra las enormes anatomías de los hombres y gritaba con fuerza. Hizo sus manos un puño y oyó como los gritos se acercaban.
-¡Confié en ti, Burberry! ¡Eres una perra! ¡Te mataré, lo juro! -La última frase le hizo abrir los ojos, y provocó que su estómago se revolviera, ¿él sería capaz de hacer semejante cosa?
Se volteó y observó como metían a Justin en una camioneta blanca con rejas cuadradas. Justin no le quitaba la mirada de encima, y se veía realmente enfadado. Su mirada reflejaba que su mente estaba fabricando pensamientos ahora mismo. ¿Estaba pensando en cómo la asesinaría? ¡Oh, vamos! ¿Debía volver a la clínica o corría peligro?
Sentía su corazón palpitar en sus oídos. Quizás fue producto de su mente, sus voces que hablaron por él. Quizás tan solo fue porque estaba muy enfadado. Quizás... Quizás sí podría matarla.
Pero la cuestión era, ¿él sería capaz de hacerlo? Quizás Summer estaba exagerando, quizás él no quiso decirlo. Sabía que él era brillante e inteligente, pero también era un paciente de una clínica psiquiátrica por haber matado a su hermano. Y como asesinó a su hermano, podría asesinarla a ella.
¡Oh, ya basta, Summer!, se dijo a sí misma, estás exagerando olímpicamente. Él dijo aquello a causa del enfado y ya está. No hay nada de qué preocuparse. Volverás a la clínica, hablarás con él, te dirá una oración para mantenerte despierta por las noches y tema resuelto.
Se dejó caer en el sillón e intentó calmarse. Un papel blanco arrancado de su block de hojas estaba hecho una bola en el suelo. Frunció el ceño y lo levantó. Abrió el papel y se encontró una letra apurada y masculina plasmada allí.
"Gracias por hacerme sentir normal por unas horas, doctora" decía.
Y Summer no pudo contener una sonrisa.
(...)
Summer batió la mezcla de pastel y la colocó perfectamente en un molde de aluminio para meter al horno. Una vez hecho esto, limpió sus manos en el delantal y se quitó éste para colgarlo en un pequeño perchero a un lado del refrigerador.
Lavó sus manos completas de mezcla para pastel y se colocó nuevamente sus anillos preferidos. Detestaba la sensación de tener los anillos mientras se lavaba las manos, la ponía nerviosa el hecho de que se resbalaran cada un segundo.
Se despatarró en el sillón y se estiró para agarrar el control remoto que descansaba en la mesada. Encendió la televisión e hizo zapping por más de dos minutos. Hasta que una noticia en el noticiero local le llamó la atención.
-... Su nombre es Justin Bieber, y había escapado de la conocida clínica Werford el día veintitrés de octubre cercanas las dos de la madrugada. -Una foto de Justin apareció en la pantalla. Un hombre vestido de traje le hablaba a la cámara leyendo de unos papeles que habían frente a él - Nadie sabe cómo ha escapado, ya que la seguridad de aquel establecimiento es muy alta. El muchacho se escondió en la vivienda de la señorita Summer Burberry, hasta que ésta llamó a la clínica para informales sobre éste muchacho. ¿La señorita lo habrá ayudado a escapar? Siguen las investigaciones. Ahora, el escándalo de Taylor Snow y Xenia Williams ha...
Summer apagó la televisión con la mirada perdida. ¿La interrogarían? Bueno, pensaba que la llamarían de la clínica para hablar sobre el tema. De igual forma, les diría todo lo que ella sabía y estaba fuera de problemas.
Segunda parte de la maratónnnnnnn, ¿les va gustando?
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-Cía
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Silent Voices |j.b|
Fanfiction"No puede reparar un cristal que ya está roto, Burberry. Sólo que que yo no estoy roto, yo rompo a los demás" cover by stratfword © bieberfairy.