"Mi cerebro es una máquina que funciona las 24 horas"
Summer aprovechó que Justin se había dormido -sí, otra vez - y marcó el número telefónico de la clínica. Su zapato repiqueteaba con ansiedad en el suelo de madera pulida de la sala. Su dedo índice se enredaba entre sus labios carmesí, nerviosa por la reacción de Justin.
-Clínica Werford, buenos días. -Se escuchó una voz femenina. Summer sintió una presión en el pecho debido a los nervios, y titubeó antes de contestar.
-Buenos días -dijo -. Soy la doctora Summer Burberry.
-¿Qué tal, señorita? ¿Se le ofrece algo?
Summer cerró los ojos y los abrió para mirar a Justin. Debía hacer esto. Y él debía entenderla.
-Uhm, sí, sí por favor -dejó salir un largo suspiro -. Quiero informarles sobre un escape.
La línea se fundió en un silencio sepulcral, tanto que pensaba que la muchacha estaba conteniendo la respiración. Ah no, esperen, esa era Summer.
-¿Un escape? ¿Está segura? -La voz de la mujer tembló un poco.
Justin se movió en el sillón y su corazón se aceleró. Apretó el teléfono con fuerza y asintió, a pesar de que la muchacha no lograra verla.
-Estoy cien por ciento segura -contestó finalmente.
Summer oyó como del otro lado de la línea la mujer tomaba papeles y apretaba el pequeño botón del bolígrafo para utilizarlo.
-¿Podría decirme el nombre del paciente y dónde se encuentra?
Tragó con fuerza.
-S-su nombre es Justin Bieber.
La señorita soltó una carcajada.
-Ese muchachito haría algo así tarde o temprano... -dijo la mujer - ¿Y dónde se encuentra? ¿Lo sabe?
Summer se preparó psicológicamente para responder.
-Está en mi casa.
-¿Cómo?
-Que está en mi casa.
La mujer le pidió la dirección de la casa y dijo que pronto irían los médicos de la clínica. Ella sabía que la llevarían para cuestionarle cosas, como por ejemplo, porqué estaba en mi casa. Estaba segura que la culparían de haberlo ayudado a escapar, y todo encajaba, pero trataría de explicarlo.
Subió las escaleras y entró a su habitación, cerrando la puerta detrás de sí. Se sentó en el borde de la cama y dejó caer su cabeza en ambas manos. Justin se enfadaría con ella, era obvio que había escapado porque no tenía intenciones de volver. Pero ella sabía que sus ataques podían ser controlados allí, aquí tan solo lograba abrazarlo y tratar, inútilmente, de calmarlo.
Unos sonidos en la planta baja la hicieron levantar rápidamente. Abrió la puerta y bajó las escaleras cada dos escalones. Justin frotaba sus ojos en el sillón, aunque seguía roncando levemente.
Summer se quedó estática observándolo. Y cuando él volteó, ella sintió como sus piernas temblaban ligeramente.
-Hola. -Justin habló.
-Buenos días.
Justin estiró sus brazos y volvió a frotar sus ojos. Luego, pestañeó y conectó su mirada con la de ella.
-Siento lo de anoche. -Justin pasó una mano por su cabello alborotado - Él... él actuó por mí.
Summer asintió.
-No te preocupes, no debía haberme entrometido de todas formas. Solo... Me generaba curiosidad que tanto ocultabas en tu mente.
Justin elevó una ceja, como si lo que Summer dijese fuera algo estúpido.
-Mi cerebro es una máquina que funciona las 24 horas -le dijo -. Imagínate cuantas cosas oculto.
Summer se sentó a su lado en el sillón y lo miró fijamente. Los ojos de Justin se encontraban muy abiertos, exageradamente, tanto que podías pensar que realmente le faltaba un tornillo. ¿Tantas cosas ocultaba? No quería ni imaginarlo.
-¿Algún día me contarás lo que sucedió esa noche?
-No -gruñó -. No te interesa.
Summer bajó la mirada. Pronto los dedos cálidos y ásperos de Justin tomaron su mentón y levantó su cabeza. Una sonrisa enfermiza danzaba en sus comisuras, y su corazón se aceleró con un poco de temor.
No tienes que tener miedo de él, Summer, se repitió, él no es como todos dicen que es.
-¿Tienes miedo? -se acercó, tanto que logró diferenciar el color de sus ojos. Mieles con los bordes más oscuros - ¿De mí?
Summer negó.
-No te tengo miedo -carraspeó -. ¿Por qué el otro día dijiste que se abriría el teatro?
Justin sonrió, y Summer no entendió el motivo de su sonrisa.
-Por la misma razón por la que vine aquí. -Summer se sintió mareada ante sus palabras, ¿cómo dice? - Por la muerte de mi hermano. A ti te encantan los espectáculos, ¿verdad?
"-Cualquier persona diría que eres valiente por volver luego de presenciar el espectáculo de ayer -él se levantó de la cama, o mejor dicho, colchón destruido y diminuto al que llamaban "cama" -, pero yo digo que me pareces tonta. Tonta y terca." recordó sus palabras
-¿Qué ibas a hacer, Justin? -Sintió como su garganta se cerraba por lo seca que ésta se encontraba.
Justin sonrió tanto que tuvo que correrse un paso atrás. Nada bueno reflejaba aquella sonrisa. Y sabía que lo que habría hecho si él no venía hacia aquí, era algo muy malo.
MARATÓNNNNNNNN, ¿qué les parece?
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Dedicado a mi bella Kari, que la amo muchísimo♥
-Cía
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Silent Voices |j.b|
Fanfiction"No puede reparar un cristal que ya está roto, Burberry. Sólo que que yo no estoy roto, yo rompo a los demás" cover by stratfword © bieberfairy.