Capitulo #5

404 42 2
                                    

Narra Jack:

Todo se había derrumbado... tiempo después de aquel mensaje... me enteré que Town se había suicidado por la muerte de su madre.

Solo entonces pude darme cuenta de algo... yo lo amaba...

Hoy era su funeral, entonces me vestí con un traje formal, perteneciente a mi difunto padre.

Salí de mi casa y en un taxi fui al lugar donde se realizaría la despedida.

Al llegar noté que solo habían tres personas además de mi. Un hombre con dos chicos de 14 o 15 años que parecían ser sus hijos.

Al terminar volví deprimido a mi casa. Lloré demasiado en ese lugar, tanto que tuve que irme antes de que terminara. Los demás solo me dedicaron una mirada comprensiva y lastimada al verme salir de ahí con los ojos empañados.

Llegué a mi casa exhausto. Mi madre, por alguna razón, no estaba.

Me di cuenta que si ya no tengo alguien por quien vivir, ¿para que seguir haciéndolo?

Town era el único que me daba aliento para seguir en este mundo de sufrimiento, sin el, ya no quiero seguir aquí.

"Tengo que hacerlo" pensé mientras cerraba mi puerta con llave y entraba al baño de mi habitación donde estaría por última vez.

Tomé un cutter de mi escritorio y me acosté en la tina, sin siquiera reparar en mi ropa aún puesta. Comenzó a llenarse de agua y cuando me llegaba a los hombros clave rápidamente el filo en mi muñeca, soltando un grito bajo por el repentino dolor. Saqué con dificultad el tapón que mantenía el agua abierta y dejé mi brazo caer. El líquido comenzaba a llevarse mi sangre consigo y yo a desear que todo pasase más rápido.

Minutos después, mi vista comenzó a nublarse y mi cabeza a dar vueltas, hasta que me desmayé para no despertar nunca.

Desperté en un lugar muy... celeste, y un hombre de pelo albino, al igual que yo, me recibió con un abrazo y un beso en la frente.

¿Dónde diablos estaba?

No recordaba nada para cuando aquel hombre me habló.

Yo mismo llevaba colgadas unas extensas y bellas alas blancas, y una larga colita parecida a la de un león, pero de un color turquesa o un verde muy lindo a mi parecer.

Aquel señor, de apariencia joven, no más de unos 25 años, me dijo que había muerto. Aunque eso era lo único que yo recordaba.

Me paseó por todo el lugar, el señor era una especie de Dios, y yo, al parecer, estaba en el mundo de los muertos.

No tardé tiempo en conocer a mucha gente ya fallecida; ancianos, adolescentes, adultos y hasta niños y bebes.

Pasé un tiempo ahí, y me hice muy amigo de un angel llamado Louise. El era muy amable, pero también muy ignorante e indiferente.

Erik, el hombre que me recibió al llegar aquí, me dijo que podría volver a la tierra por unos pocos días con el objetivo de recordar varias cosas.

Louise... el no quería que regrese... pero yo sí, entonces lo ignoré, partiendo hasta el bajo mundo, hacia un pequeño bosque donde se supone que podría recordar algo.

Lo que no sabía era que... se lo tomaría tan mal, y que además... me confié demasiado como para darme cuenta de que era un angel negro infiltrado en el cielo.


Narra Town:

Estaba sentado en el suelo cuando escuché un grito desgarrador... e-esperen... reconozco esa voz.

Me levanté de golpe y empecé a correr hasta el lugar de donde vino el grito, al llegar me di cuenta de quien se trataba.

- Ja..Jack - Dije sorprendido al verlo.

Reaccioné cuando ví como un hombre le arrancaba un ala, es..espera, ¿por que tiene alas? Pensé.

Volví a escuchar su grito y empecé a enojarme, corrí hacia el hombre y con una fuerza increíble lo tiré contra un árbol.

- ¿¡Que crees que haces bastardo!? - Dije apretando las manos y estas estaban rodeadas de un aura negra, al igual que mis alas y ojos.

- ¿Q-Que te pasa? - Preguntó incrédulo mientras se levantaba.

Miré a Jack y tenía los ojos cerrados, no, ¡no puedo perderlo de nuevo!

-No te atrevas a tocar al pequeño....- Dije con dos voces. No se lo que me esta pasando pero.... voy a acabar con el.

Me abalanzé sobre él para terminar con el trabajo, pero un grito desgarrador me detuvo.

- ¡No! ¡No! ¡No lo mates! ¡Por favor! -Gritó Jack intentando levantarse.

¿Qué? ¿Por qué razón no debería hacerlo pedazos?

Sin embargo, solté el agarre que tenía en su cuello y lo dejé caer al suelo exhausto. Respiró agitadamente mientras se levantaba y me miraba con rencor.

-Esta me las pagarás. -Me miró al igual que al peliblanco.

Y se echó a volar, simplemente se fue. Lo más probable es que volviera, por lo último que dijo.

En cambio, yo simplemente corrí a toda velocidad hacia donde estaba Jack.

Narra Jack:

El chico de cabello negro se acercó a mi rápidamente y yo me asuste.

- ¿Estas bien? Jack -Preguntó.

-¿C..cómo sabes mi nombre? -Respondí.

¿Quién era? ¿Por qué sabía quien soy?

Me miró asombrado.

-¿N..no me recuerdas?

El azabache tenía una expresión de espanto mezclada con nervios, yo simplemente negé con la cabeza e intenté alejarme, pero el dolor en mi espalda me hizo recordar que hace poco me habían... arrancado un ala.

Ignorando la presencia de aquel muchacho comencé a sollozar... en parte por el dolor de la lastimadura; por otro lado, por la perdida de mi preciada ala, pero lo más importante... la traición de Louise.

Me abrazé las piernas y escondí mi cara en ellas, y con mi única enorme bola de plumas intenté cubrirme evitando que el ya presente me mirara.

Sentí como alguien me besó la cabeza y luego posó su mano ahí, comenzando a acariciar mi cabello.

-Ya, ya... esta bien, pequeño ... -Dijo en un susurro que me calmó.

Yo aparté mi cabeza de las rodillas y lo miré lastimado.

¿Por qué siento que lo conozco?

Hasta que te conoci (yaoi) [Concurso lemon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora