Capitulo #4

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Narra Town:

Acababa de llegar de visitar al pequeño, mi madre se encontraba acostada en el sillón más grande mientras miraba la televisión. Yo me senté en uno individual y me coloqué los audífonos para escuchar música cuando tocaron la puerta.

-Yo voy - Dije levantándome del sillón para abrir la puerta...lo que no sabía...era que me arrepentiría.

Al abrir la entrada un hombre alto de cabello azabache con....¿¡ Alas negras!? Entró a mi casa con una sonrisa macabra.

-¡Sal de aquí! - Le ordené.

-Solo vengo por comida - Dijo sonriendo y, miró a mi madre que estaba dormida.

El ser se avanlanzó sobre ella rápidamente mordiendo su cuello.

-¡¡¡NOO!!! - Tomé un cuchillo que estaba en la mesa y se lo clavé como acto de reflejo en la espalda al hombre, si es que se le puede llamar así.

-¡Bastardo! - Con una fuerza increíble me tiró a un lado haciendo que mi cabeza golpeara el filo de la mesa.

Mi vista empezó a nublarse y un grito desgarrador fue la gota que derrama el bazo.

Volví a tomar el cuchillo y esta vez se lo clavé en una de sus alas, logrando quitársela. El hombre gritó por el dolor, pero se levantó con la boca ensangrentada y me volvió a sonreír.

-Despidete de tu vida- Dijo alegremente.

-Eso te digo yo - Respondí burlón.

El hombre corrió hacia mi y me propuso un golpe que esquivé rápidamente clavándole el cuchillo en el brazo. Pero....eso no vastó.

El tomó mi brazo y lo mordió haciendo que largara un fuerte grito de dolor, al soltarme caí de rodillas al suelo, llevé una manos a mi cabeza y al mirarla estaba llena de mi sangre....

-No eres tan valiente, humano - Dijo sonriendo.

Volteé mi vista y ahí la vi....mi ma..madre estaba m-muerta.

-¡¡NOOOO!! - Grite volviendo a tomar impulso del dolor y la irá, corrí hacia el y le corte el otro ala dejándolo en el suelo - maldito, eres un demonio.

-E-eso mismo soy - Dijo aún sonriendo y se levantó - volveré por ti - Se fué.

No pude aguantar más en pie y me desmayé.

Desperté en una habitación blanca, ¿donde estoy?

-Oh, joven, ¿esta bien? - Preguntó una de las enfermeras al entrar.

-N-no - Me senté y sentí algo raro en mi espalda, por curiosidad miré y.... ¿¡que es esto!?- ¿¡POR QUE TENGO ESTO!? - Grité al ver unas alas negras en mi espalda.

-Lo lamento joven, pero el doctor dijo que esto era la única solución para salvarlo - Dijo algo seria.

Esto es una broma cruel, ¿cómo me va a decir eso? ¡Eso es mentira! Esta no era la solución.

Pasaron horas y no hablaba con nadie. Me dieron el alta, me puse una camiseta negra y salí de la habitación mientras iba a la de Jack.

Entré y el pequeño me regaló una sonrisa que no pude corresponder. No quería hablar, ya no podía sonreír, mi madre esta muerta y yo no pude hacer nada.

Me quedé con el toda la tarde y después me fui al mini bosque donde me quité la camisa y empecé a mirar esas alas que, ahora son mías.

¿Cómo esto iba a ser la solución? Esto es cruel, soy un fenómeno ahora.

Pasé las horas ahí acostado hasta que la noche consumió el día, me levanté y con la mirada en el suelo me fui a mi hogar.

Al llegar miré todo, esperando que mi madre saliera de alguna habitación con esa sonrisa que tanto amaba pero... eso nunca paso.

Me encerré en mi cuarto y me quedé sentado mirando mis manos ¿por que sentí eso al apuñalar a aquel ser? ¿estoy loco? La verdad, me agradó hacerlo.. pero ¿¡ Qué estoy diciendo!? No quiero enloquecer, no quiero lastimar a nadie y.....menos al pequeño.

Pasó una semana, la tristeza era cada ves mas grande y con ella las ganas de morir también. Esa tarde darían de alta al pequeño. Me estaba arreglando para ir por el cuando sentí que alguien estaba detrás de mi.

-Te dije que volvería - Susurraron en mi oído.

Volteé rápidamente y lo ví, ¡el causante de mi dolor! ¡El que le arrebató la vida a mi madre! El causante de todo.

Todo fue rápido y, en un abrir y cerrar de ojos el ser ya estaba muerto y yo bañado en sangre. ¡No puedo vivir así! Soy un asesino y lo peor es que no siento nada.

Tomé el cuchillo y mi teléfono. Salí corriendo de mi casa en dirección al bosquesito. "Estoy decidido" pensé, empecé a caminar hasta llegar a la parte más profunda de este y tomé mi teléfono.

Marqué el número de emergencias y pedí una ambulancia para que al momento de morir, se llevaran mi cuerpo sin vida.

Tomé el filoso objeto y apreté los dientes mientras cortaba mis venas y la sangre se regaba.

Me senté en el suelo a esperar la muerte, no tenía ningún dolor, solo miraba mi sangre correr por el suelo manchándolo de un color vinotinto fuerte.

Me empecé a debilitar, entonces tomé mi teléfono y le dejé un mensaje al pequeño, tenía que disculparme por lo que hice.

"Perdóname Jack por lo que acabo de hacer... quiero decirte que... te amo, pero no puedo seguir viviendo con este dolor que no me deja escapar...soy un idiota...perdóname por favor...te amo." Lo mandé.

Me acosté en el suelo con el teléfono en la mano, empecé a cerrar mis ojos. Todo se volvió negro.

¿Dónde estoy? ¿lo logré? ¿Estoy muerto? Esas preguntas rondaban por mi cabeza, no entendía nada ni donde estaba.

Empecé a caminar y me quedé congelado al ver como unas personas se llevaban mi cuerpo que yacía en el suelo sobre un charco de sangre.

Si, estoy muerto pero, ¿por qué no fui al cielo? O ¿al mundo de los muertos?

Caminé hacia el lago y me quedé mirando mi reflejo, mis ojos estaban negros y mi cabello aún más oscuro.

-¿S-soy un ángel negro?

Hasta que te conoci (yaoi) [Concurso lemon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora