Comencé a hablar antes de que el silencio se llenara de suficiente incomodidad como para que no pudiéramos respirar.
—Bien, pasó algo muy divertido—comencé con ánimo—. Acabamos de encontrarnos, y comenzamos a caminar juntos —Peter me miró confundido ante mi obvia omisión de detalles, pero no me corrigió— y, pues—me reí con nerviosismo—, Peter te contará el resto.
El se volteó hacia mí, primero sorprendido y luego ofendido.
—Nos perdimos—dijo, quedo.
Le mandé una sonrisita de disculpas, pero no supe si la comprendió o no.
Samantha me miraba de manera muy particular, como si yo fuera un mapa entre sus manos, pero estuviera en un lenguaje que le enseñaron hace mucho tiempo, un lenguaje que debería saber pero no recuerda. Sacudió su cabeza, como intentando quitarse algo del cabello. No preguntó por qué estábamos cubiertos en pintura.
— ¿A dónde necesitan ir?
—A casa—fue lo primero que se me ocurrió decir. Luego recapacité en cuan tonto sonaba—. Al centro.
Samantha hizo lo que pareció un intento de silbido, pero ningún sonido salió de entre sus labios. El temblor que percibí a mi lado me advirtió que Peter estaba conteniendo la risa.
—Están lejos de casa.
—Lo sabemos—dijo Peter, con esa sonrisa que me causaba querer golpearlo. Esa sonrisa de "soy lindo y popular y lo sé todo".
Tan Han Solo. Lo único que podría hacer para recibir mi perdón en este momento sería besar a la rubia, pero eso no iba a pasar, así que solo decidí callarme y observar.
—Bueno—Samantha atrajo su bicicleta hacia su cuerpo, y tomándola por el manubrio comenzó a caminar—, síganme.
Trastabillaba un poco, y se apoyaba en la bici para disimular su falla al caminar, pero no parecía darle mucho resultado. Ella estaba del lado de la acera, con su vehículo hacia la calle. Luego estaba yo y Peter a mi derecha.
Lo más sigilosamente posible, logré moverme hacia un lado, dejando a Peter entre nosotras dos. Que se arreglen ellos, yo ya hice mi buena acción del día.
Un poco de silencio por aquí, un poco de silencio por allá, y Peter rompió el hielo:
— ¿Por qué siempre vistes de negro?
Samantha ni siquiera lo miró.
— ¿Cómo puedes estar tan seguro de que siempre visto de negro?—contraatacó.
Touche. Esa es mi pequeña.
—Bueno—el chico se tocó la nuca, algo incómodo—. Vamos a la misma escuela, te veo a veces por los pasillos— si, si. "Te veo a veces por los pasillos". Ya bésense —. Ahora que lo pienso, siempre te recuerdo de negro.
Un rosa, muy suave, tan suave que pudo ser mi imaginación, se posó en las mejillas de Sammy. Llevé a cabo un baile de victoria mental.
—Me hace sentir segura—dijo la chica después de una pausa larga—. El color negro es como un refugio. Ayuda a fundirse con la multitud, en la oscuridad.
—Solo otra sombra más—agregó Peter, con la mirada perdida. Probablemente estaba en su faceta poética.
—Así es—suspiró la rubia.
Los observé mientras caminaban pacíficamente lado a lado. Así que este es el sentimiento de ser el que sobra. Si tuviera que describirlo diría que es como ver una parte muy íntima de una película, como si no te correspondiera estar ahí, pero debes porque no tienes a dónde ir.
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Key word: BET
Teen FictionSeguramente saben lo que "apuesta" significa. Es aún más probable que, en el preciso instante en que la palabra resonó en sus mentes, sumada a ella el concepto de "historia", comenzaran a visualizar la típica ficción en donde un grupo de idiotas int...