Estaba mas que nerviosa y enojada, estaba temblando tanto que podía escucharse gracias a la mesa en la que me apoyaba.
Mire a este tipo al que Leymara llama "Elian" y con la mirada le rogué profundamente que me la diera y no le dijera a nadie sobre lo que había leído, creo que mi expresión fue bastante clara y me entendió, hasta Leymara parecía haberme entendido.
Él se sonreía de oreja a oreja, y yo juraba que unos minutos más y me tiraba de palomita encima de él para darle unos buenos golpes para que dejara de meterse conmigo.
Cuando ya estaba en eso se acercó a mi con una expresión de contento en él rostro mirándome fijamente.
-Me la voy a quedar, la voy a guardar en un lugar seguro, no te preocupes.- dijo mientras volvía a guardar aquel papel.
Maldito él momento en que lo escribí, esto me pasa por hacerle caso a mi madre y a mis médicos. Toda la culpa es de ellos claro, y ahora este tipo que no sabe meterse en sus propios asuntos.
-¿Por que no solamente se la das y no decís nada sobre lo que sabes?...yo también podría hablar cosas que yo se. - añadió Leymara de manera firme.
Él arrugó la frente y sin que lo notara saco la nota por tercera vez y me la arrojó sobre la mesa. No entendí completamente nada, él se fue sin decir nada más y Leymara sonreía triunfadora. Ella va a tener que explicármelo más tarde.
Suena él timbre y suspiro. Me levantó y al girarme me encuentro con un chico de pelo oscuro,ojos verdes y algunas pecas parado frente a mí.
-¿esto es tuyo? Estaba en él piso.- su voz es gruesa, quedó algo embobada pero al final miro lo que me estaba dando, es ese maldito papel otra vez. Voy a tener que romperlo, fue una muy mal idea después de todo.
-Soy Dominik - Me sonríe. Miro sus ojos y las palabras vuelven a atorarse en mi boca.
Leymara me da un codazo por atrás, ¿que no se había ido ya?.
- Oriana...- digo tan bajo que tengo que forzarme a repetirlo- Oriana.- intento que mi voz no se quiebre mientas siento mi cara hirviendo.
Puedo escucharlo reír.
-Te veo después Oriana.-
Asiento y cuando veo que esta lo suficientemente lejos suspiro.No me siento cómoda en clases de física, siento que ninguna materia es para mi. Es algo frustrante, hasta mirar lo que escribe Leymara en su celular es más entretenido.
Tomó los auriculares de mi mochila y los conectó al celular, es tiempo de lo bueno. Suena Perfect Strangers de Deep Purple, mi canción favorita de todas en él mundo.
Me distraigo completamente, mientras sigo él ritmo con los pies y algunos lápices, no se de que habla él profesor, pero no puede ser tan interesante como un buen tema de rock.-Oriana-
Murmuró la canción mientras sacudo levemente la cabeza.
-Oriana-
Leymara me da un codazo, de seguro quiere contarme algo que sea tan largo que ocupe él resto de la hora.
-¡Oriana!-
Abro los ojos y él profesor esta parado delante de mi. Me encojo de hombros y miro a mis compañeros, todos mirándome. Me muero de la vergüenza.
-Ve y trae la carpeta de listado que esta en dirección así tomó lista- me dice al final y se va.
¿Solo era eso? Bufo y me levanto de mala gana, escucho a todos murmurar, riéndose en lo bajo y otras cosas típico de la gente "pequeña". Pero siempre me afecta, así que salgo rápido para no escucharlos.
Entró a la dirección y parece no haber nadie, me quedo ahí esperando mientras observo todo. Tan aburrido y gris. La puerta se abre y sale aquel chico no, chica de aquella vez. No puedo evitar no observarla, ella esta sobre él mostrador escribiendo quien sabe que. Me sorprende mucho, ni su actitud ni su ropa es femenina. No lo entiendo, es muy hermosa para ser así.
La puerta vuelve a abrirse y esta vez sale, quien creo es la directora.
-Iara, no olvides él número de teléfono.-
-no.- fue lo único que respondió, se ve tensa. Es tan extraño, quiero preguntar, quiero conocer más de ella. Pero yo no soy así, intento contenerme.
Esta vez la mujer se dirige a mi.
-Él libro de listas ¿no?- asiento.
Ella me lo da y salgo, no sin antes fijarme en Iara, pero permanece en su lugar ajena a todo.Camino de vuelta a mi salón y escucho pasos detrás de mi, volteo y es Dominik. Me pongo nerviosa, no tarde en llegar a la conclusión de que me gusta un poco. O al menos me siento atraída.
-¿Estas fuera del salón?- arquea una seja y sonríe en forma de burla.
No puedo decir nada, como cuando esta él cerca. Así que solo levantó él libro que esta en mi mano.
-¿Cual es tu salón?- me pregunta mientras camina a mi lado.
-Tercero B- respondo alto y me avergüenzo al instante por gritar.
-Tu voz es linda, tendrías que hablar mas.- me sonríe y se va. No se donde meterme y lo veo alejarse, él profesor abre de golpe la puerta y me asusto. No me había dado cuenta de que ya había llegado al salón, -valla cabeza Oriana- pienso.
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Perfectos desconocidos
RomanceEn un segundo todo puede irse, y en otro todo puede volver a estar bien. Era eso lo que siempre pasaba en mi vida, desde aquel accidente. Mi padre murió en él y yo presencie todo, mi madre sugirió que nos mudáramos a Buenos Aires, donde no estuve d...