Sus manos estaban apoyadas sobre sus rodillas, mordía su labio y desviaba la vista nerviosa mientras veía la aguja del reloj girar. Sentía él sonido como si estuviera dentro del oído. TIC TAC TIC TAC TIC TAC. Como consecuencia su corazón empezaba a palpitar cada vez mas rápido, sentía la vista nublarse.
Se levanto rápidamente y sirvió agua del dispencer esperando calmarse. Sabia que tenia que calmarse, demasiado nerviosismo podía llevar a una especie de ataque, lo sabia no era la primera vez que le sucedía.
Volvió a su lugar y con un suspiro recordó lo que había pasado minutos antes.
Los idiotas de sus compañeros, como le gustaba decirle -con un apodo muy merecido- según ella, le habían echo pasar él peor momento de su vida. Elian había sido él encargado de divulgar por toda la escuela que ella estaba enamorada de Dominik. Ellos son compañeros y también era de esperar que cosas así pasaran.
-Estúpida- se dijo mordiéndose aún mas él labio, provocando que sangrara.
Fue así como sus compañeros empezaron a debatir con burlas y risas sobre él asunto. Todos riéndose de ella mientras él profesor pedía silencio para seguir con su clase.
No sabe en que momento exactamente su amiga la había tomado del brazo y la había sacado del salón, dejándola en la dirección. Se quedo con ella todo lo que puedo, pero la directora había insistido en que volviera a clases y Oriana no quería que Leymara tuviera una nota en su cuaderno por su culpa.
Ella podía llevarlo sola, estaría bien y si no, se forzaría a estarlo. Pero en estos momentos solo quería a su madre, era solo con ella con quien podía tranquilizarse y sentirse segura.15:00
No esperó ni cinco segundos para salir disparada por la puerta, era recreo y tenia que salir rápido antes de que sus compañeros salieran del aula.
Empezó a correr por él pasillo que dirigía hacia la puerta trasera. Comenzaba a sentir él viento en su rostro, paro y cerro sus ojos, él aire libre era tan reconfortante.-¿Oriana?-
-No, no no no-pensó al reconocer la voz de Dominik, ¿era necesario que él chico la encontrara justo en un momento así?
-¿por qué tenés la mochila puesta? No me digas que te vas tan temprano...- dio la frase final con un tono de burla.
-si...-se dio la vuelta quedando en frente de él. Cerro los ojos, no era necesario mirarlo ¿o si? Y si lo era, tenia mucha vergüenza para hacerlo. No quería soportar algo como eso, no quería tener esa sensación de ilusión en él pecho nunca más. Pero no podía evitarlo, desde que se estuvo hablando por mensajes con él toda la noche del domingo. Y maldito sea ese día en él que había encontrado otra cosa mejor además de escuchar música, por que las charlas que había tenido con Dominik casi no la dejaron dormir, así de loca la tenia.
Él chico la miro y no tardo en notarla confusa, distraída y triste, o eso le pareció.
Se acerco a ella sigilosamente tratando de que no ponerla mas nerviosa. Ella la noto levantando la mirada y sus miradas se cruzaron, sintió que los ojos de Dominik tan verdes opacaban a los grises de ella. Él silencio mas incomodo de su vida, y mientras él la miraba,ella sentía mil sensaciones recorrer todo su cuerpo.
-Te dije que me gustaba tu voz, y seguís sin decir mucho...- susurro sobre su boca. Ella mordió su labio, esa voz tan ronca le había quitado otra vez él habla.
Pero no era un buen momento, no se sentía mejor. Podía jurar que se desmayaría ahí mismo y no por las acciones de su chico. Era por lo que se odiaba, necesitaba saber lo que era sentirse bien por un día al menos.
-Me quiero ir-
¿que pasaría si él la veía en un ataque de pánico? No quería eso, necesitaba salir lo mas antes posible de aquella escuela. Necesitaba su casa, su cama, sus discos, su música.Él sonrió y pudo volver a respirar, había temido que Dominik se enojará y no quisiera saber nada mas de ella.
-¿Salimos mañana? Y me compensas él a verte escapado hoy.- eso sonó mas a una orden.
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Perfectos desconocidos
عاطفيةEn un segundo todo puede irse, y en otro todo puede volver a estar bien. Era eso lo que siempre pasaba en mi vida, desde aquel accidente. Mi padre murió en él y yo presencie todo, mi madre sugirió que nos mudáramos a Buenos Aires, donde no estuve d...