Me siento pérdida, casi mas dañada que antes. Nunca supe lo que era un corazón roto o una decepción, esta vez me siento confortablemente adormecida.
Intente retomar las clases como si no pasara nada, quería dar lo mejor de mi. No se muy bien en que momento me deje golpear tanto, porque eso parecía, que me habían dado una paliza. Habían acabado con mi ilusión, apuñalaron a mi corazón y ahogaron mis pensamientos. Dominik me invadió, arrasó conmigo sin piedad, tomo lo que quería de mi y luego me dejó tirada sin más. Pero esta mente traicionera no dejaba de pensar en él, en sus labios. Y como los míos se morían por pronunciar su nombre.
Sentí mis mejillas húmedas, las roce con la yema de mis dedos comprobando que estaba llorando.
Se me hace imposible evitarlo, las lágrimas caen de mis ojos y últimamente estoy tan acostumbrada que no lo noto.
Maldigo en silencio, estoy cansada, mi cuerpo pesa, tengo ojeras, mi pelo no esta cooperando demasiado y puedo escuchar como mi estómago ruge.
Sigo caminando intentando no tropezar me con nadie, él pasillo se hace eterno y casi me es imposible ver hacia él final ¿cómo es que me dejé tanto?.
Recojo un mechón de mi rostro pasándola por detrás de mi oreja, suspiro y freno dándole paso a una profesora que venia muy apurada detrás de mi.
En mi intento de sostenerme de piel puedo ver como esa chica de pelo rosa pasa por mi lado. Retrocedo un paso y choco con quien sabe quien, la botella de agua que tenia en mi mano izquierda cae al suelo y pierdo él poco equilibrio de mis piernas.
Cruzo mis manos delante de mi amortiguando la caiga, mis palmas impactan bruscamente con la baldosa de cerámica. Siguiente son mis rodillas las que tocan él frío piso de esta desastrosa escuela que cada día logró odiar un poco más.
Divisó levemente unas zapatillas verdes de un color oscuro muy bonito, levantó mi mirada sorprendiendome al ver él rostro de la persona que en este momento esta extendiendo una mano hacia mi.
La tomó y me ayuda a levantarme, me entrega la botella y me atrevo a mirar sus ojos notando preocupación. Estoy sorprendida, de que la chica de cabello rosa se parara a ayudarme.
Intento pronunciar un gracias pero me interrumpe tomandome de las manos.-Te lastimaste, espera- dijo ella revolviendo en su bolso.- tengo un poco de alcohol y una gasa.
La mire confundida mientras me tomo ligeramente del brazo llevándome con ella.
Nos encontrábamos en él baño mientras me limpiaba la herida, yo solo la observaba callada mientras me sentía avergonzada. Tanto como desconcertada, mirándola de reojo de vez en cuando comprobando que si era aquella chica de mechones rosas que le grito a Iara hace rato.
Cuando termino me colocó una venda y me sonrió levemente.-Ya no te va a arder demasiado...- me dijo mientras metía sus cosas en su bolso. Yo no respondí y ella me volteo a ver para después recoger su cabello en una cola.
-Es que siempre los llevo por las dudas de que a Iara le pase algo.- se encogió de hombros algo apenada.
Asentí amablemente notando tristeza en su rostro, veía que estaba sufriendo. Estaba delante de mi casi derrumbándose, rota y podrida por dentro. Aguantando lágrimas y oprimiendo él pecho, y por segunda vez no me sentí tan sola.
-Perdón por mi escándalo de recién.- habló suavemente, y no necesite que lo dijera otra vez para notar su sinceridad.
No supe muy bien que responder, claro que aceptaba sus disculpas. Pero tenia demasiadas preguntas que verdaderamente no me correspondía preguntar las. Y corría él riesgo de que me dijera tan poco como Iara.-¿Porque terminaron?-pregunté. Y era que mis labios me estaban fallando últimamente, por que no podían permanecer cerrados.
Miré como cerró sus ojos y apretaba sus dientes. -No se.- pronunció casi inaudible.
Me desespere internamente, ella también me daría tan poca información. Apreté mis puños y maldije para mi misma, yo estaba en él medio de todo esto,porque Iara era mi amiga y esta chica también se había metido conmigo. Tengo que saber si o si.-Estaba todo bien, nos teníamos ambas. Todo parecía perfecto-comenzaba a derrumbarse-...un día vino y me dijo que teníamos que separarnos.-Las lágrimas caían sobre sus mejillas terminando sobre su remera- siento que me asfixia, me muero cuando la veo porque se que ya no es mía, que ya no podemos reír ni compartir nada.- me miró con su mirada penetrante- se que todavía me quiere.
¿Por qué estoy en estos rollos si apenas puedo sostener mis estúpidos sentimientos con Dominik?.

ESTÁS LEYENDO
Perfectos desconocidos
RomanceEn un segundo todo puede irse, y en otro todo puede volver a estar bien. Era eso lo que siempre pasaba en mi vida, desde aquel accidente. Mi padre murió en él y yo presencie todo, mi madre sugirió que nos mudáramos a Buenos Aires, donde no estuve d...