Capítulo 4

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Su respiración era cada vez más agitada,miraba hacia atrás de vez en cuando mientras seguía corriendo por aquel parque, él ritmo cardíaco de su corazón superaba lo normal.
Sonreía divertida mientras Leymara y Dominik no podían seguirle él ritmo.
Era sábado y estaba mucho mas que contenta de que no tenia que ir a clases. Dominik la había llamado un día antes por él numero que Leymara se había atrevido a pasarle. Ella no lo podía creer, y aunque reprocho a su amiga,se sintió avergonzada de que él chico quisiera verla, ¿seria como una cita? No, ella no podía aceptar, se moriría de la vergüenza, haría un desastre y ni imaginar de que diría. Si ya no podía pronunciar palabra por tenerlo cerca, que le diría en todo él día. Por eso era mejor invitar a Leymara.

Siguió ya sin voltear cada vez más agitada. Paro en una banca que encontró cerca de una fuente que le pareció hermosa. Ya no podía seguir, las piernas no le daban mas y al parecer había perdido de vista a sus amigos. A Dominik podía llamarlo así ¿no? Y mientras se preguntaba eso noto que alguien estaba alimentando a varias palomas encima de la fuente.-Es Iara- pensó. Veía como la chica tiraba quien sabe que a las aves, ¿migas? Y sonreía, es extraño. Le pareció más una sonrisa forzada y desolada. Quería acercarse, siempre había sido muy callada y calmada no solía hacer estas cosas, pero esa chica despertaba toda la curiosidad que había dentro suyo.
Mientras pensaba si estaría mal o no, su cuerpo ya estaba a pocos metros de la fuente, de las palomas y de Iara. No supo que hacer y solo se arrimo al suelo contemplando las aves también, no sabia que decir, las palabras simplemente se quedaban en su garganta y no querían ceder hacia su lengua. -como siempre-

-Creo que son mejores que las personas...-la escucho hablar, por primera vez. Su voz era tan suave y delicada.-los animales.- Término.

-lo son...- titubeó nerviosa.- nosotros somos los verdaderos animales.-termino y sonrió levemente al escucharse firme sin ningún nerviosismo en esa frase final.
Había estado en puntillas y sus piernas le dolían, quiso aguantarse pero fue tarde por que ya había caido al suelo quedando arrodillada y haciendo que todas las palomas volaran alborotadas y se fueran a otro lugar. Levantó los ojos para encontrarse con los de Iara queriendo saber si se había enfadado, pero esta solo la miro fijo para luego soltar una carcajada. Levanto las cejas e hizo una mueca con los labios, pero también sintió muchas ganas de reír. Ambas reían mientras se paraban, Iara tomaba su mochila del piso y la campera que había dejado a un lado.
-Soy Oriana.- dijo con una sonrisa , sentía la necesidad de que supiera su nombre.

-Yo Iara.-Sonrió aun más.

-Ya se- fue lo que Oriana pensó, pero estuvo a tiempo de darse cuenta y no decirlo.

Iara no dijo nada más y se dio la vuelta enseguida, él silencio se hacia incomodo para Oriana quien estaba quieta como una estatua sobre una baldosa.
Escuchó que los arbustos que estaban detrás de ella se movían y giro a ver esperando que fueran sus amigos, su sonrisa decoro su rostro cuando vio salir la cabellera oscura de Leymara y atrás de ella Dominik.

-¡Tu tienes que hacer algún deporte para correr de esa manera niña!- hablo Dominik bastante agitado.
¿De verdad les había quitado tanta distancia? Bueno, era cierto que los deportes eran de su agrado pero debido a salud hace tiempo no los practicaba. Abrió los ojos recordando que él muchacho que le quitaba él habla le había llamado "niña", ya había casi discutido con él por que la llamaba así casi siempre, pero es verdad que mucho no puede enojarse, ya que Dominik tiene diecisiete, tres años mas que ella. Se sonrojo al recordar eso.
-Hola Iara ¿como estas?- Le sonrió Leymara a esta. Ni se acordaba de que Iara seguía ahí.
La chica solo la miro confundida y le respondió lo mas amable que pudo -Hola, bien gracias- devolviendo la sonrisa.
Vio como Leymara siguió interpretando él gesto que le había echo la otra muchacha y se dio un leve golpe en la cabeza regalándose por no presentarse. Por que según le había contado Leymara y es verdad porque pudo comprobar que a Iara la conocían y querían muchos, pero la chica no sabia de casi nadie que no fuera de su salón.

-Que tonta soy, perdón. Me llamó Leymara.-

-No te preocupes, mucho gusto a los tres.- Dijo mientras volvía a sonreír y con la mochila ya puesta se despidió con la mano y se fue. Mientras Oriana la veía caminar a lo lejos y Leymara saludaba junto con Dominik.

Ese sábado fue muy divertido y especial para Oriana, había tenido una agradable tarde con sus amigos y había conocido a Iara. Se sentía feliz de tener cada vez mas gente cerca, era una sensación rara, asustaba y a la vez le encantaba. Estaba nerviosa y emocionada.
-quizás no sea tan malo volver a la escuela él lunes.- pensó mientras cerraba los ojos y quedaba dormida plácidamente fatigada por él cansancio que ese día le había ocupado.
Algo dentro de ella apretaba un poquito más, algo dolía y a la vez complacía. Nunca pensó que conocer personas se sentiría de ese modo.

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¡Hola! Me gustaría que me contaran que les parece Iara, va a ser un personaje muy importante en la novela y veo que hasta ahora no les a caído o no piensan demasiado en ella. Gracias por leer <3

Perfectos desconocidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora