Una nueva razón de vivir

Capitulo 5

- Mama?

- Mi bebe

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Tras caminar por varios días sin dormir, Sakura pensaba claramente en lo que haría al llegar a Kumogakure; Haria que vieran lo mucho que sufria por su hijo, lo mucho que lo necesitaba y lo quería de vuelta, sin importar lo que debía hacer para obtenerlo de nuevo a su lado.

Sakura había soñado tantas veces con tener a su hijo, verlo crecer, verlo jugar con los demás niños de la aldea, poder despertar cada mañana y mirar a su hijo dormir hasta despertarse; Ella había soñado con que volvieran a ser una familia junto a Sarada y Sasuke pero cuando Sasuke le comento que debería olvidarse de ese sueño, que su hijo estaba muerto, pensó que las cosas no serían como ella lo pensaba, solo serían ella y Shisui.

¡Alto! Identifíquese –una voz la saco de sus pensamientos, al mirar hacia al frente, vio a uno de los guardias, los cuales se encargaban de vigilar quienes entraban y salían de Kumogakure.

Uchi..Disculpe, Haruno Sakura de la aldea de Konoha –contesto la Haruno mirando fijamente al guardia con cara que demostraba estar molesta.

¿Asunto? –pregunto el guardia mirando a la Haruno de arriba abajo, como si la estuviera escaneando.

Debo hablar con Godaime Raikage, es un asunto importante –respondió Sakura mientras miraba a la guardia con unos ojos que parecieran como si quisiera matarlo o hasta que si fueran dagas el ya estaría muerto; Cosa que intimido mucho al guardia, ya que el había escuchado que la peli rosa que tenía justo al frente era una de los sannin y por lo tanto podría llegar hasta matarlo.

Eh, s-si claro como usted ordene Haruno -sama –dijo el guardia pero su voz era temblorosa ¿Quién lo culparía? Si el dijera algo que debía, Sakura podría mandarlo a volar.

Entonces lléveme con el Raikage Darui ¡Ahora! –levanto la voz la peli rosa y el hombre solo asintió para llamar a uno de sus compañeros para que el llevara a la Haruno hacia donde se encontraba Darui.

Al pasar por toda la aldea, algunos miraban a Sakura con temor, habían escuchado sobre la gran fuerza que tenia o algunos pensaban que seguramente la Haruno venia por su hijo; Solo pocos en la aldea sabían sobre el pequeño Shisui Uchiha Haruno pero se sentían culpables por haberle robado al pequeño peli rosa; Aunque otras miradas posadas sobre Sakura era por su hermosura, para tener 30 años aún se veía joven y muy conservada. Al llegar la oficina de Darui, no lo pensó y toco la puerta.

Pase –respondió una voz al otro lado de la puerta, era Darui.

¿Cómo has estado Darui? –pregunto la Haruno entrando y después cerrando la puerta.

Valla, valla, la gran Haruno Sakura –contesto Darui mirando a la peli rosa.

La misma –respondió está sacando una especia de inyección de líquido color morado y colocándola detrás de ella para que Darui no se diera cuenta.

¿Qué se te ofrece? –pregunto Darui caminado hacia la peli rosa y colocándose enfrente de ella pero la Haruno retrocedió un par de pasos debido a la cercanía.

Vine por lo que me pertenece –respondió la Haruno mirándolo seriamente, a lo que Darui se sorprendió pero trataba de no demostrarlo.

¿D-De qué me hablas? –pregunto el hombre tratando de no delatarse a sí mismo pero la peli rosa fue más lista que él, obviamente él se haría el desentendió con ella.

¡Regrésame a mi hijo! –grito Sakura mientras le daba un golpe en la cara y al sentir el impacto en su mejilla, por la gran fuerza que tenía nuestra peli rosa, llevo a que se estrellara en uno de los muros de su oficina. Después de un par de minutos, él se comenzó a levantar poco a poco.

No tengo a tu hijo, para que querría a ese mocoso peli rosa –contesto Darui sin pensarlo pero en ese momento le había un dato a Sakura para dudar de lo que el decía ¿Cómo sabía cuál era el cabello de su pequeño si el aseguraba que jamás lo había visto?

¡Mientes! ¿Cómo sabes que Shisui tiene el cabello peli rosa? –contesto Sakura golpeando en el estómago a Darui y al sentir el tacto el escupió, Sakura aprovecho que Darui estaba en el suelo para inyectarle la sustancia que llevaba escondida.

¿Q-Que es? ¿Qué me hiciste? –susurro Darui preguntándose qué era lo que había inyectado en el para debilitarlo, pero para terminar desmayarlo.

Entre los archivos que existían en la oficina de Darui, Sakura comenzó a buscar el que contenía el nombre de su hijo, al encontrarlo lo primero que hizo fue abrirlo para mirar una foto que tenían de su pequeño, estaba a punto de llorar pero recordó que lloraría hasta tenerlo en sus brazos y continuo buscando hasta encontrar que su hijo estaba en el mismo lugar que ella, en la mansión en unos laboratorios que estaban cerca de ella.

No lo pensó dos veces y salió tratando de buscar los laboratorios pero se escondió al escuchar voces y se dio cuenta que ya sabían que alguien había atacado a Darui.

¿Qué sucedió? –dijo la primera voz.

Atacaron al Raikage, fue la chica de Konoha –contento la segunda voz, Sakura sabía que debía transformarse en una de las personas que trabajaban y eso sería sencillo; Al ver como una persona se acercaba a ella, decidió golpearla y transformarse en ella.

¿Sucede algo caballeros? –respondió una joven de cabellos rubios y ojos morados, era Sakura.

Atacaron a Darui –contesto la primera persona.

¿Qué están esperando? Vallan a ayudarlo, yo vigilare el laboratorio –dijo la chica mientras trataba de ahuyentarlos y funciono.

Una vez que ambos se fueron, Sakura comenzó su búsqueda, al encontrar la puerta del laboratorio, entro de inmediato; Al caminar por todo el lugar, su vista se dirigió a una pequeña incubadora, que contenía a un pequeño peli rosa con una camiseta azul y unos pantalones blancos, rápidamente abrió la incubadora.

Mi niño, mi bebe –comenzó a decir Sakura mientras su voz comenzaba a quebrarse y de sus ojos salían lagrima tras lagrima, al tomar a su hijo entre sus brazos, sintió tanta felicidad al tener a su hijo con ella y al escuchar su respiración sintió que podía morir.

Ma...-trataba de pronunciar el pequeño al abrir sus bellos ojitos y encontrarse con su madre; El no la recordaba pero sentía su calor y la seguridad que ella le daba.

Shisui al fin estamos juntos –susurraba la Haruno mientras acariciaba la mejilla de su pequeño.

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-Al fin juntos mi niño