El Príncipe de la Oscuridad (Married to the Prince of Darkness)

Capítulo 24b

Me desperté sintiendo la ligera respiración de Luc a mi lado. Su tibio cuerpo estaba enroscando el mío y su brazo estaba sobre mi cintura, manteniendome cerca mientras dormía. Lo que pasó ayer fue un distante recuerdo ahora, y lo que fuera que había en mi habitación no parecía tan terrible ahora que estaba sana y protegida en los brazos de Luc.

Me moví un poco y escuché a Luc susurrar en mi oido, "Estaba esperando que despertaras."

"¿Ya estabas despierto?" pregunté.

"No quería que despertaras sola de nuevo."

Giré en mi lugar para verlo, vi su cara adormilada y descansada. Su cabello era un desastre, después de lo de anoche no me sorprende, sus ojos me llenaron de ternura. Era extraño ver a Luc con ésta chispa, se veía tan relajado y alcanzable en lugar de frió y distante.

"¿En qué estás pensando?" preguntó.

"Pienso en lo hermoso que se ve tu cabello ésta mañana." repliqué.

Se rió un poco y rodó hasta que yo quedara debajo de él y él sobre mi.

"Soy el Príncipe de la Oscuridad, no el Príncipe de la Ternura!"

Me empecé a reír y Luc simplemente me silenció con un largo y profundo beso. Me retorcí bajo él en su sábanas de satén negro, disfrutando cada momento, cada segundo y cada minuto de mi oscuro príncipe vampiro. Me besó y después remarcó, "No podemos quedarnos en cama todo el día. Sé que Nico está ansioso de hablar contigo sobre lo que pasó anoche."

"¿Quiere hablar sobre lo de anoche?" repliqué un poco desanimada y Luc rodó de encima de mi.

Me miró con gesto satisfecho, "si, quiere hablar sobre lo que pasó anoche y sobre cómo es chica imprudente se las arregló para terminar con su brazo roto. Recuerdas eso o ya se te olvidó?"

Rodé mis ojos y le dije, "No, yo sólo no se de lo que Nico quiere hablar. No hay exactamente mucho que decir."

No podía hablar con Nico hasta que hablara con Henrietta. Nico y Jacques sospechaban que había algo mal con mi versión de la historia de anoche, podría decirlo por el modo en que intercambiaban miradas en el auto de camino de mi dormitorio. Tal vez creían que yo había roto el brazo de Laura a propósito y es probable que deba decir alguna mentira de ese tipo para justificar lo sucedió y esconder mis habilidades. Pero hasta entonces tendré que evitar hablar con Nico y Jacques el mayor tiempo posible.

"Nico esta esperándote para hablar contigo ésta mañana."

Puse unos enorme ojos tristes y le dije a Luc, "¿Puedes hablar tu con él? Yo no quiero hacerlo hoy. Quiero estar en cama contigo todo el día.

Me encogí interiormente en muestra de mi falta de vergüenza . Ser Sexy definitivamente no me venía de manera natural, pero Luc se lo creía de todas maneras, tal vez estaba demasiado enamorado que estaba segado por un fino velo que no le permitía ver la realidad. No se daba cuenta de que estaba yo estancada.

Luc se reclinó y me plantó otro beso, "Por más que quiera pasar el resto de día en la cama contigo, tengo que regresar a la corte hoy."

"¿¡A la Corte!? Por qué tienes que ir?" le pregunté y yo misma me preguntaba si estaba en algún problema legal.

Él sonrió y me explicó "No es esa clase de corte Mía, tengo que regresar a la corte real. Mi hermano me llamó ésta mañana y desesperadamente intenté salir de ese compromiso para estar contigo, Louis decía que era urgente."

"No puedes sólo... no sé videollarmarle o algo? ¿En verdad debes de ir?" pregunté sintiendo mi corazón hundirse.

Luc negó con la cabeza, "Louis me quiere en la corte ésta tarde, es un tipo de reunión de emergencia y cisis. Sólo deberá de durar un par de horas, regresaré contigo para antes de que caiga la noche."

"No Luc, por favor no te vallas. Si no puedes quedarte al menos déjame ir contigo." contesté.

"Te quedarás con Nico y Jacques, Mía. Fin de la historia." Luc dijo en un tono decisivo y final.

Abrí mi boca para protestar pero Luc inmediatamente me silenció con un beso. Sus labios eran suaves y cálidos cuando estaban junto a los míos y por algunos segundos olvidé exactamente qué tan enojada estaba de que se fuera. Moví mis manos para tocar su rostro pero él se apartó de mi rompiendo abruptamente el beso. Abrí mis ojos algo confundida viéndolo salir de la cama y directo a la regadera.

"¿Qué?... espera!" le llamé.

Él se detuvo y me miró detrás de su hombro. "Necesito un baño Mía, y luego ir a ver lo que Louis quiere."

Siguió su camino y lo volví a llamar, " Bueno, tal ves me pueda unir contigo."

No se por qué lo dije, o lo que haría si Luc en verdad dijera que sí, pero fue lo primero que se me vino a la mente. Luc seguía caminando y yo me estaba desesperando. Naturalmente me hubiera pateado a mi misma antes de decir eso, para mi oídos sonaba absolutamente ridículo, pero me sorprendió más la reacción de Luc.

Se quedó quieto y su cuerpo era visiblemente tenso, como si estuviera luchando por tener auto control. Tomó unos momentos en para contestar y cuando lo hizo, casi se estremece.

"Ambos sabemos que esa es una mala idea, Mía." dijo.

"Pues, me gustan las malas ideas, eso es evidente" contesté un poco juguetona, "Recuerdas cuando tuve ésta muy mala idea de pararme bajo un árbol en el cementerio a esperar al Príncipe de la Oscuridad?"

Escuché a Luc exhalar lentamente entre dientes. Lo que sea que estaba haciendo, parecía estar funcionando, así que quise profundizar un poco más. Bajé de la cama envuelta en sábanas y caminé directo a Luc. No podía verme, pero podía orme.

"Luc, sólo quería recordarte qué tan divertidas pueden ser las malas ideas..."

Se volteó para verme de frente, por un momento pensé que la victoria era mía, pero de pronto...

BANG BANG BANG!

Tocaron muy fuerte la puerta y nada pudo arruinar más el momento que Nico gritando fuerte:

"Su alteza, el rey demanda su presencia inmediatamente!"

Lu maldijo en voz baja y contestó, "Estaré contigo en unos minutos."

Me miró y en un tono controlado me susurró, "Continuaremos con ésto cuando regrese."

Colapsé de nuevo en la cama derrotada, mientras que Luc entró al baño a una ducha rápida, no podía creerle a Nico, arruinó por completo el momento! y no podía hacer nada más que pensar que lo hizo a propósito.