Capítulo 3: Oportunidades

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Descargo de responsabilidad: Hunter x Hunter no nos pertenece, le pertenece a Togashi-sensei.

Advertencias: puede tener contenido Shounen ai y Yaoi.

Capítulo 3: Oportunidades

El mes estaba terminando, se había acabado en un abrir y cerrar de ojos.

Kurapika caminaba con Leorio, acababan de salir de la escuela. Leorio iría a su trabajo a medio tiempo en una farmacia, mientras que Kurapika iría a la biblioteca. Mensualmente, Kurapika recibía algo de la herencia que le habían dejado sus padres, sin embargo un poco de dinero extra era bien recibido. Además, tenía algo de tiempo libre.

-¿Cómo te fue en tu examen?- le preguntó Kurapika.

-Bueno...- dijo Leorio riéndose- creo que lo hice bien.

-¿A donde irás si no eres aceptado?- le preguntó Kurapika.

-Bueno...- dijo Leorio de manera insegura- tal vez a la universidad de Hamlock y a la universidad del pacífico.

-¿Eh? Pero si esas universidades están lejos, además son carísimas.

-De eso te quería hablar...- empezó a decir Leorio, triste- esas universidades me han ofrecido becas completas, además sus campus cuentan con dormitorios privados...

Leorio no necesitaba decirle más, Kurapika sabía que eran excelentes universidades y era una oportunidad única para Leorio. Pero aún así, le entristecía saber que se iría, justo cuando las cosas entre ellos mejoraban.

-¡Vamos!- le dijo dándole una palmada en la espalda, que hace que el chico casi caiga- no pongas esa cara. Es sólo si la UNM no me acepta, y estoy seguro de que entraré. - le dijo guiñando le un ojo.

Kurapika suspiro, sabía que la UNM tenía muy pocas vacantes, las probabilidades de que Leorio fuera aceptado eran de un 15% si no es que menos. Aún así, le hacía feliz saber que Leorio trataba de animarlo.

-Debes ir.- le dijo el rubio, deteniéndose.

-Pero...

-Y yo te alcanzare el próximo año- le interrumpió- si a alguien como tu le dieron una beca completa, es seguro que a mi también me la darán.

-¡Oye! ¡No me subestimes!- dijo riendo- cuando me propongo algo, lo consigo.

-Lo sé. Tal vez sea tu única cualidad.

-Y la tuya es ser un sabelotodo fastidioso.

Después de esas palabras, no dijeron más. No necesitaban nada más, sólo estar el uno con el otro.

Ese... Sujeto...

En verdad, ¡¿no lo podía dejar en paz ni un sólo momento?!

Desde que le rompió la nariz a Kuroro, había tratado de evitarlo, pero parecía que mientras más lo evitaba, más se aparecía.

-¿Qué haces aquí?- se preguntó. Mientas acomodaba los libros en los estantes con cierta ira- Incluso aquí, tienes que venir a fastidiar.- pensó, ya que cierto pelinegro estaba en la biblioteca donde trabajaba, leyendo en una de las mesas del lugar.

De todos los lugares donde podía estar, ¿porqué aquí?

Siguió acomodando libros, mientras trataba de frenar sus sentimientos. Más que nada, por los pobres libros que no tenían la culpa de nada.

-Si sigues haciendo eso, terminarás haciendo que un estante te caiga encima- le advirtió una voz grave y desagradable.

Kurapika decidió ignorarlo.

Invierno EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora