26.

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Justin.

Los idas comenzaban a transcurrir, el día del matrimonio de Emma y Matt llegaría, solo faltaba un día para que fueran marido y mujer. Estoy con mis nervios y mi animo por el suelo, pero sigo conquistando a Emma con todo lo que sea posible.

Aun no me rindo, Matt aun no ha ganado la batalla, aun tengo la posibilidad de que ella no se case con el y se quede conmigo, seria un sueño. Yo a Emma la amo con mi vida y no dejare que sea feliz con ningún hombre que no sea yo.

Tome las dos tazas con café y las puse sobre la bandeja, tome el plato con las tostadas con palta y también las puse en la bandeja. Todo estaba como quería, habían frutas picadas en unos pequeños platos y jugo natural que acabo de preparar.

Con una sonrisa tome la bandeja con mis manos saliendo de la cocina, camine por la cabaña hacia la habitación de Emma. Con cuidado abrí la puerta dejando ver a Emma aun dormida en su cama mientras solo la cubría la sabana.

Entre con cuidado de no despertarla y deje la bandeja en una mesita de noche, abrí las cortinas lentamente y un poco la ventana para que el sonido del mar entrara. Me acerque a ella quien aun seguía dormida.

-Emma-susurre-nena despierta, te he traído una sorpresa.

Comenzó a moverse aun con sus ojos cerrados.

-Cinco minutos mas-susurro.

Sonreí al verla.

-Vamos nena-me acerque y bese su mejilla, ella abrió sus ojos lentamente-buenos días.

-Hola-sonrió adormilada-¿que hora es?.

-Van a ser las 11 de la mañana-me acerque a la bandeja-y he decidido en traerte el desayuno hasta aquí como las princesas.

Se incorporo en la cama sentándose mientras frotaba sus ojos con sus manos.

-Ten-le puse la bandeja en la cama-traje para los dos, espero que no te moleste.

-Claro que no-me dio una sonrisa-ven, siéntate.

Me sente en frente de ella.

-Antes de volver a New York, me gustaría que diéramos un paseo por la playa, ¿que dices?-le pregunte mientras comía una tostada.

-Estaría bien-sonrió.

Le di una sonrisa.

-Justin-susurro.

-¿Si?.

-Quiero darte las gracias-tomo un mechón de su cabello y lo puso detrás de su oreja-por todo lo que has echo, por todas las salidas y ademas, me has traído aquí a California por dos días, esto es maravilloso, enserio gracias.

Con cuidado me acerque a ella.

-No agradezcas-le hable-todo lo que hago es por ti nena, solo por ti, porque lo único que quiero es recuperarte.

Acerque mis labios a su frente y la bese delicadamente.

-Te amo-acaricie su mejilla, ella sonrió.

Estos días de conquista a Emma han pasado muy rápido, al otro dia de ir al Central Park la lleve a cenar a un restaurante italiana lujoso que esta en el centro de New York. Esa fue una velada muy buena.

Al siguiente día fui a la clínica a buscarla sin que Matt me viera, obvio, y la lleve a almorzar y al cine ya que se había estrenado una película nueva de amor y se que ella se moría por ir a verla. De inmediato acepto mi invitación, sin pensarlo dos veces.

Mentiras Verdaderas |j.b|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora